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El peronismo no kirchnerista busca su destino

Alternativa Federal discute candidaturas que puedan vencer tanto a Cristina Kirchner como a Macri en las generales de octubre en Argentina

Cuando la defensa se preparaba para resistir un penal, Cristina Fernández de Kirchner envió la pelota a la cabeza de Alberto Fernández en el centro del área. La fórmula presidencial Fernández-Fernández, con Kirchner en segundo lugar, obligó a un rápido movimiento de jugadores. El gobierno ha decidido, por ahora, esperar, mientras ratifica que Mauricio Macri irá por la reelección en las generales de octubre. Más complicado se le ha puesto al peronismo no kirchnerista, que debe neutralizar la sangría de figuras hacia las filas de la expresidenta, en carrera como favorita en todos los sondeos.

La ola expansiva de la bomba que disparó Kirchner el sábado ha llegado, por fin, a Alternativa Federal. El frente nació bajo el ala de gobernadores peronistas de buena relación con Macri, como el salteño Juan Manuel Urtubey o Juan Schiaretti, recién reelegido en Córdoba, el segundo distrito electoral del país, con más del 50% de los votos. Schiaretti no será candidato. Urtubey, en cambio, disputa el liderazgo con Sergio Massa, exjefe de ministros de Cristina Kirchner y el mejor posicionado del grupo en las encuestas, y Roberto Lavagna, el economista que timoneó la crisis de 2001 hasta que rompió con Néstor Kirchner. También juega el senador Miguel Ángel Pichetto, con escasas opciones presidenciales.

Alternativa Federal es un espacio de intenciones variadas, que había decidido dirimir sus diferencias en las elecciones primarias previstas para el 22 de junio. Pero la jugada de ajedrez de Cristina Kirchner ha adelantado los dolores del parto.

El frente peronista se presenta como una “tercera vía” para aquellos que están por encima de “la grieta”, como llaman en Argentina a la fractura política entre macristas y kirchneristas. En ese juego de trapecios, sus líderes han mantenido buena sintonía con Macri, distancia de Cristina Kirchner y una posición ambivalente con respecto al Partido Justicialista, la estructura institucional del peronismo. El macrismo llama a sus miembros “peronistas racionales”, contracara de la “irracionalidad” que, según su lectura, representan los kirchneristas.

Cuando la expresidenta dijo que no sería candidata a presidente, Alternativa Federal quedó ante una encrucijada. Si sus hombres siguen en carrera, corren el riesgo de cargar con la mochila de un segundo mandato de Macri, fortalecido ante las urnas por las divisiones en el peronismo. Si, en cambio, se deciden por Cristina Kirchner, desandarán el camino recorrido sobre la “tercera vía” y traicionarán a sus potenciales votantes. En cualquier caso, el frente no tiene aún la solución.

El efecto inmediato de la fórmula Fernández-Fernández en Alternativa Federal ha sido el alejamiento de Lavagna, que se niega a participar de elecciones primarias y exige una proclamación por consenso. El exministro de Economía de Néstor Kirchner, considerado un moderado por los mercados, no asistió este miércoles a la reunión que mantuvieron Massa, Urtubey, Pichetto y Schiaretti. El encuentro se realizó en el bunker de Massa en Buenos Aires y la foto mostró a los cuatro ante un cartel que decía “Hay Alternativa”.

“Nos hemos reunido para reactivar el compromiso con un espacio abierto y diverso que pueda esclarecer a un enorme porcentaje de argentinos que no quieren ni al kirchnerismo y ni al macrismo”, dijo Urtubey al final de la reunión. Schiaretti, en tanto, difundió un vídeo grabado con el acuerdo de sus socios donde llamó a sumarse al espacio a Daniel Scioli, el candidato kirchnerista que perdió ante Macri en las elecciones de 2015, y hasta Marcelo Tinelli, un popular conductor de televisión que lleva meses coqueteando con la política.

Schiaretti, erigido en articulador del espacio tras su arrollador triunfo en Córdoba, se reunió el martes por la noche con Macri, a quien considera un viejo amigo. El miércoles, insistió en la necesidad de “superar la grieta” y puso un cortafuego a las intenciones de Lavagna de ser ungido por aclamación, sin internas. “Los que pretendan ser candidatos deben competir en las PASO [primarias abiertas, simultáneas y obligatorias] y ahí elegiremos nuestro candidato a presidente”, dijo. El tablero, sin embargo, tiene complicaciones extraordinarias. Massa, el hombre con mayor intención de voto detrás de Kirchner y Macri, no ha decidido aún si juega para Alternativa Federal o decide, finalmente, subirse de alguna manera al kirchnerismo, el espacio que hoy considera con más posibilidades de ganar las elecciones. De la decisión de Massa dependerá el futuro del peronismo federal.

 

 

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