Democracia y Política

El califato se desmorona

1470483820_139575_1470569808_noticia_fotogramaReducidos sus efectivos y recursos, ISIS pierde ahora territorio y capacidad de gestión en un califato disfuncional

El califato que Abu Baker el Bagdadí proclamara el 29 de junio de 2014 se desmorona. El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) pierde combatientes, recursos, y hoy, corre el riesgo de perder su territorio (reducido en un 45%) y marca distintiva frente al resto de movimientos yihadistas internacionales. El califato se juega su supervivencia en las ofensivas de Raqa, en Siria y capital del ISIS, Mosul en Iraq y, Sirte en Libia.

Fue en Mosul dos años atrás donde Al Bagdadi pronunció su primer sermón como califa instando a miles de musulmanes de todo el mundo, científicos, arquitectos y combatientes, a embarcarse en una hégira hacia su utópico reino. Hoy, llama a sus simpatizantes a actuar allí donde estén sin necesidad de emigrar. “Lo que hace del ISIS un pseudo estado es que posee una población permanente, un territorio definido y una especie de autoridad político-administrativa”, dice la investigadora Rudayna Al-Baalbaky, del Instituto Issam Fares en Beirut. Transcurridos dos años de bombardeos, la coalición internacional ha logrado infligir importantes perdidas tanto en las filas como en las arcas yihadistas. Igualmente, la presión de los diferentes servicios secretos ha logrado frenar el flujo de combatientes internacionales y expulsar al ISIS de redes sociales tan populares como Facebook o Twitter. Un desgaste que afecta al grupo terrorista en su capacidad de gobernar a las poblaciones dentro de su territorio.

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Una capital disfuncional

«Ningún Estado puede funcionar bajo constantes bombardeos «, valora Romain Caillet, experto francés en yihadismo. “Es inevitable que el ISIS entre en la clandestinidad pronto. El problema es que los muyahidines árabes pueden fundirse con las poblaciones de la región e incluso viajar, mientras que los extranjeros rubios de ojos azules y marcado acento no», remacha.

Una tendencia que Abu Ahmed, cofundador de Raqqa-SL, y grupo que cuenta con una veintena de informadores en Raqa, contrasta desde el califato. «Ahora los muyahidines se dejan ver menos en las calles por temor a los bombardeos. Incluso los nuevos administradores del ISIS ya no anuncian sus nombres públicamente como hacían antes», explica en una conversación vía Skype.

Con menguantes recursos, la administración del estado islámico comienza a mostrar serias disfunciones. Los ciudadanos de Raqa reciben las facturas de electricidad con el sello yihadista aunque tan solo obtengan cuatro horas de servicios diarios. Los comerciantes de peso recurren a los dinares de oro o plata acuñados por el califato, mientras que los civiles aguardan las transferencias en dólares de familiares emigrados. «Cambian las leyes a cada rato y ya no hay una estrategia clara «, recalca Abu Ahmed.

En los colegios del califato tan solo se registran los hijos de los muyahidines, mientras que los vecinos organizan grupos colectivos en sus casas para que sus hijos “aprendan a leer y escribir” relata un vecino de Raqa. Los mejores hospitales del califato son también coto reservado para los combatientes. Con la progresiva escasez de recursos, la teocracia venerada por el ISIS parece mutar en un régimen castrense que privilegia a los muyahidines ahondando el hartazgo de las poblaciones locales.

Clandestinidad y fusión de los yihadistas del ISIS

En Libia, la pérdida de terreno del ISIS es igualmente evidente. El grupo yihadista que desde  el verano pasado logró escarbar una zona de influencia de hasta 150 kilómetros alrededor de la ciudad de Sirte, pierde territorio. “Por lo que parece ahora algunos líderes del grupo ya abandonaron Sirte en dirección al sur antes de la batalla, ya sea para quedarse en esta región, o para cruzar la frontera hacia algún país del Sahel”, apunta Mohamed Eljarh, analista del think tank Atlantic Council.Tras la probable caída de Sirte, algunos milicianos podrían alistarse a otros grupos extremistas libios, como Ansar al-Sharia, o bien permanecer en el ISIS como células durmientes”, añade Eljarh, que cree que, en lugar de intentar controlar un territorio, la milicia yihadista podría basar su nueva estrategia en atentados terroristas.

