España: El PSOE y Podemos no se ponen de acuerdo ni para sentarse en la mesa
Ultimátum de Ciudadanos al PSOE: Sánchez debe decidir esta semana si gobierna con Rivera o Iglesias
Las conversaciones entre el PSOE y Podemos siguen bloqueadas, igual que hace 11 días, cuando Pablo Iglesias vetó a Ciudadanos y rechazó mantener cualquier tipo de conversación con los socialistas hasta que Pedro Sánchez no deje de hablar con el partido de Albert Rivera.
El PSOE y Podemos no son capaces de ponerse de acuerdo ni siquiera para sentarse en una mesa y negociar. Los socialistas insisten en que la iniciativa les corresponde a ellos, ya que el jefe del Estado ha encargado la investidura a Pedro Sánchez, e instan a Podemos a reunirse con la comisión negociadora de los socialistas «cuanto antes».
Enfrente, Podemos responde que es Sánchez el que debe acudir a la llamada de Iglesias y reunirse con él para estudiar el programa de 98 páginas que el partido morado presentó el lunes, en un ejercicio de «corresponsabilidad» por la reunión que ya mantuvieron ambos, ya se considera que ahora tendría mucho más calado que entonces porque existe una propuesta «desarrollada». «Aunque sea por caballerosidad», ha implorado Íñigo Errejón.
El portavoz parlamentario socialista, Antonio Hernando, ha llegado a telefonear este martes a Errejón para intentar organizar una reunión de los equipos negociadores. Pero le ha encontrado «fuera de cobertura», con lo que no han podido hablar.
Hernando quiere reunirse con Podemos «esta misma tarde, o a más tardar mañana». Así lo ha adelantado él mismo en rueda de prensa en el Congreso, en la que ha insistido en que el PSOE quiere dialogar a pesar de la actitud que mostró Pablo Iglesias en la rueda de prensa en la que presentó su documento de propuestas para negociar la formación de Gobierno. Hernando ha recordado que es Sánchez al que le corresponde la iniciativa de intentar formar Gobierno.
Por su parte, Errejón ha replicado desde el mismo atril unos minutos después que el líder del PSOE es quien debe aceptar reunirse con Iglesias, ya que éste ha presentado un documento «más elaborado», «valiente» y «concreto», sobre el que quiere negociar con todas las fuerzas políticas. Y así se lo expuso ayer a Hernando, según ha confesado Errejón, durante una charla telefónica.
En su comparecencia en el Congreso, Hernando se ha mostrado convencido de que «nos vamos a reunir con la mayor brevedad posible», pero ha descartado que se vuelvan a encontrar los dos secretarios generales, ya que ese encuentro ya se produjo el pasado 5 de febrero. El portavoz socialista ha enfatizado que hay «posibilidades reales de constituir un Gobierno del cambio» y ha vuelto a urgir a Podemos a incorporarse a las negociaciones.
Sobre el fondo del documento presentado por Podemos, el PSOE considera que «se puede trabajar sobre algunas cosas», pero ha dejado claro que rechaza el plan de aumento del gasto público en 96.000 millones, el referéndum de autodeterminación en Cataluña y el empeño «extemporáneo y excesivo» de Iglesias por configurar el futuro Gobierno.
En el caso de Podemos la decisión parece firme. Si no hay encuentro Iglesias-Sánchez, el equipo negociador de la formación morada permanecerá autoexcluido en el banquillo. De hecho, ni siquiera se ha elegido todavía a las personas que lo conformarían.
Este desacuerdo profundiza aún más en el bloqueo que tiene paralizado el diálogo entre ambas formaciones. Y eso a pesar de que Errejón califica el debate de quién se reúne como una «cuestión accesoria» y «anecdótica» y defiende públicamente que se hable del programa. Preguntado por esta aparente contradicción, el portavoz de Podemos ha vuelto a sacar a relucir el veto a Ciudadanos insistiendo en que Sánchez tiene que dar «el paso» y tomar la decisión de si quiere una coalición de gobierno con Podemos e IU o si prefiere pactar con el partido de Albert Rivera.
«Las posibilidades de contacto son infinitas pero la aritmética de votos no son infinitas. No dejemos las cosas para ultima hora«, ha apremiado Errejón, que ha vuelto a pedir al PSOE «definirse» y no «multiplicar las reuniones sin entrar en cuestiones concretas».