Encuesta de Diálogo Interamericano: Ortega y FSLN se derrumban en crisis de covid-19
Simpatía por el FSLN y Ortega es menor del 20%, y ocho de cada diez nicaragüenses desaprueban respuesta oficial ante coronavirus
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo y el gobernante Frente Sandinista llegan a cuatro meses de la pandemia de covid-19 en Nicaragua, en su punto más bajo en simpatía política, según los datos de la encuesta más reciente realizada entre el primero y el nueve de julio, por Diálogo Interamericano, de Washington.
El apoyo político a Ortega y las simpatías por el FSLN se han derrumbado a raíz del manejo negligente de la crisis sanitaria y de la crisis económica, valora el politólogo Manuel Orozco, investigador de Diálogo Interamericano, en una entrevista con el periodista Carlos F. Chamorro, en el programa Esta Semana, en la que comentó los resultados de la encuesta.
Desde el pasado 18 de marzo a mediados de julio, en Nicaragua, acumula más de 8500 casos sospechosos de covid-19 y 2347 fallecidos, según el reporte independiente del Observatorio Ciudadano COVID-19, aunque el Gobierno solamente admite menos de tres mil casos y 99 muertes.
La encuesta de Diálogo Interamericano se realizó a una muestra de 1016 nicaragüenses, propietarios de teléfono celular, y sus resultados tienen un margen de error de más o menos 3%, para un nivel de confianza del 95%, detalla la ficha técnica del estudio.
Orozco resume los hallazgos principales de la encuesta en la fuerte caída de popularidad de Ortega y el FSLN, con un desplome por debajo del 20%. Además, destaca la constancia de los ciudadanos por una salida a través de la vía electoral, con un 70% a favor de las votaciones, y también la expectativa de una elección con la participación electoral de una oposición identificada con la Coalición Nacional, que firmó sus estatutos el pasado 25 de junio.
En su análisis, el politólogo también comenta cuáles son las expectativas de la población sobre la situación económica, y la percepción ciudadana de la oposición política, según los resultados de la encuesta.
“Normalidad” vs. Realidad
Mientras el Gobierno ha intentado imponer la “normalidad” minimizando la pandemia que el país además enfrenta bajo un estado policial de facto, el 51.6% de los nicaragüenses considera que la covid-19 es su principal problema. Un 14.6% identifica la crisis económica, y un 12.6% considera que es el desempleo. También un 7.5% se queja del mal gobierno, la crisis política (4.1%), los políticos (2.4%), la corrupción (2.2%), entre otros temas.
La encuesta además revela que ocho de cada diez nicaragüenses consideran que el país va en la dirección equivocada. Solamente un 11.2% considera que va por el rumbo correcto, y un 10.2% dijo que no sabe o eligió no responder. Orozco comenta que la percepción del rumbo equivocado entre el 80% de los nicaragüenses es el porcentaje más alto visto en los últimos 18 meses.
En una escala de uno al diez, donde uno es pésimo y diez es excelente, el 79.70% de los nicaragüenses califica entre uno y cinco la labor del Gobierno en materia de prevención y manejo de la pandemia.
“Prácticamente cerca del 60% calificó con un uno la labor oficial, es decir, aplazaron abrumadoramente al Gobierno”, valoró Orozco. Una mala calificación que detalló no es exclusiva a los ciudadanos que se oponen al régimen, sino que también incluye a simpatizantes del partido, como los empleados públicos que son obligados a seguir asistiendo a las oficinas y participar en las actividades convocadas por el régimen.
Ante la falta de respuesta del Estado, la población ha adoptado sus propias medidas. Un 40% de los encuestados afirmó que se está quedando en casa para prevenir el contagio de covid-19. Asimismo, uno de cada diez nicaragüenses aseguró que ha perdido su empleo o ha dejado de percibir ingresos debido a la pandemia. E igualmente, un 8% detalló que alguien de su casa o ellos mismos han resultado contagiados de coronavirus.
“Para un país de 1.6 millones de hogares, estamos hablando prácticamente de 90 000 personas que dicen que se contagiaron”, comenta Orozco, quien compara que el dato coincide con la proyección de 75 000 contagios hecha para esta fecha y fase de transmisión en Nicaragua, donde además no hay ningún tipo de intervención sistemática para prevenir el contagio.
