El Salvador: las bases ya están puestas
Cuando el presidente Sánchez Cerén me llamó para ofrecerme volver a ser embajador en los Estados Unidos, y formar parte de su gobierno, no dudé en aceptar. Mi llegada, debo confesar, no fue sencilla. De inicio viajé a McAllen, Texas, junto con todo el grupo de cónsules salvadoreños en los Estados Unidos, para realizar capacitaciones, visitar centros de detención, conocer de cerca la coyuntura de la niñez no acompañada que cruza la frontera y, para concluir, inauguramos el consulado de El Salvador en esa ciudad, el número 17 en este país.
Con esto, el gobierno de El Salvador ha reforzado su compromiso de brindarle atención in situ de calidad a nuestros compatriotas –muchos de ellos niños– que pasan por esta zona de la frontera México-Estados Unidos. Muchos son los que me han preguntado por qué este fenómeno está ocurriendo ahora, y mi respuesta es algo parecido a esto: la manera en la que se gobernó nuestro país en el pasado permitió que se generaran condiciones de exclusión y desigualdad. Ahora son demasiadas las causas por las cuales nuestros salvadoreños que viven en los Estados Unidos mandan a traer a sus niños; estamos frente a un fenómeno multicausal, pero no hay que perder de vista que muchas de estas familias han estado separadas por años, y lo lógico es buscar su reunificación.
Nunca he sido partidario de esconder que El Salvador enfrenta muchos retos, y estoy convencido de que la única manera de frenar migraciones de este tipo es creando las condiciones en nuestro país para que haya más trabajo y mejores oportunidades de vida. Eso es precisamente lo que nos ha transmitido el presidente Sánchez Cerén, quien en sus primeros 100 días al frente del gobierno ha establecido una hoja de ruta por la cual transitaremos enfocados en crear esas condiciones y atacar de raíz aquellas razones por las cuales el salvadoreño quiere salir del país.
En ese sentido, el presidente Sánchez Cerén dio la instrucción de enfocarse en tres ejes: creación de empleo y mejores oportunidades, educación inclusiva y mejorar las condiciones de seguridad ciudadana.
En estos primeros 100 días se lanzó la Policía Comunitaria. Se trata de más de 20 mil agentes policiales capacitados y que ya están desplegados en comunidades específicas de San Salvador. Este es un concepto que promueve el involucramiento directo del policía con los habitantes, lo que hará identificar problemas en las comunidades de forma más inmediata. No hay mejor factor de inteligencia en seguridad que el policía sea parte de la población a la que representa. Además, esto ayudará a recobrar la confianza de la población en el aparato policial.
En educación, El Salvador mejoró mucho con la implementación de programas como el Vaso de Leche o el de los Paquetes Escolares. Hacia el 2013, se logró una cifra récord de 64.61% en la matrícula en niños de primaria (en el 2000, era de 43.23%). Para extender los programas a los grados de educación media, el gobierno tiene planteado invertir más en estos programas que garanticen que los estudiantes del sistema público permanezcan en la escuela. La Escuela de Tiempo Pleno es otra de las grandes apuestas para que los niños y niñas inviertan más tiempo en actividades educativas. Asimismo, se ha creado el agresivo Programa Nacional de Alfabetización, gracias al cual se han declarado más de 20 municipios libres de analfabetismo.
Sabemos que los resultados no pueden obtenerse de un día para otro. Lo que sí sabemos es que la estructura y la manera de ejercer el poder ha dado giros importantes. El presidente Sánchez Cerén, como firmante de los Acuerdos de Paz, siempre se ha caracterizado por ser un hombre de diálogo, y bajo esa misma premisa es que ha invitado a los distintos sectores económicos, sociales y partidos políticos a sostener un diálogo que permita abordar los temas de interés nacional.
En ese mismo sentido, la instrucción es que se construyan alianzas en términos de respeto e igualdad en nuestras relaciones internacionales. Ese será precisamente el marco de interacción con los Estados Unidos, país con el que El Salvador tiene una histórica y lógica interacción debido a los aproximadamente 2.5 millones de compatriotas que viven aquí. Esta realidad nos impulsa a mantener las mejores relaciones entre nuestros países y trabajar conjuntamente para lograr mejores condiciones de vida para nuestros compatriotas, tanto acá como en El Salvador.
En los próximos días, se crearán agregadurías económicas en puntos clave para nuestro país. Cuatro de ellas estarán en los Estados Unidos (Los Ángeles, Washington D.C., Nueva York y Miami), muestra de cómo esta administración se enfocará en atraer más inversión, tanto de empresas estadounidenses como de empresarios salvadoreños radicados en este país. Además, fortaleceremos el Asocio para el Crecimiento, y esperamos concluir próximamente un segundo compacto del Millenium Challenge Corporation por cerca de $300 millones, el cual desarrollará la zona costero-marina salvadoreña. Ahí se encuentran dos importantes puertos y el aeropuerto internacional, con lo que crearemos un corredor logístico que nos pondrá en una mejor posición en el tema de la exportación.
En estos 100 días apenas se están dando los primeros pasos, pero estos ya permiten ver hacia dónde queremos ir: hacia la construcción de un El Salvador más incluyente y con más oportunidades para los que históricamente han estado más excluidos.