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Daniel Ortega reafirma “incompetencia” frente a la pandemia

Reaparece en televisión, después de 34 días de ausencia, pero no dicta medidas sanitarias, sociales ni económicas frente a covid-19

La reaparición del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, confirmó un hecho: con o sin él presente, el régimen no cuenta con un plan para enfrentar en lo social, económico ni sanitario a la pandemia de covid-19. Su puesta en escena, tras 34 días de inexplicada ausencia, solo sirvió como “prueba de vida” y bálsamo para sus más fieles fanáticos, según analistas políticos.

Ortega era el único presidente o jefe de Estado en Latinoamérica que no se ha dirigido a su nación para abordar el tema del coronavirus. La gestión de la crisis ha estado a cargo de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, quien igual reapareció ante cámaras junto a Ortega, después de más de un mes de limitarse a su monólogo del mediodía a través de llamadas telefónicas a medios oficiales, desde las cuales convocó incluso a aglomeraciones y “paseos” y “procesiones” de Semana Santa, contradiciendo medidas internacionales para prevenir el contagio.

En su discurso, de poco más de 25 minutos, Ortega no concretó una sola idea de cómo actuará su Gobierno frente a los posibles escenarios que se presenten por el avance de la epidemia, y que en el mundo ya afecta a más de dos millones de personas.

El presidente comenzó y finalizó su disertación haciendo un extenso llamado a la paz mundial y el fin de las bombas atómicas. “Esta (pandemia) es una señal de Dios, que nos está diciendo: ‘Ustedes van por mal camino, gastando miles de miles de billones (de dólares) en bombas atómicas, en armamento atómico, en bases militares, en alianzas militares”, aseguró.

Para José Pallais, miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, Ortega “habló para un mundo que no lo va a escuchar, que no le da importancia (a sus palabras)”; mientras calló y no respondió a “ninguna” de las inquietudes de los nicaragüenses, “no dio información veraz y no trasmitió seguridad”, opinó.

“Habló de gastos militares excesivos en el mundo, pero no se aplica su consejo. Él (Ortega) continúa gastando sumas excesivas para el Ejército, sigue comprando tanques”, dijo el exdiplomático, en alusión a la compra de 50 tanques rusos de combate modelo T-72B1 que hizo el Gobierno nicaragüense, en 2016.

“(Ortega) sigue gastando en centenas de policías que solo se dedican a reprimir o buscar a los ciudadanos para hostigarlos, que no le prestan ningún servicio al pueblo”, añadió Pallais.

Daniel Ortega no brindó ni un solo dato

Jesús Tefel, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), destacó que Ortega no brindó un solo dato exacto de lo que ha hecho su Gobierno ante la pandemia, o de los equipos y material sanitario con el que se cuenta. “El único dato que mencionó es que el coronavirus ha causado una muerte”.

En parte de su alocución, el comandante detalló que entre el 11 de marzo y el 15 de abril de 2020, se había reportado 1237 ciudadanos fallecidos en Nicaragua, de estos uno fue por la covid-19, los demás fueron por diferentes razones. El presidente enlistó cada una de las enfermedades: “tumores malignos, diabetes, infarto agudo de miocardio, cirrosis hepática, asfixias neonatales, neumonía bacteriana, septicemia…”

Para Jesús Tefel, Ortega mostró una desconexión con la realidad nicaragüense. “Parece que estaba en una autocuarentena, aislado, solo escuchando lo que sus ministros autocomplacientes le dicen, y hoy (miércoles) salió a decir que todo estaba bien, cuando no es cierto”.

Mencionó que el mandatario obvió indicar las medidas concretas de “cómo vamos atacar a este virus en lo económico, en la salud, en lo social”.

“A mucha gente le preocupa qué va a pasar con los niños que no han ido a clases y que han sido amenazados con perder el año. Saber si habrá medidas de alivio por el desempleo, si habrá a través de la superintendencia de bancos una prórroga para que la gente por tres meses no pague préstamos sin mora”, subrayó el joven opositor.

“Hay una serie de cosas que debió mencionar o, por lo menos, decir que se están trabajando o evaluando. (Ortega) solo dice que están preparados, pero no cómo”, añadió.

Presidente ausente

Pallais mencionó que “apareció Daniel Ortega, pero el presidente de la República de Nicaragua sigue ausente”, en el sentido de que el caudillo sandinista “no dio respuesta” a las inquietudes de la población, como las medidas de protección económica para los más desprotegidos o si habrá una moratoria para el pago de los servicios públicos.

El comandante guerrillero y general en retiro, Hugo Torres Jiménez, dijo que el discurso del presidente “sirvió para justificar su inercia y falta de acción frente a la pandemia, señalando que, si los países desarrollados no la habían logrado frenar, qué podemos hacer nosotros con nuestros pocos recursos”.

“Estoy convencido que esta pandemia, este virus que se ha multiplicado por todo el planeta y donde ahí sí que no hay fuerza alguna que pueda bloquearlo, no hay barrera alguna que pueda bloquearlo, no hay muro alguno que pueda bloquearlo. No hay manera. No hay multimillonario alguno que pueda bloquearlo”, resaltó Ortega.

En el campo económico, el comandante tampoco se refirió a las recientes proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), que calculan que la economía nicaragüense decrecerá un -6% y un -4.3%, respectivamente. Mientras, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha alertado que la crisis sanitaria “podría llevar a que Nicaragua ligue tres años consecutivos de contracción económica”.

“Lo único que dijo: ‘Vamos a seguir como estamos, aquí no nos vamos a morir de hambre, el campesino sabe sembrar y el ganadero sabe producir”, comentó Torres.

Ortega justificó que no decreta una cuarentena obligatoria porque “si se deja de trabajar, el país se muere, y si el país se muere, el pueblo se muere, se extingue”.

Prueba de vida: mostrarlo ante sus seguidores

Los tres opositores coincidieron en que uno de los motivos de la reaparición de Ortega fue mostrarlo ante sus seguidores, y demostrarle al mundo que está a cargo del país, aunque no señalara directrices concretas. Durante su prolongada ausencia de 34 días, Ortega fue noticia mundial en medio de la pandemia, con rumores sobre complicaciones médicas a sus 74 años de edad, o incluso muerte.

“Nicaragua necesita un mandatario que diga ‘este es el plan de acción’, que muestre que está a cargo de la situación”, subrayó Tefel, quien agregó que Ortega demostró que “está vivo, pero no está a cargo de nada”.

Para Torres, la reaparición del caudillo fue para tranquilizar a sus bases, dentro de la cuales “ya había mucha inquietud y especulación al respecto” de la ausencia del líder.

“Esa especulación los lleva a cuestionar al líder indiscutible, eso lleva a empezar a desmitificar al líder mesiánico, y por lo tanto tenían que hacerlo aparecer en público, sino lo hicieron antes es porque seguramente su estado de salud no lo permitía”, valoró el general en retiro.

Ortega no se refirió en ningún momento a su larga ausencia. Su aparición pública anterior había fue el pasado 12 de marzo, en un encuentro virtual con los presidentes y jefes de Estado del Sistema de Integración Centroamericana (SICA).

El pasado 13 de abril, Ortega rompió su propio récord de ausencias en el cargo. La última larga ausencia de Ortega fue entre el 21 de febrero y el 21 de marzo de 2019, cuando acumuló 28 días sin aparecer, según verificó CONFIDENCIAL con el registro de cada una de sus actividades durante los últimos dos años.

 

 

 

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