En crisis y sin recursos
La caída en la popularidad y el apoyo a Ortega y el FSLN, que se ubica por debajo del 20%, y en algunos datos por debajo del 15%, es consecuencia del manejo oficial de la pandemia, reconoce Orozco, sumado también al impacto económico en un país que además vive su tercer año consecutivo de recesión económica, con una baja prevista del 8% en el Producto Interno Bruto (PIB).
Seis de cada diez nicaragüenses aseguraron que su situación económica actual es peor que hace doce meses. Solamente un 5% dijo que está mejor que hace un año. “Hay un malestar generalizado entre la gente de que las cosas van de mal en peor”, advierte el politólogo.
“Hay una fuerte caída de popularidad de Daniel Ortega. Lo hemos venido comparando desde prácticamente marzo de 2019 hasta el presente, y la popularidad del Gobierno y del partido cae por debajo del 20%”, resume.
Además, el Gobierno está corto de recursos para promover el populismo que le garantizó algún apoyo en años anteriores.
La vía electoral y la crisis de los partidos
La salida política por la vía electoral sigue siendo la apuesta entre la mayoría de los nicaragüenses. Un 70% afirma que votaría si las elecciones se realizaran en este momento, aunque un 50% cree que habría un fraude.
Para Orozco, esta no es ninguna inconsistencia, pues considera que “el hecho es que hay un sentido de pertenencia de derecho al voto entre los nicaragüenses”, aunque exista una alta desconfianza sobre el sistema electoral o la percepción de un fraude en las votaciones. Por lo mismo, recuerda que ocho de cada diez respaldan las reformas electorales, que pasan por la renovación de todo el sistema del Consejo Supremo Electoral (CSE). Además, hay un amplio apoyo a la demanda de observación electoral nacional e internacional.
Aunque el régimen de Ortega y su partido enfrentan sus calificaciones más bajas en un año que también es preelectoral, el resto de partidos políticos tampoco obtiene mayores simpatías, evidenciando la profundización de la crisis de credibilidad en los partidos políticos tradicionales, y mostrando un gran reto para la emergente unidad opositora.
Siete de cada diez nicaragüenses afirman que en este momento no simpatizan con ningún partido político, seguido de un 14.8% que afirma comulgar con el partido de Gobierno. Otros como el Partido Restauración Democrática (PRD), el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Ciudadanos por la Libertad (CxL) o el Movimiento Renovador Sandinista (MRS) obtienen menos del 4%.
Coalición con y sin partidos
Orozco señala que consistentemente la opinión de los nicaragüenses sobre los partidos de oposición es mínima, por debajo de un 5% del total. Sin embargo, el panorama cambia en relación a la Coalición Nacional.
Más del 30% valoró que la firma de los estatutos, el pasado 25 de junio, era muy importante; otro 30% dijo que era importante, aunque tal vez no es era el momento para estar hablando de eso, y solamente un 15% indicó que el acto era “otro juego de la derecha”.
La encuesta consultó a los nicaragüenses sobre su simpatía en relación a los partidos políticos y los esfuerzos de unidad como la Coalición Nacional, que muestra resultados diferentes cuando esta incluye o no a los partidos políticos.
“Hay una pérdida de simpatía a la Coalición Nacional cuando se incluye a los partidos”, afirma Orozco. Una Coalición integrada por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, la Unidad Nacional Azul y Blanco y el Movimiento Campesino obtiene un 49.5% de intención de voto, que se reduce a 31.5% cuando los partidos políticos entran en la fórmula.
A menos de un año y medio de las elecciones generales previstas, sigue pendiente la identificación de un candidato. En una pregunta abierta sobre por quién votaría para presidente de Nicaragua si las elecciones fueran en este momento, un 50% dijo que por nadie; un 35% dijo no saber o no respondió la pregunta, y solo un 5.07% dijo que por Daniel Ortega.
Con una lista cerrada que incluyó varios nombres, el 41.5% de los nicaragüenses respondió que votaría por cualquier candidato que no sea Ortega; y quienes recibieron mayor intención de voto fueron el líder campesino Medardo Mairena (30.6%), el economista Juan Sebastián Chamorro (22.8%) y el politólogo Félix Maradiaga (17.1%). En esa misma pregunta, se ubica casi en la cola Daniel Ortega con un 13.3%.
Es decir, concluyó Orozco, que “por dónde íbamos preguntando la popularidad de Ortega está baja”.