Europa da la última oportunidad a Grecia para evitar salir del euro
Grecia tiene tan solo cinco días de plazo para evitar el Grexit y cada vez hay más dudas de que este escenario no se produzca de forma inminente. Los líderes de la eurozona reunidos ayer en Bruselas dejaron claro al primer ministro, Alexis Tsipras, que hoy debe presentar una solicitud de rescate para tres años al fondo de estabilidad (MEDE) y presentar sus propuestas de recortes y reformas antes del viernes, a las 8.30 horas. El sábado se celebrará un Eurogrupo para evaluar las propuestas técnicas y para el domingo 12 de julio se ha convocado una cumbre de jefes de Estado y de gobierno de los 28 países de la Unión Europea (UE), que podría estar precedida de una reunión de los líderes de la eurozona. «La realidad es que tenemos cinco días para llegar a un acuerdo final. Hasta ahora había evitado hablar de plazos límite pero hoy [por ayer] tengo que decir alto y claro que el plazo final termina esta semana. Todos somos responsables de la crisis y todos tenemos la responsabilidad de resolverla», manifestó ayer con contundencia el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien afirmó que no alberga dudas de «que es el momento más crítico de nuestra historia.»
El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, admitió en público por primera vez que la Comisión tiene el escenario del ‘Grexit’ sobre la mesa. «La CE tiene el escenario preparado para todo, tenemos el escenario preparado en detalle, el escenario de la ayuda humanitaria y el escenario de cómo abordar el problema manteniendo a Grecia en la zona euro».
Fuentes comunitarias explicaron al terminar la cumbre que «si hay acuerdo con Grecia, la eurozona le dará el visto bueno el domingo». Pero si no hay acuerdo, «los 28 van a evaluar el envío de ayuda humanitaria a Grecia y el Grexit en la reunión prevista el domingo en Bruselas». Nunca las instituciones europeas habían sido tan contundentes respecto a la ruptura del euro. La cancillera alemana, Angela Merkel, fue más comedida que Juncker y Tusk, pero dejó claro que Grecia debe pedir un rescate a largo plazo, negociar la condicionalidad con la base del preacuerdo existente hasta ahora que fue rechazado por Grecia y solo así podrán hablar de un crédito puente que dé liquidez a los bancos y salve el pago de 3.500 millones de millones que Grecia le debe hacer al BCE. Merkel justificó la convocatoria de un cumbre de los 28 países de la UE porque «todos están implicados y afectados» por el momento crítico que atraviesa la eurozona.
La reunión de los jefes de Estado y de Gobierno se desarrolló en un clima de mucha tensión, según relataron fuentes cercanas. La cumbre vino precedida de un Eurogrupo que ya dejó entrever la deriva que tomaría la jornada. El nuevo ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos, que sustituye a Yanis Varoufakis en el cargo, llegó al Eurogrupo sin ninguna propuesta concreta bajo el brazo ante la sorpresa general y avanzó a sus colegas de la eurozona que Grecia presentará en las próximas horas, quizá hoy mismo, una solicitud de rescate al mecanismo europeo (MEDE), primer paso para las instituciones europeas se sienten a negociar de nuevo.
«No ha ido mal, se ha producido un cierto avance, pero no es tan sencillo», dijo Tsakalotos para justificar la ausencia de propuestas en una cumbre considerada crucial y calificada por todos como de «última oportunidad» para evitar el Grexit (salida de Grecia del euro).
MALESTAR EN EL EUROGRUPO
Según fuentes europeas, la postura griega causó malestar entre los ministros de Economía de los 18 países del euro restantes, pero no por la actitud del ministro griego que según fuentes cercanas a la reunión mantuvo un talante moderado. Más bien por la sensación de frustración general ante la urgencia. «No han habido nuevas propuestas de Grecia», dijo Dijsselbloem, al finalizar la reunión. «Veremos si podemos empezar nuevas negociaciones, pero todo esto es cuestión de días y tenemos muy poco tiempo», sentenció el holandés. El ministro Luis de Guindos suscribió la tesis: «No ha habido propuestas del ministro griego, hemos estado comentando cuestiones generales. No estamos para perder mucho tiempo», afirmó al abandonar la reunión.
La presidenta lituana, Dalia Gribauskaite, fue quizás la más elocuente a la hora de mostrar esta frustración a en la entrada a la cumbre posterior al Eurogrupo: «Había una promesa para hoy. Ahora prometen para mañana. Para nosotros todos los días pueden ser mañana. Solo hemos recibido una fotografía, no propuestas», afirmó.