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El método yugoslavo del gobierno cubano para asfixiar las protestas en la isla

El Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC) catalogó la primera reacción de Miguel Díaz-Canel ante las protestas en la isla del 11 de julio, como “equiparables por su entidad y gravedad a las de Radovan Karadzic, ‘el carnicero de Bosnia’”.

 

Han pasado casi dos semanas desde que las protestas cubanas inundaron las calles de distintas ciudades de Cuba. En La Habana, Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos y Santiago de Cuba miles de personas salieron a manifestarse contra el Ejecutivomotivadas por la grave escasez de alimentos y medicinas, los apagones de luz que se han reportado en algunas de las regiones más humildes en los últimos meses y las penurias que vive la isla, las cuales se han ido agravando cada vez más por la crisis sanitaria causada por el coronavirus.

Desde el inicio de las protestas hubo denuncias por interrupciones del servicio de internet en algunas zonas, atribuidos al régimen que encabeza Miguel Díaz-Canel. El despliegue de policías y fuerzas especiales derivó rápidamente en testimonios y videos de la detención y la represión violenta a manifestantes en San Antonio de los Baños y en La Habana.

A la fecha, el gobierno de Díaz-Canel solo ha confirmado una persona fallecida producto las protestas masivas en los últimos días. No obstante, varias denuncias de la organizaciones de la sociedad civil confirman que hay más de 5.000 personas encarceladas o siendo investigadas, entre ellas, más de 120 entre activistas y periodistas independientes.

Tras las primeras manifestaciones de los cubanos, con gritos a favor de la libertad y el fin de la dictadura, el 11 de julio el presidente Miguel Díaz-Canel, entregó sus primeras declaraciones asegurando que “la orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios”. Llamando así a una guerra civil en la isla.

Sus dichos, fueron rápidamente criticados por el Consejo para la Transición Democrática en Cuba, organización que catalogó los dichos de Díaz-Canel como equiparables “por su entidad y gravedad” a las de Radovan Karadzic, “el carnicero de Bosnia”, expresidente y genocida bosnio.

Para el CTDC, esta comparación entre el dictador cubano y el presidente genocida alude a que el Gobierno de Cuba “ha seguido el modelo yugoslavo” a la hora de enfrentarse a los manifestantes, con una convocatoria desde el Estado a una potencial masacre.

El régimen ha ejercido una dura represión contra ciudadanos para detener a manifestantes, en su mayoría jóvenes. La organización cubana lamenta las palabras del gobernante Díaz-Canel, al igual que criticó que estas no hayan sido denunciadas por las más altas instancias de las Naciones Unidas y su Consejo de Derechos Humanos.

Un silencio que revela “las debilidades de una organización global que no acaba de entender que la única garantía de paz entre los Estados radica en la paz al interior de los Estados”, detalla el texto del Consejo para la Transición Democrática de la isla.

En tanto, la comparación que hace la CTDC en los dichos de Díaz-Canel al método yugoslavo liderado por Radovan Karadzic, el ex líder serbobosnio, llamado por muchos el “carnicero de Bosnia”, se debe a su apología de limpieza étnica. Karadzic se ha convertido en el criminal de guerra más buscado de Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Al “carnicero de Bosnia”, se le considera responsable de la mayor masacre acontecida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial por el asesinato de más de 8.000 hombres y niños. En su minuto, fue acusado por el Tribunal Internacional para la ex-Yugoslavia en 1995, por dos cargos de genocidio, cinco cargos de crímenes contra la humanidad, tres cargos de violaciones a la leyes de guerra y un cargo de infracción grave a la convención de Ginebra.

Este Tribunal había condenado inicialmente a 40 años de cárcel a Karadzic, sin embargo, en 2019 la pena se elevó en apelación a cadena perpetua por genocidio, crímenes de guerra y contra la Humanidad, en una sentencia definitiva que puso fin a uno de los juicios más relevantes para la historia mundial.

¿Qué pasa hoy en Cuba?

