“Sus Satánicas Majestades”, abrieron esta noche su presentación en la isla, única y gratuita, ante decenas de miles de asistentes no solo de La Habana sino llegados desde distintas provincias de la isla y también personas que tomaron el avión en otros países para no perderse el “show” especial prometido por los míticos músicos.
Al inicio del espectáculo, el vocalista y líder de The Rolling Stones, Mick Jagger, saludó al público en español con un “hola Habana, buenas noches mi gente de Cuba”.
La veterana agrupación rockera liderada abrió con “Jumping jack flash” para calentar su primera visita a la isla caribeña elegida para cerrar su gira latinoamericana “Olé Tour” que comenzaron en Argentina y luego siguió a Uruguay, Perú, Colombia, Brasil y México.
Mick Jagger, el guitarrista Keith Richards, el bajista Ron Wood y el batería Charlie Watts, llegaron a la capital cubana ayer jueves para realizar esta actuación que han catalogado de antemano como “Concierto de la Amistad”.
Al concierto, el primero gratuito que ofrece la mítica banda desde el que celebró en Río de Janeiro en 2006, será filmado para un documental sobre la gira de la banda responsable de éxitos como “Satisfaction” o “Start me up”, y será cedido para su exhibición en la televisión estatal cubana.
Grupos de fanáticos con camisetas negras estampadas con la imagen de la banda británica pasaron la noche en carpas o durmiendo en las aceras a la espera del inicio del espectáculo.
“No pudimos ser de los primeros, pero desde este lugar no nos vamos a perder ningún detalle”, dijo Swnien Morera, 27 años, de pelo y uñas azules, poco antes del inicio.
Un fuerte dispositivo de seguridad policial garantiza la tranquilidad del concierto, donde rige una prohibición de ingerir bebidas alcohólicas.
Tres días después de la también histórica visita a Cuba del presidente estadounidense Barack Obama, la banda británica, que cierra en la isla su gira “América Latina Olé”, hará vibrar a golpe de decibelios la Ciudad Deportiva, inaugurada antes de la revolución de Fidel Castro en 1959.
Pese a la ausencia de promoción publicitaria, salvo por su mención en la prensa estatal, miles de personas seguían llegando después del inicio.
El país de la salsa, la trova y el son se preparó durante semanas para que sus “majestades satánicas” tocaran el Viernes Santo con un escenario de 80 metros de largo y 10 pantallas gigantes.
Los Rolling Stones sellarán a lo grande la reconciliación de Cuba con el rock. Un equipo ultramoderno de 1.300 kw y ocho repetidores de audio hacen que hasta los vecinos del lugar sientan la música en sus casas.
“Este concierto va a ser bueno porque se va a comprender definitivamente que el rock no era la música del enemigo. Las revoluciones no tienen que ser cerradas”, comentó Marco Antonio Morales, un profesor universitario de México, de 42 años.
Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ronnie Wood aterrizaron el jueves en la isla y prometieron un espectáculo especial. “Hola Cuba”, escribieron en su cuenta de Twitter.
Fidel Castro arremete contra los rockeros en 1963
Fragmento del discurso pronunciado por Fidel Castro en la escalinata de la Universidad de la Habana, el 13 de marzo de 1963, donde hace referencia a rockeros y homosexuales. Tomado del documental «Sexo, historias y cintas de video» (2007), del realizador cubano Ricardo Figueredo.
Nunca hubo un decreto que prohibiera explícitamente el rock, pero la música “del enemigo” fue prohibida durante años por el régimen de Fidel Castro.
Imitar la vestimenta o la melena de los ídolos era considerado un “problema ideológico”.
Los cubanos recuerdan cómo en esa época escuchaban a los Beatles o a los Rolling Stones en la intimidad de sus cuartos en placas metálicas en forma de vinilos o cintas magnetofónicas que intercambiaban a escondidas.