El salario que ganan los cubanos tiene hoy casi la mitad del valor que tenía hace dos años, cuando el Gobierno anunció como panacea para los problemas del país la denominada Tarea ordenamiento, paquetazo económico que consiguió el efecto contrario de lo esperado.
El economista cubano Pedro Monreal llegó a esa conclusión tras analizar las últimas cifras oficiales publicadas por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), que en su resumen sobre el salario medio entre enero y diciembre de 2022 dejó en evidencia el golpe asestado por las políticas oficiales al bolsillo del cubano.
«El paquete económico del ‘ordenamiento’, aplicado en enero de 2021, pudo haber servido de escenario a una reducción de 39% en el salario medio mensual ‘real’ de Cuba hasta finales de 2022», indica Monreal en un hilo en Twitter.
Ello, apuntó, «expresaría una crisis profunda del poder adquisitivo de los hogares cubanos».
Pero, tomando en cuenta que el 39% es la cifra ofrecida por la ONEI, advierte el economista, esa cifra «depende del dato de inflación utilizado para hacer el ajuste, que en este caso se basa en el informe de Economist Intelligence Unit (EIU) de febrero de 2023″.
«Si se utilizara la estadística oficial de la ONEI, el resultado sería muy distinto, con un crecimiento ‘real’ de 43,3%, pero pudiera asumirse de manera plausible que la medición oficial de las variaciones de precios en Cuba tiende a subvalorar la inflación actual», apuntó. Y los cubanos saben hoy que la inflación no ha parado de crecer y los precios de los escasos productos de primera necesidad existentes varían en cuestión de horas, mientras tanto el dólar como el euro rozan los 200 pesos cubanos en el mercado informal.
«En cualquier caso, la propia estadística oficial indicaría un cambio abrupto en la variación del salario ‘real’ en los dos años considerados, pasando del crecimiento de 82% en 2021 a una reducción de 21,3% en 2022. Cuando se hace el ajuste con datos de precios de Economist Intelligence Unit, la contracción del salario ‘real’ en 2022 (44,4%) sería el doble de la estimación hecha con datos oficiales», advierte.
Monreal concluye que, pese a las diferencias en las cifras, «ambas estimaciones coinciden en que 2022 fue un año muy ‘malo’ para el salario ‘real’ en Cuba, y 2023 pudiera ser peor, porque hasta el momento la inflación se ha acelerado. Es problemático aquello de que 2023 sería un mejor año», alerta.
Asimismo, el experto precisa que la estadística oficial sobre salarios «aporta elementos adicionales para entender la crisis de seguridad alimentaria de Cuba», dada la «notable desvalorización relativa del salario del agro», en contraste con «el alza relativa de salarios en servicios empresariales e inmobiliaria».
Monreal encuentra aquí un factor que incide en la disminución de la producción en la agricultura cubana, y por tanto, de la disponibilidad de alimentos en los mercados de la Isla.
«La degradación relativa de los salarios del agro, como % del salario medio total, coexiste con la pérdida simultánea del peso relativo de la inversión agropecuaria en el contexto de una inversión desproporcionadamente elevada en servicios empresariales e inmobiliaria», señala.
«El doble azote de la desvalorización relativa de salarios y de la pérdida de peso de la inversión en la actividad agropecuaria cubana no es accidental. Refleja elecciones deliberadas de opciones de política económica. El cambio necesario ya va muy retrasado», concluye.