El Congreso de Colombia elimina la reelección presidencial
Tras ocho debates y con una amplia mayoría, la Cámara de Representantes de Colombia ha eliminado este miércoles la reelección presidencial, de la que se benefició el actual presidente, Juan Manuel Santos y su predecesor, Álvaro Uribe. La iniciativa que forma parte de la reforma reforma constitucional de equilibrio de poderes que se viene discutiendo desde septiembre de 2014 y que ahora pasará a sanción presidencial.
Con 90 votos a favor y 10 en contra, se establece que “no podrá ser elegido presidente de la República el ciudadano que a cualquier título hubiere ejercido la presidencia”. El texto de la enmienda advierte que esa figura solo podrá revivirse con una constituyente o un referendo de iniciativa popular.
Esta fue una de las propuestas que llevó el actual presidente, Juan Manuel Santos, al Parlamento colombiano tras su reelección, por considerar que esta figura, implementada en 2004 para permitir un segundo mandato del entonces presidente Álvaro Uribe, rompió con la tradición de pesos y contrapesos entre las diferentes ramas del poder público. “Desmontar la figura de la reelección es la puerta de entrada al restablecimiento del equilibrio de poderes en nuestro país”, dijo Santos cuando presentó la iniciativa después de una reñida campaña electoral en la que el candidato uribista, Óscar Iván Zuluaga, ganó la primera vuelta.
A esta reforma se opuso precisamente la bancada uribista del Centro Democrático, ya que sostiene que con su aprobación se está evitando una nueva postulación del expresidente. En el último debate, el representante de ese partido, Edward Rodríguez, intentó introducir una proposición para permitir que Uribe se lanzara en 2018, pero fue derrotada porque debió haberla presentado desde el primero de los ocho debates que deben surtir las enmiendas constitucionales. Al ser eliminada la reelección, el congresista señaló que esta reforma fue una “revancha contra el expresidente Álvaro Uribe”.
En la reforma también fue sancionada una inhabilidad para lanzarse a la presidencia a quien haya ejercido el cargo de “vicepresidente, ministro, magistrado, procurador general, defensor del pueblo, contralor general, fiscal general, registrador nacional, comandantes de fuerza pública, gobernador o alcalde”, un año antes de realizarse las elecciones presidenciales, con lo que obliga a todos estos funcionarios a renunciar para poder postularse al cargo.
El Congreso también aprobó que los candidatos a la presidencia y vicepresidencia que logren la segunda votación obtengan de manera automática un asiento en el Senado. Esta reforma empezará a funcionar a partir de las presidenciales de 2018. Con la enmienda constitucional se mantiene el período de los gobernantes en cuatro años sin la posibilidad de volver a aspirar y retoma la vieja tradición colombiana de recambio en el poder