Han pasado dos semanas del inicio de las protestas y aún no existen datos oficiales de cuántos heridos, detenidos y desaparecidos se han registrado. No obstante, lo que sí se sabe, según denunció Cuban Prisoners Defenders, es que “a cientos de detenidos se les está aplicando juicios sumarios mediante la figura legal de atestado directo, que vulnera el derecho a una legítima defensa”.

“Se trata de un proceso policial, no judicial en el que la Policía inicia, interviene y controla todo el proceso, incluso el señalamiento de la fecha del juicio. Una vez que los agentes indican al juez que el proceso será por ‘atestado directo’, ellos mismos establecen la vista oral con el juez, sin que el fiscal, ni abogado, ni acusado estén presentes o conozcan la causa en dicha reunión“, detalla CPD.

Según la ley, el juicio se lleva adelante incluso si el acusado no cuenta con un abogado defensor. En la práctica, los acusados muchas veces son informados a última hora que necesitan un abogado. Si no logran contratar uno, van a juicio sin representación legal.

Agregan que “el acusado no tiene acceso en ningún momento al expediente, que consiste en un informe resumido acusatorio y no es redactado por un fiscal sino por el agente policial. El fiscal puede optar por no participar, y el juicio seguirá adelante sin él”, explica el documento.

Conocido fue el caso que removió a Cuba los últimos días, cuando el conocido fotógrafo cubano, Anyelo Troya, fue condenado a un año de prisión por desorden público, junto a otros doce jóvenes más quienes recibieron la misma sentencia. Según información confirmada al medio independiente cubano, 14ymedio, Troya y los otros jóvenes habrían sido enjuiciados por atestado directo.

“Mi hijo solicitó permiso al juez para hablar. Le dijo que tenía derecho a un abogado, que tenía derecho a ser defendido. Enseguida fueron para arriba de él dos oficiales y le pusieron las esposas”, cuenta la madre del fotógrafo, Raisa González, en conversación con el medio 14ymedio.

“En la estación de policía de 100 y Aldabó me dijeron que me llamaban para avisarme del juicio, pero nunca lo hicieron. Ahora recogí sus pertenencias, incluida su cámara, aún no aparece su celular. En esa unidad me dijeron que el móvil estaba en la estación de Zanja y en Zanja me dicen que está en 100 y Aldabó”, relata González. “Me siento muy mal, mi hijo es artista”.

Esto también fue confirmado por el director de Human Rights Watch para las Américas, José Miguel Vivanco, quien denunció en su cuenta de Twitter que el caso de Troya fue un proceso sumario, que no tuvo abogado defensor, no le avisaron a su familia, y sus familiares tampoco obtuvieron una copia de su sentencia, escribió en Twitter.

En tanto, el Consejo para la Transición de la Democracia pidió la “inmediata liberación” de todos los encarcelados y anunció la creación de una red de apoyo para sus familiares “con el fin de buscarles asesoría jurídica y visibilidad nacional e internacional”.

Quien también se refirió al tema, fue el gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, quien sancionó al ministro de Defensa Cubano y a la unidad militar denominada: boinas negras.

“Condeno inequívocamente las detenciones masivas y los juicios simulados que están condenando injustamente a prisión a quienes se atrevieron a hablar en un esfuerzo por intimidar y amenazar al pueblo cubano para que callara”, dijo Biden en un comunicado. “El pueblo cubano tiene el mismo derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica que todas las personas”, además de advertir que esto solo es el principio.

Otro método de represión utilizado por el gobierno de Díaz-Canel han sido los Comités de Defensa de la Revolución, que fueron creados por Fidel Castro para defender la patria, la revolución y las conquistas del socialismo y que hoy están siendo utilizados para que los vecinos partidarios al régimen pueden espiar a los ciudadanos que se manifiestan contra el gobierno del dictador.

Algunos analistas internacionales consideran que los comités actúan como una policía secreta o espías del gobierno, que buscan garantizar la continuidad del sistema político vigente.

Semanas intensas en Cuba, y que hasta el momento no tienen por donde acabar. La represión policial, los detenidos, desaparecidos y la violencia es algo que mantiene alerta a las instituciones de Derechos Humanos, pues ya van más de 40 organizaciones y medios de comunicación han condenado la “represión del gobierno cubano” contra las protestas de los últimos días.

 

 

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