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Encuesta: Los hispanos, la clave a la Casa Blanca

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El peso en las decisiones políticas de los hispanos en Estados Unidos se ha multiplicado en años recientes. | Bill ClarkCQ-Roll Call,Inc.

El candidato republicano que quiera alzarse con la presidencia de Estados Unidos en el 2016 necesitará copar el 47 por ciento del voto hispano, la estimación más alta de la historia, suponiendo que el resto del electorado mantenga una posición parecida a la del 2012, según una encuesta publicada el viernes.

El estudio, realizado por hispano Decisions para la organización America’s Voice, echa al piso la noción de que el candidato republicano que quiera hacerse con la Casa Blanca necesita solo el 40 por ciento del voto hispano, idea predominante desde las elecciones del 2004, cuando George W. Bush consiguió la presidencia con ese porcentaje de voto.

“Lo que no entienden los republicanos es que no van a ganar la Casa Blanca sin los hispanos”, afirmó durante la presentación de los datos Matt Bareto, de Latino Decisions, organización dedicada a elaborar encuestas, análisis y predicciones sobre el voto hispano.

La idea de que el candidato republicano debe convencer al 47 por ciento de los hispanos parte de asumir que blancos y asiáticos mantendrán su posición, mientras que el número de afroamericanos que votan demócrata bajaría alrededor de un punto, al no tener en las papeletas a un candidato negro por quien votar, como ocurrió en el 2008 y el 2012 con el presidente Barack Obama.

Además, el incremento de la importancia del voto hispano se explica por el aumento de la representación en el electorado de esta minoría, que en el 2004 constituía el 7 por ciento de los votantes, en el 2008 el 8 por ciento, en 2012 el 9 por ciento y para 2016 se estima que alcancen el 10.4 por ciento, según datos de hispano Decisions.

Este crecimiento se produce en línea con el aumento de la población con derecho a voto de los hispanos, que en 1996 era de 4.9 millones, en el 2004 de 7.6 millones, en el 2012 de 11.2 millones y las predicciones apuntan a que, en el 2016, 13.1 millones de hispanos podrán depositar su papeleta en las urnas.

La única forma en la que el voto hispano no tendría esta importancia es si los republicanos consiguen el voto de al menos un 60 por ciento de los votantes blancos, lo que compensaría una potencial pérdida de votantes hispanos, según hispano Decisions.

Sin embargo, mirando a los antecedentes de los comicios de las últimas tres décadas, Bareto considera este escenario poco probable, pues los nuevos votantes blancos son cada vez se decantan más por el Partido Demócrata, en vez de por el Republicano, a diferencia de sus mayores.

Según sus datos, entre los republicanos, solo el presidente George H. W. Bush (1989-1993) consiguió ganar el 60 por ciento del voto blanco después de que Ronald Reagan (1981-1989) le allanara el terreno al convertirlo en vicepresidente. Desde entonces, nadie ha logrado alcanzar, ni mucho menos superar, esa barrera.

El que estuvo más cerca fue el aspirante republicano en el 2012, Mitt Romney, que convenció al 59 por ciento del electorado blanco, pero no logró convencer a la mayoría de los votantes hispanos, que pusieron a la cabeza a Obama en estados clave como Colorado o Nevada.

“Y no puedo pensar en nadie mejor que Romney, que tenía con él las bases del Tea Party, para convencer al electorado blanco frente a un presidente negro que se enfrentaba a la reelección y que ya había recibido críticas por sus políticas”, destacó Bareto.

El analista también subrayó la influencia que tendrá en el voto hispano el bloqueo de los republicanos del Congreso a la reforma migratoria y las acciones ejecutivas, bloqueadas en los tribunales, que Obama promulgó el 20 de noviembre del 2014 para regular a cinco de los 11 millones de indocumentados que viven en el país.

En este sentido y al ser preguntado sobre diferentes precandidatos republicanos, Bareto predijo que Jeb Bush está en una mejor posición que el hispano Marco Rubio, que tiene difícil convencer a los hispanos después de su oposición a la reforma migratoria, a pesar de ser uno de los senadores que impulsó el texto bipartidista de reforma migratoria que no se aprobó.

En el nivel local, el voto hispano podría tener un papel decisivo en las circunscripciones clave, más susceptibles de cambiar de color político y en las que los aspirantes republicanos a la Casa Blanca necesitarán convencer a entre el 42 por ciento y el 47 por ciento de los hispanos.

Según datos de hispano Decisions, los republicanos necesitarán el 47 por ciento de los votos de los hispanos de Florida, el 46 por ciento de los votantes de esta minoría en Virginia y el 45 por ciento en Nevada.

Por debajo de esta barrera del 45 por ciento se encuentran los estados de Colorado (44 por ciento), Ohio (43 por ciento) y Nuevo México (42 por ciento) donde los republicanos necesitarían un apoyo hispano menor debido a que la presencia de la población hispana en estas zonas del país es más débil.

 

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