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El partido de Macron logra la mayoría absoluta en las legislativas francesas, según las estimaciones de voto

Dimite el líder socialista francés tras la histórica derrota en las legislativas. El Frente Nacional se quedaría de nuevo sin alcanzar su meta de tener grupo propio, aunque Marine Le Pen sí será elegida diputada por primera vez

Las primeras estimaciones de voto dan la victoria al partido de Emmanuel Macron en la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas.

El partido del presidente francés, La República en Marcha! (LRM), y sus aliados conseguirían una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, pero con menos votos de lo esperado, según las primeras proyecciones de las legislativas. De acuerdo a diversos institutos, alcanzarían entre 355 y 425 de los 577 escaños, muy por encima en cualquier caso de los 289 que marcan la mayoría absoluta.

El partido conservador Los Republicanos queda como segunda fuerza a gran distancia, con entre 95 y 133 diputados, mientras que se confirma la debacle histórica del Partido Socialista, que hasta ahora controlaba la mayoría en la Asamblea Nacional y se quedaría con entre 27 y 49 diputados junto a sus socios ecologistas, un resultado catastrófico que ya ha supuesto la dimisión inmediata de Jean-Christophe Cambadélis, líder del PS.

«Hay que construir una nueva oferta política de izquierdas para contrarrestar el neoliberalismo y el nacionalismo», indicó Cambadélis, quien señaló que una dirección colectiva se hará cargo del partido.

La Francia Insumisa, del izquierdista Jean-Luc Mélénchon parece cerca de conseguir su objetivo de poder formar grupo parlamentario propio, para lo que se necesitan 15 escaños, ya que los institutos demoscópicos le dan entre 15 y 30 diputados.

Por el contrario, el ultraderechista Frente Nacional se quedaría de nuevo sin alcanzar su meta de tener grupo propio, aunque puede haber obtenido un mejor resultado del que apuntaban los sondeos, con entre 4 y 8 actas.

La líder de la extrema derecha francesa Marine Le Pen sí será elegida por primera vez diputada en Francia en su feudo de Hénin-Beaumont (norte). Louis Aliot, vicepresidente del Frente Nacional y pareja de Le Pen, también será elegido diputado, según anunció a la AFP.

La segunda vuelta de las legislativas aparece marcada por la altísima abstención, que ha situado la participación, a falta de confirmarse, en torno al 42 %, lo que marca un récord histórico en la V República, fundada en 1958.

La crisis económica de la oposición

La renovación política encabezada por el joven presidente de la República tendrá grandes consecuencias sobre la economía de los partidos. Por cada voto obtenido se percibe una subvención pública anual de 1,68 euros. Tras las anteriores elecciones, los socialistas han venido cobrando casi 20 millones al año desde 2012 (sumaron 11,5 millones de votos) y los gaullistas, con 10 millones de votos, un poco menos. De confirmarse las tendencias de la primera vuelta, el domingo pasado, en adelante la subvención pública al PS quedará por debajo de los tres millones anuales, y la de los gaullistas, por debajo de diez.

Los socialistas tendrán que vender, muy probablemente, su sede histórica en la calle Solférino para poder sobrevivir, además de reducir la estructura del partido al mínimo imprescindible, y los gaullistas deberán despedir a muchos de sus empleados.

También entre los asistentes parlamentarios se vivirá una hecatombe. Entre 1.200 y 1.400 serán despedidos, porque el diputado al que servían será sustituido por uno de La République en Marche! que traerá consigo sus propios colaboradores. Se calcula que las indemnizaciones por esos despidos rondarán un total de 40 millones de euros, a cargo del contribuyente.

Es muy difícil que el Frente Nacional, cuya líder, Marine Le Pen, logró el 34% de los votos en la segunda vuelta de las presidenciales, y que Francia Insumisa, el movimiento con el que Jean-Luc Mélenchon sumó el 19,5%, alcancen más que un puñado de diputados. Ante una Asamblea Nacional prácticamente monocolor, se teme que la oposición política se desplace a la calle en cuanto el nuevo gobierno presente a la cámara, en septiembre, su proyecto de reforma laboral.

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