Héroe por accidente: Juan Guaidó, el presidente del Parlamento venezolano que tiene línea directa con Chile
El líder de la Asamblea Nacional de Venezuela llegó a esa instancia por un acuerdo entre los partidos de oposición en enero de 2016. Guaidó dirige el Poder Legislativo venezolano porque era el turno de Voluntad Popular, el partido de Leopoldo López, y porque el diputado Freddy Guevara, a quien le correspondería esta función, esta refugiado en la Embajada de Chile en Caracas desde noviembre de 2017. El parlamentario ha sostenido diálogos con el Presidente Piñera, el canciller Ampuero y la ministra Pérez. “El respaldo a su liderazgo es un respaldo a la institucionalidad democrática», dice Mariana Aylwin.
La gestión de Juan Guaidó frente a la Asamblea Nacional -el Congreso- de Venezuela se ha centrado en cuatro puntos: un acuerdo para declarar la “usurpación” de la Presidencia de la República, por parte de Nicolás Maduro; un decreto para otorgar amnistía y garantías constitucionales a militares y civiles; el debate sobre la protección de activos de ese país y cómo recuperar los bienes y dineros que han salido de Venezuela producto de la corrupción, y llegar a un acuerdo para autorizar la ayuda humanitaria que permita atender la crisis.
El 5 de enero de este año, Guaidó fue electo como Presidente del Poder Legislativo, el único poder reconocido como legítimo en ese país, por la comunidad internacional. A sus 35 años, el ingeniero industrial, egresado de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) en el año 2007, se convirtió en el presidente más joven del Parlamento venezolano, y en la única autoridad reconocida en Venezuela por gobiernos como el de Chile, Colombia o Brasil; luego de que el Grupo de Lima, el Parlamento Europeo, y Estados Unidos declarasen la ilegitimidad de Maduro como Presidente.
El diputado llegó a la Presidencia de la Asamblea Nacional tras el acuerdo de gobernabilidad que hicieron los partidos de oposición luego de alzarse con la mayoría parlamentaria en las elecciones de 2015. Este año le correspondía dirigir el legislativo a un miembro de Voluntad Popular (VP); después de haber estado en manos de Acción Democrática (2016), Primero Justicia (2017), y Un Nuevo Tiempo (2018).
Al diputado Freddy Guevara (VP) es a quien naturalmente le hubiese correspondido esa silla. No obstante, en noviembre de 2017, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela anuló su inmunidad parlamentaria, le dictaron prohibición de salida del país, y tuvo que refugiarse en la Embajada de Chile en Caracas ante las acusaciones del gobierno de que habría incurrido en los delitos de asociación, instigación pública continuada y uso de adolescentes para delinquir. Guevara, por su parte, alegó que su seguridad e integridad personal estaba “amenazada”.
Guaidó no era una de las caras más conocidas entre los líderes políticos venezolanos, pese a que durante las manifestaciones de 2017 estuvo a la vanguardia en algunos de los enfrentamientos que hubo entre manifestantes y cuerpos de seguridad del Estado, al punto de que en junio de 2019, quedó con siete heridas por disparos de perdigones.
Antes, el parlamentario formó parte del movimiento estudiantil venezolano desde el año 2005, cuando era estudiante de la UCAB. Corina Contaris era su compañera entonces y después también estuvo con Guaidó en Voluntad Popular. Recuerda que el activismo lo empezaron en 2005, cuando organizaron una actividad llamada “acostados por la vida” en reclamo al alto número de homicidios que ocurren en Venezuela. Afirma que fue entonces cuando comenzó el contacto entre los estudiantes y Leopoldo López, líder de la oposición venezolana, quien actualmente se encuentra cumpliendo casa por cárcel.
Más tarde, en 2007, formó parte de la generación que ayudó a consolidar la única derrota electoral de Hugo Chávez mientras este ocupó la Presidencia de Venezuela. En ese momento el activismo de los estudiantes, tras el cierre del canal privado de televisión RCTV, permitió que en Venezuela no se aprobara la reforma constitucional que permitía la reelección indefinida. Kevy Alcindor, quien también acompañó a Guiadó en su paso por la UCAB, explica que juntos fundaron el Consejo General de Representantes Estudiantiles (Cogres), junto a Freddy Guevara.
“Compartimos el ideal de fortalecer a los representantes estudiantiles para poder tener más impacto dentro y fuera de la universidad. El Cogres ayudó a empujar el movimiento estudiantil de 2007, que fue el que logró la primera derrota electoral de Chávez”, rememora Alcindor, quien también compartió con el ahora diputado en la Cátedra de Honor de la UCAB, en la que la universidad seleccionaba a entre 20 y 25 estudiantes para un curso de liderazgo.
