Editorial El Venezolano: Yo pisaré las calles…
La canción completa decía «Yo pisaré las calles nuevamente de lo que fue Santiago ensangrentada y en una bella plaza liberada me detendré a llorar por los ausentes». Se la oímos a muchos, incluidas nuestras cantantes, y la cantamos incluso para enamorar, en aquella Venezuela libre, civil y democrática que recibió tanto refugiado y tanto perseguido.
Por eso el caso de las deportaciones de Chile es para nosotros, en lo personal, una traición y una venganza. Que un funcionario pinochetista deporte venezolanos nos pega muy duro.
A cualquiera de los chilenos que llegaba a Caracas se le podia escuchar una historia épica y hermosa, que podía involucrar a algún funcionario venezolano que arriesgaba la vida por la lucha contra la dictadura de César Augusto Pinochet Ugarte.
Es muy fácil engolosinarnos en la crítica a Piñera, o al jefe de estado trinitario, pero hay que pensarlo mejor.
Todos esos actos deplorables certifican nuestra desgracia común, y común a todo el hemisferio:
Nicolás Maduro, es quien provoca lo ocurrido en Trinidad, en Guyana, en la frontera de Perú y ahora Chile.
Gracias a Dios queda gente sensata que actúa como el presidente Duque, que es el parámetro a seguir, ante la desgracia que tiene que vivir en estos tiempos de infamia un ciudadano venezolano.