Sin embargo, a diferencia de Libia o del Levante, el ISIS nunca ha conseguido arrebatar una franja de territorio al Estado egipcio de forma permanente, sino que actúa como una guerrilla. Sin que por ello haya disminuido la amenaza que representa Wilaya Sina (Provincia del Sinaí), filial local del ISIS. “Wilaya Sina ha reivindicado una media de 42 atentados al mes en 2016, el doble que en 2015, pero eso no significa necesariamente que el grupo sea más fuerte. Por ejemplo, es más capaz de aterrorizar a la población civil, pero menos de acometer un ataque a gran escala”, sostiene Allison McManus, encargada de un informe trimestral sobre la violencia en Egipto para el think tank TIMEP.

«Las fuerzas de seguridad egipcias han cosechado un éxito tremendo a la hora de neutralizar las células del ISIS fuera del Sinaí, el escenario más importante debido a su proximidad a la capital. En el Sinaí, la situación es más confusa», asevera Mokhtar Awad, un investigador egipcio de la Universidad George Washington. En parte, el problema es que está vetada la entrada a periodistas independientes lo que dificulta verificar las alegaciones de ambas partes. Un ejemplo de ello sucedió el pasado jueves, cuando el Ejército egipcio anunció la muerte en un ataque aéreo del presunto líder de la organización, Abu Duaa al-Ansari, desconocido hasta entonces.

Ante los síntomas de una progresiva desintegración del ISIS, surgen nuevas incógnitas frente a su posible mutación. ¿Quién ocupará su territorio? ¿A dónde irán a parar sus combatientes?. “Aunque estén perdiendo en todos los flancos desde Irak a Siria o Libia, por ahora la consigna de los líderes yihadistas es quedaros y luchar para salvar el califato”, responde Maya Yahia, directora del Centro Carnegie de Beirut.

50 MESES DE CALIFATO

N.S- BEIRUT

  • Efectivos

2014: ISIS cuenta con 35.000 combatientes, más del 30% extranjeros y 5.000 de ellos europeos.

2016: la Coalición asegura haber acabado con el 30% de los yihadistas.

  • Territorio

2014: ISIS está presente en 7 países y controla el 50-55% de Siria y el 30-40% de Irak.

2016: ISIS dispone de ramas plenamente operativas en 18 países (ver mapa) pero pierde 45% del territorio que controlaba en Iraq y 20% en Siria.

  • Lucha anti-ISIS

2014-2016: ISIS mata a 1.400 personas en atentados perpetrados por yihadistas retornados, simpatizantes o lobos solitarios fuera de su territorio.

Desde septiembre de 2014: La Coalición liderada por Estados Unidos ha lanzado más de 13.000 bombas sobre objetivos del ISIS y sumado más de 60 naciones aliadas en la lucha antiterrorista.

  • Mutaciones del ISIS

1999: Yamaat al Tawhid wa al Yihad (en Irak)

2004: Se suma a Al Qaeda en Irak

2006: Surge el Estado Islámico (EI) en Irak tras que Al Bagdadi y otros líderes yihadistas coincidieran en la prisión irregular de Bucca Camp, establecida por soldados norteamericanos en el país.

2013: Pasa a llamarse Estado Islámico en Irak y el Levante (ISIL)

2014: ISIL se escinde de Al Qaeda

29 de junio de 2014: Abu Baker al Bagdadi proclama la creación de un califato bajo el Estado Islámico que abarca desde Iraq a Siria con capital en Raqa.

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