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El editorial de Fabián Medina en La Prensa: “la tierra es plana”

 

 

 

<El articulista obvia el hecho fundamental, que es el fracaso sistémico en que ha derivado este modelo, y cierra con la vulgaridad de hacer sorna de quienes, como Monseñor Báez y otros analistas de diversas inclinaciones políticas, han insistido que es urgente e indispensable un CAMBIO de sistema político en Nicaragua, que es esencial abrir un proceso radical de democratización del país.>>

Diría que sorprende la postura del articulista Fabián Medina en La Prensa en un artículo reciente. Sorprende, porque Medina ha venido señalando la deriva de la actual dictadura. Sin embargo, su cierre, la conclusión de su escrito, esta vez, se ajusta claramente a la línea editorial de la Prensa, que busca la neutralización de voces honestas, como la de Mons. Silvio Báez, que insisten en la urgencia de cambiar de raíz el sistema político de Nicaragua.

“La tierra es plana”

Hay una línea de opinión entre ciertos participantes del mundo político y periodístico nicaragüense que, como si fuesen terraplanistas (aquellos que niegan, contra toda evidencia, la forma esférica de nuestro planeta) sobrepasa incluso los sesgos de confirmación o de valoraciones distintas sobre un hecho que son un reto para todos los seres humanos, y contraría toda la evidencia, intenta negar la realidad. Ven y no ven, o creen ver hechos que son totalmente contrarios a lo que es ya evidente.  Así, por ejemplo, se aferran al disparate de intentar reeditar un 1990, cuando los antecedentes, las condiciones y el contexto no son comparables.

El editorial de Medina es un interesante ejemplo de ese fenómeno. A pesar del repaso que hace, como introducción, de los desmanes del poder concentrado que propicia el modelo político nicaragüense, el articulista obvia el hecho fundamental, que es el fracaso sistémico en que ha derivado este modelo, y cierra con la vulgaridad de hacer sorna de quienes, como Monseñor Báez y otros analistas de diversas inclinaciones políticas, han insistido que es urgente e indispensable un CAMBIO de sistema político en Nicaragua, que es esencial abrir un proceso radical de democratización del país.

No todo opositor es un demócrata

Vale la pena leer el editorial con un espíritu crítico, porque es un claro ejemplo de que no todos los que se oponen al dictador de turno desean la democratización de Nicaragua, o entienden el término democracia de la misma manera que lo define el diccionario.

Engañándonos no llegaremos a ninguna parte, hay que salir de la dictadura, no seguir intentando o promoviendo la idea de que es posible transar con ella. Debemos estar claros, por ejemplo, de que la Justicia no es un “disparate”, para usar el término que emplea Medina en su artículo, y es más que un imperativo moral: es una necesidad vital.  También debemos estar claros de que exigir democracia no es equivalente a pedir “el reino de los cielos”, como implica Medina. Y al exigir democracia, al exigir justicia, al exigir cambio de sistema, los ciudadanos que así se posicionan, como Monseñor Báez, no son culpables de impedir que acabe la tragedia del país, como el editorialista afirma.  En todo caso, culpables son quienes pretenden suplantar la necesidad de salir de la dictadura por un volver a cohabitar con ella, y no dejan de oxigenarla con su complicidad y su difusión de falsedades terraplanistas.

 

 

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