Documental conmemora 40ta edición del libro de Carlos Rangel
«Del buen salvaje al buen revolucionario»
La obra apareció en 1976, cuando muchos en la región aún tenían una imagen romántica de la revolución cubana
Tiene el curioso mérito de haber sido odiado simultáneamente por la izquierda y por la derecha en América Latina y tras salir a la escena, a mediados de los años setenta, el libro terminó siendo prohibido por la dictadura anticomunista de Uruguay, y quemado por los estudiantes de inclinaciones revolucionarias de la Universidad Central de Venezuela.
Y sin embargo, el libro Del Buen Salvaje al Buen Revolucionario, del periodista venezolano Carlos Rangel, sigue siendo considerado por muchos como una de las obras esenciales para entender los mitos y las realidades de América Latina y ejerció gran impacto entre los intelectuales que se atrevían a denunciar al socialismo.
El escritor Carlos Alberto Montaner dijo haber sido uno de ellos.
YO NO CONOCÍA BUENOS REVOLUCIONARIOS Y ME PARECÍA QUE ERA REALMENTE PELIGROSO LO QUE ME ESTABA PROPONIENDO ESTE ESCRITOR
Carlos Alberto Montaner, escritor
“El título me alarmó”, dijo Montaner al describir su reacción cuando tuvo el libro por primera vez en sus manos. “Yo no conocía buenos revolucionarios y me parecía que era realmente peligroso lo que me estaba proponiendo este escritor”.
“Pero cuando comencé a leerlo fue una fascinación tremenda porque muchas de las ideas de Carlos eran las ideas que sosteníamos otras personas pero que él las estaba expresando de una manera muy firme, de una manera muy inteligente, y lo estaba diciendo muy bien”, manifestó Montaner, en un evento realizado esta semana en la Casa Bacardí para celebrar el cuadragésimo aniversario de la obra.
FUE UNA ESPECIE DE CRUZADA PERSONAL QUE BUSCABA ADVERTIR A LOS VENEZOLANOS SOBRE LOS RIESGOS DEL DENOMINADO CAPITALISMO DE ESTADO, QUE DABA AL SECTOR PÚBLICO FUNCIONES QUE EN REALIDAD NO LES CORRESPONDÍAN Y QUE ACOSTUMBRABA AL SECTOR PRIVADO A VIVIR BAJO UN MANTO DE SOBREPROTECCIÓN ESTATAL
Carlos Alberto Montaner, escritor
La obra tiene hoy tanta vigencia como el día que apareció, sostuvo el escritor cubano en el evento organizado por el Interamerican Institute for Democracy y por el Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (CEDICE).
“Es raro que un libro se sostenga durante tantas décadas, y que sostenga su frescura, y que sostenga realmente su importancia. El libro de Carlos, yo diría, es hoy más importante que hace 40 años cuando lo publicó”, expresó Montaner quien, al igual que el autor colombiano Plinio Apuleyo Mendoza, terminó siendo un cercano amigo de Rangel, y de su esposa, la periodista Sofía Imber.
La obra apareció en 1976, cuando muchos en la región aún eran arrastrados por una imagen romántica de la revolución cubana y buscaban respuestas a los problemas del subdesarrollo en libros como Las Venas Abiertas de América Latina, del escritor uruguayo Eduardo Galeano.
Del buen salvaje al buen revolucionario es un libro que aspiraba a desmontar los mitos de la política de la época, con una prédica que aspiraba a convencer a los habitantes de la región con un claro mensaje: la culpa de los problemas de los latinoamericanos no recae sobre Estados Unidos, ni sobre el colonialismo europeo, sino sobre los propios latinoamericanos.
“En sus páginas, el autor teoriza sobre los orígenes y destinos de Latinoamérica y las consecuencias que ese origen tiene sobre el desarrollo de los pueblos”, se explicó en el documental presentado durante el evento en la Casa Bacardí, en Coral Gables.
“Rangel con su texto, interrumpe la fiesta” de la corriente socialista que corría a lo largo de la región […] En medio de esa fiesta, “había una voz que distorsionaba y desafinaba un coro acostumbrado a acompañar una sola melodía”, se resaltó en el documental.
Durante sus casi 30 años de ejercicio periodístico e intelectual, junto con su esposa en el programa de televisión Buenos Días, Rangel advertía que incluso bajo el sistema democrático que regía, ya Venezuela estaba dando muestras de enfermedad con el sostenido crecimiento del poder económico y poder político del Estado.
Fue una especie de cruzada personal que buscaba advertir a los venezolanos sobre los riesgos del denominado capitalismo de Estado, que daba al sector público funciones que en realidad no les correspondían y que acostumbraba al sector privado a vivir bajo un manto de sobreprotección estatal que terminaba por arrebatarle su competitividad, se destacó en el documental.
Tristemente las advertencias emitidas por Rangel no fueron escuchadas por sus paisanos y del polvo del Capitalismo de Estado emergió el lodo socialista del Siglo XXI.