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El Ejército toma el poder en Sudán y deja bajo arresto domiciliario al presidente Al Bashir

El Ejército se ha desplegado desde primera hora de la mañana en carreteras y puentes clave de la capital y en torno a la sede del Ministerio de Defensa y ha suspendido la Constitución

Las multitudinarias protestas de los últimos días en la capital de Sudán, Jartum, han forzado la dimisión del presidente del país, Omar al Bashir, como ya sucediera con su homólogo argelino Abdelaziz Bouteflika hace apenas 10 días. Al Bashir, en el poder desde 1989, ha presentado este jueves su renuncia para dar paso a un consejo militar de transición que gestionará el rumbo del país durante los próximos dos años, según anunció el jefe del Estado Mayor, Kamal Abdel Maaruf. Pasado este periodo se celebrarán elecciones presidenciales. Al Bashir, de 75 años, se encuentra bajo arresto domiciliario en la residencia presidencial ubicada en la sede del ejército.

El Ejército se desplegó a primera hora de la mañana en carreteras y puentes clave de la capital y en torno a la sede del Ministerio de Defensa, donde había miles de manifestantes congregados que han estallado en júbilo al conocer la noticia confirmada, en un primer momento, por un ministro provincial. «¡Ha caído, hemos ganado!», coreaban los presentes, algunos de los cuales llevan cinco noches acampados ante la sede militar. Los manifestantes han anunciado que no aceptarían un gobierno militar para suceder al presidente Al Bashir. Antes del anuncio de Maaruf, la cadena de televisión y radio local hacían sonar canciones patrióticas y marchas militares, lo que algunos medios describen como un preámbulo a un cambio de régimen.

El ministro de Defensa sudanés, Ahmed Awad Ibnouf, anuncia que el presidente Omar al-Bashir fue destituido del poder
El ministro de Defensa sudanés, Ahmed Awad Ibnouf, anuncia que el presidente Omar al-Bashir fue destituido del poder

La cadena Al-Hadath señala que cerca de 100 allegados al veterano mandatario también han sido detenidos; entre ellos, el actual presidente del partido gobernante Congreso Nacional, Ahmed Mohammed Haroun, el exministro de Defensa, Abdel Rahim Mohammed Hussein, y el ex vicepresidente primero, Ali Osman Mohammed Taha.

A principios de esta semana, Estados Unidos, Gran Bretaña y Noruega se posicionaron, por primera vez, a favor de los manifestantes: «Ha llegado el momento de que las autoridades sudanesas respondan a estas demandas populares de manera seria», decía el comunicado realizado por las embajadas de estos países en Jartum. Además, hicieron un llamamiento a una transición del poder pacífica: «Las autoridades sudanesas ahora deben responder y entregar un plan creíble para esta transición política. El no hacerlo conlleva el riesgo de causar mayor inestabilidad. El liderazgo sudanés tiene la seria responsabilidad de evitar tal resultado», reza el comunicado.

 

 

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