Derechos humanosDictaduraPolíticaRelaciones internacionalesViolencia

Debe quedar claro que el Gobierno no perseguirá opositores de Maduro en territorio nacional

No pueden caer en saco roto las denuncias sobre una presunta cacería de opositores al régimen de Nicolás Maduro en el continente. El trabajo periodístico sobre este caso, divulgado por Noticias Caracol, presentó pruebas de cómo desde Caracas se viene promoviendo una persecución a personas señaladas por Miraflores de estar detrás de una supuesta conspiración para derrocar a Maduro, como resultado de una reunión que sostuvieron en Cúcuta.

De acuerdo con lo revelado, las acciones se han concentrado en Chile y Colombia. En el país austral, el ‘Tren de Aragua’ secuestró y asesinó al exteniente del Ejército venezolano Ronald Ojeda. En zona de frontera, del lado colombiano, el Eln secuestró al capitán Ángelo Heredia para entregárselo a la Guardia Nacional, mientras que el líder estudiantil Pablo Parada, residente en Bogotá, fue víctima de un hostigamiento aún por aclarar en el occidente de la capital. De lo hallado por el trabajo periodístico se concluye que los servicios de inteligencia de Caracas recurrieron tanto al ‘Tren de Aragua’ como al ELN para ejecutar su plan. No es claro, y sería bueno saberlo, en quién se apoyaron para adelantar la operación contra Parada.
En un comienzo llamó la atención que no se produjera un pronunciamiento del Gobierno colombiano frente a los hechos denunciados. Se hizo entonces hincapié en el rechazo claro y contundente del presidente chileno a cualquier posible irrespeto a la soberanía de su país. Por suerte, el panorama cambió ayer con las declaraciones del canciller encargado, Luis Gilberto Murillo, quien no solo reivindicó la libertad de prensa, en alusión indirecta a un comentario desobligante de Nicolás Maduro sobre el medio de comunicación, sino que aseguró que buscaría tratar el tema próximamente con su homólogo. “Estamos revisando el caso, en esta semana tenemos reunión con el señor ministro de la Defensa para establecer realmente lo que pudo haber sucedido, o está sucediendo, y vamos a tener una reunión para mirar todos los temas de la relación bilateral con el canciller Yvan Gil”, declaró a Blu Radio. Una intervención oportuna y serena que debe ser refrendada por el Presidente.
Y es que las denuncias, como ya decíamos, son graves. Tienen implicaciones internacionales serias, como podría ser su incorporación a los hechos que investiga la Corte Penal Internacional que podrían constituir crímenes de lesa humanidad. En lo que concierne al país obligan, más allá de las palabras de Murillo, a despejar con contundencia cualquier duda sobre el compromiso de la recientemente renovada –en circunstancias espesas– Dirección Nacional de Inteligencia con la defensa de nuestra soberanía. También aportan nuevos elementos a la preocupación por “la pata” que tiene el Eln en el país vecino, donde es evidente su presencia y accionar, sobre todo en la región de Arauca, que limita con el estado de Apure. Cualquier avance en la negociación con este grupo tiene que incluir claridad total sobre el tipo de vínculo que tiene –si lo tiene– con el régimen de Maduro. El asunto debe entrar a hacer parte de la agenda, no puede seguir siendo, dicho coloquialmente, el elefante en la sala de los diálogos.

 

Botón volver arriba