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El PP trabaja en un escenario de posible adelanto electoral

                        Isabel Díaz Ayuso durante el congreso del PP de MadridJAIME GARCÍA

«No hay opción, las elecciones se tienen que celebrar en diciembre de 2023. Eso es mandatorio, constitucional. Este Gobierno, a diferencia de otros partidos, cumple siempre con la Constitución». Antes de irse de vacaciones, Pedro Sánchez reiteró ante los medios de comunicación, en su balance de fin de curso, que las elecciones generales serán en diciembre del año que viene, sin dejar opciones a la posibilidad de un adelanto electoral. En el segundo semestre del año, España tendrá la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, y Sánchez se aseguraría así un papel protagonista, que podría reforzar su imagen justo antes de las generales.

En Génova escuchan a Sánchez con escepticismo. «Ha mentido tantas veces que nunca se sabe si lo que dice ahora es verdad o no», comentan fuentes populares. La conclusión de la que parten los dirigentes del PP es que Sánchez convocará las elecciones cuando mejor le venga a él desde el punto de vista personal para intentar seguir en La Moncloa, sin atender a los intereses de los ciudadanos.

En teoría, y según las palabras del presidente del Gobierno, aún queda más de un año de legislatura, y ese es el escenario previsible en este momento. Pero en la dirección nacional del PP trabajan con otra opción, que no descartan en absoluto: un adelanto electoral, para que las generales coincidan con las autonómicas y municipales de mayo de 2023.

Las encuestas reflejan una tendencia al alza del PP, con un PSOE a la baja, muy cerca de su teórico suelo electoral. En ese contexto, el tiempo corre a favor de Feijóo, al que acompaña además el calendario electoral. Las autonómicas de Andalucía han dado otro impulso al PP en el conjunto de España, y ante las elecciones autonómicas de mayo los populares tienen poco que perder y mucho que ganar. Esas elecciones no tocan en Galicia, Andalucía ni Castilla y León, por lo que las dos mayorías absolutas del PP, en esas dos primeras regiones, no corren peligro. En la Comunidad de Madrid podría mejorar su resultado, según las encuestas, y en Murcia también parece improbable un cambio. Así que por delante solo le quedaría ganar en alguna otra comunidad, como la Valenciana, o quizás Aragón, Extremadura o Castilla-La Mancha. Cualquiera de ellas sería un éxito para el PP.

¿Qué ganaría Sánchez entonces si adelanta las elecciones? Según interpretan en el PP, Sánchez podría ‘agarrarse’ a sus presidentes autonómicos y alcaldes, con más tirón y más popularidad que él en estos momentos, para intentar mantenerse a flote. El riesgo para el PSOE es que Sánchez acabara arrastrando a los suyos al fondo «como un lastre», comentan los populares con cierto regocijo. «Pero Sánchez mirará sobre todo por su interés, y si necesita a sus barones para tratar de resistir, los utilizará», concluyen los populares. En Génova, mientras tanto, el Comité de Dirección actúa como una especie de gabinete en la sombra, formado por gestores con experiencia ya ‘aprendidos’ para saltar al Gobierno.

 

 

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