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El bandazo político con Venezuela revela tensiones en el Gobierno

Carmen Calvo e Iván Redondo discutieron el viernes con Pedro Sánchez todas las opciones para atajar la crisis

La decisión de Pedro Sánchez de no recibir en La Moncloa al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidóasí reconocido por el propio Gobierno de España y por la Unión Europea, se suma al rocambolesco episodio protagonizado por el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, encontrándose de madrugada en Barajas con la vicepresidenta de Nicolás MaduroDelcy Rodríguez, uno de los 25 dirigentes venezolanos sobre los que pesa la prohibición de ingreso en territorio Schengen. Este bandazo radical en la política exterior, y el rosario de distintas versiones sobre la visita nocturna del ministro y número tres del PSOE, ponen de manifiesto el desconcierto que existe en el seno del Gobierno de coalición, uno de cuyos socios –Unidas Podemos– defiende a capa y espada el régimen tiránico de Maduro.

La sorprendente posición del Gobierno sin que mediara explicación alguna del viraje respecto a la decisión adoptada hace un año deja al desnudo las grietas en el seno de un Ejecutivo en el que la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, insiste en el reconocimiento pleno de Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional y presidente encargado de Venezuela, mientras el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, se refiere a él como «un político muy importante de la oposición» al que, añade, «la propia oposición le ha quitado el cargo de presidente de la Asamblea Nacional».

La confusión ha adquirido tintes de esperpento con el encuentro, primero negado, luego tachado de fortuito y finalmente aceptado con el conocimiento de tres ministros -González Laya, Grande-Marlaska y el propio Ábalos- entre el titular de Transportes y la vicepresidenta de Maduro. Un encuentro que se intentó mantener en secreto y que, nada más desvelarse, fue tachado de clandestino e indigno por la oposición –PPVox y Ciudadanos-, que no ha dudado en reclamar la dimisión del ministro.

MINIGABINETE PARA LA ‘CRISIS ÁBALOS’

La situación se enredó tanto que el viernes, a última hora, Sánchez convocó un mini gabinete para afrontar la crisis Ábalos, como se refieren a ella en Moncloa. Fuentes de Presidencia afirman que tras visitar las zonas afectadas por el temporal Gloria, el presidente decidió reunirse con sus más próximos para dar solución al caos informativo, político y diplomático abierto tras el encuentro entre el ministro y la vicepresidenta venezolana.

Según explican a este periódico fuentes cercanas al gabinete de Sánchez, la reunión se produjo poco después de que el ministro Ábalos expusiera su última versión sobre el encuentro con Delcy Rodríguez.

A la llamada del presidente acudieron la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y el jefe de Gabinete, Iván Redondo. Sobre la mesa, añaden las fuentes, se pusieron varias opciones e incluso se llegó a sugerir la posibilidad de contemplar la dimisión de Ábalos. Finalmente se acordó avalar al ministro y apoyar su última explicación. Esto es: que acudió a Barajas a encontrarse con su amigo el ministro de Turismo de Venezuela y, previamente advertido por los titulares de Interior y Exteriores, aprovechó la ocasión para advertir a Delcy Rodríguez de que su entrada en territorio español estaba prohibida. Ayer, a media mañana, Sánchez, que hasta entonces había evitado las preguntas de la prensa, se prestó a ofrecer la versión definitivamente pactada tras dos días de silencio: Ábalos se encontró con Delcy Rodríguez «para evitar un conflicto diplomático» con los socios de la UE, «y lo logró». De paso, el presidente aprovechó para arremeter contra la oposición.

El episodio, no obstante, ha generado heridas. El ministro de Transportes dejó entrever su malestar en una comparecencia de partido en Santiago de Compostela: «Yo he venido para quedarme y no me echa nadie; otros quizá estén en la política de paso (…) Yo estoy en esto desde el año 76, no estoy en una aventura».

Unos interpretaron que respondía así a las exigencias de dimisión por parte de la oposición -el líder del PP, Pablo Casado, advirtió ayer de que llevará este asunto al Parlamento y al ámbito europeo y, junto a Ciudadanos, está dispuesto a pedir una comisión de investigación en el Congreso-; otros, en cambio, pusieron el foco del malestar del ministro en círculos de La Moncloa.

LA POLÉMICA SALTARÁ AL CONGRESO

Comisión de Investigación. El Partido Popular y Ciudadanos se preparan ya para llevar al Congreso el giro de Sánchez en relación con Venezuela y el estrambótico encuentro entre el ministro Ábalos y la vicepresidenta de Maduro. Ambas fuerzas políticas estudian plantear una comisión de investigación sobre este último episodio.

Comparecencias. En cuanto el Congreso comience a funcionar con su rutina ordinaria en la segunda semana de febrero, la oposición reclamará, además de explicaciones al presidente del Gobierno y al ministro de Transportes, José Luis Ábalos, la comparecencia del titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, para que explique la presencia de Delcy Rodríguez, vetada por la UE, en el aeropuerto de Barajas.

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