Cuestionan los datos oficiales de la economía cubana
Roberto Koltun rkoltun@miamiherald.com
Especialistas en los temas de la economía cubana cuestionaron el uso de datos oficiales publicados por Cuba y algunas organizaciones internacionales para estudiar la actualidad de la isla durante una conferencia este sábado en Miami.
El economista y profesor de la Universidad Internacional de la Florida, Jorge Salazar Carrillo, criticó el uso de estadísticas oficiales por “profesores reconocidos” y por organizaciones como el Banco Mundial porque estas están “sesgadas”. “Lo que está publicado es todo falso”, aseguró durante su presentación en la librería Books and Books en Coral Gables.
Por su parte, el también economista y profesor del Miami-Dade College, Daniel Murgo, apuntó que las fuentes de los datos sobre Cuba son usualmente organizaciones internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas, que no son tan cuidadosas al verificar la información que reciben de los países.
Aunque no hay datos verificables, varios economistas estiman que el monto de las remesas enviadas a Cuba podrían alcanzar los $2,000 o $3,000 millones. Para Salazar, el monto podría llegar a los $7,000 millones. Otros estimados personales sobre Cuba ofrecidos por el economista incluyen un Producto Interno Bruto de $15,000 millones y un ingreso per capita anual de alrededor de $1,300, mucho menor que las cifras oficiales.
Salazar también es autor de varios libros sobre economía y más recientemente –junto a Andro Nodarse-León– publicó Cuba: From Economic Take-Off to Collapse under Castro (2015), un estudio que concluye que la economía cubana ha retrocedido bajo los gobiernos del fallecido Fidel Castro y de su hermano, el actual gobernante Raúl Castro.
Citando un artículo de un profesor de Darmouth College –que no nombró y que viajó a la isla en una fecha también sin precisar–, Salazar pintó un panorama desolador de la situación en la isla: viviendas deterioradas; una población envejecida y mujeres que no tienen niños “por temor a que no haya suficiente comida”; una población penitenciaria más grande que la de Estados Unidos y altos niveles de migración, entre otros problemas.
El gobierno cubano renegoció su deuda externa con el Club de París recientemente y ya comenzó los pagos en el 2016, pero Salazar sostiene que la deuda externa cubana es “impagable”. También opina que el país tiene una de las peores redistribuciones de la riqueza en el mundo, pese a que el gobierno de la isla destaca que provee de servicios sociales gratuitos a la población.
Murgo se centró en las expectativas más actuales sobre el potencial de la economía cubana a partir del acercamiento entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba, durante la Administración de Barack Obama. Con el nuevo presidente, Donald Trump, “no se sabe si continuará o no esta dirección”, dijo.
Asimismo, existen aún pocas oportunidades para la inversión extranjera en la isla pues las leyes requieren constituir empresas mixtas con el Estado, que se mantiene como socio principal. Un régimen diferente funciona para la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, pero las regulaciones son “ambiguas” y no garantizan a los inversionistas que “si algo malo pasa, vayan a recuperar su dinero porque los conflictos están arbitrados por las partes o por el sistema legal cubano, que no es imparcial”, señaló.
Se trata de un “dilema económico importante” porque el mejoramiento de la economía requería una mayor apertura, lo que constituye un reto al “monopolio del gobierno sobre el sistema político y la economía”. Pero sin apertura, “las expectativas no van a resultar en nada concreto, incluso si continúa el acercamiento”, concluyó.