“Guaidó sí es un líder, y sí está a la altura del reto que se le presenta con Venezuela. No era una cara visible, pero siempre ha estado allí”, dice Alcindor.
Ha sido el propio Maduro quien ha tratado de reforzar la tesis de la inexperiencia de Guaidó, al soltar frases como “pareciera que un grupo de muchachitos desde la oposición quieren jugar a desestabilizar”, esto ante la decisión del diputado el pasado viernes de asumir “las competencias de la encargaduría de una Presidencia de la República porque lo dice nuestra Constitución”.
Guaidó ayudó a fundar Voluntad Popular, está en la Asamblea Nacional desde 2010, cuando fue elegido como diputado suplente, y en este período (instalado el 5 de enero de 2016 hasta el 5 de enero de 2021), ha formado parte de la Comisión de Contraloría y fue jefe de la bancada opositora en 2018. Otros líderes naturales de VP se encuentran detenidos o en el exilio. Es el caso de Leopoldo López,fundador del partido; de Carlos Vecchio, coordinador político de VP, que tuvo que huir de Venezuela en 2014, y de David Smolansky, quien también huyó ante amenazas de detención.
Pese a que el chavismo califica a VP como un partido de derecha, la agrupación es miembro pleno de la Internacional Socialista.
Diálogos con Piñera, Ampuero y Pérez
El respaldo de Chile a Guaidó ha sido claro. El domingo el parlamentario fue detenido durante casi una hora por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia, el Sebin, cuando se dirigía a un acto público en el estado Vargas, por el cual resultó electo como legislador con 97.000 votos.
Después de quedar en libertad, Guaidó llegó al mitin con las marcas de las esposas que intentaron ponerle en la muñeca derecha, violando su inmunidad parlamentaria. El ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, luego declararía que se trató de funcionarios que actuaron de manera “unilateral e irregular”, y ya están siendo destituidos e investigados.
Este punto ha abierto en Venezuela las dudas sobre una fractura en la lealtad de los cuerpos de seguridad del Estado hacia el chavismo. Punto que han aprovechado los parlamentarios para aprobar un decreto que para otorga amnistía y garantías constitucionales a militares y civiles que contribuyan en la defensa de la Constitución de Venezuela. Desde que asumió Guaidó ha solicitado el respaldo de las Fuerzas Armadas para retomar el hilo constitucional en Venezuela.
Su detención momentánea despertó la solidaridad de Chile. El canciller Roberto Ampuero, tras la liberación, escribió en su cuenta de Twitter que tuvo una “cálida y emotiva” conversación con Guaidó, en la que le expresó el apoyo del Presidente y del Ministerio de Relaciones Exteriores. También le manifestó su “admiración por la lucha y el coraje cívico de los demócratas en Venezuela” y le reiteró el apoyo de Chile, el Grupo de Lima y de la comunidad internacional.
Ayer fue el turno de la Ministra Secretaria General de Gobierno, Cecilia Pérez, quien en un video también difundido en Twitter, condenó “la acción ilegal y el matonaje de la policía política del dictador Nicolás Maduro para detener al diputado Juan Guaidó”. Ante esto, el líder venezolano escribió: “Mil gracias a toda Chile y su valiente postura en defensa de la Democracia y los derechos humanos”.
Además, el 10 de enero, día en que Maduro tomó posesión de la Presidencia, el presidente Sebastián Piñera se comunicó con Guaidó para entregarle “el absoluto respaldo” del Gobierno de Chile, según escribió el Mandatario en su cuenta oficial de Instagram. Allí se puede ver un video cuando ambos sostienen una conversación. “El Gobierno de Chile no reconoce al régimen ilegítimo de Nicolás Maduro, e instamos a que transfiera de forma provisional el Poder Ejecutivo a la Asamblea Nacional para que se realicen pronto nuevas elecciones democráticas, libres y transparentes”.
Están también los comunicados del Grupo de Lima, del 4 de enero, que aprobó un acuerdo en el que reiteran “que el proceso electoral llevado a cabo en Venezuela el 20 de mayo de 2018 carece de legitimidad”, “ratifican su pleno respaldo y reconocimiento a la Asamblea Nacional, elegida legítimamente el 6 de diciembre de 2015, como órgano constitucional democráticamente electo en Venezuela” e instaban a Nicolás Maduro a no asumir la Presidencia el 10 de enero. Y también la resolución que aprobó el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, copatrocinada por Chile, en la cual se resuelve “no reconocer la legitimidad del período del régimen de Nicolás Maduro a partir del 10 de enero de 2019”.
Guaidó pasó a ser entonces el interlocutor por Venezuela, de cara a los líderes de las democracias occidentales. De hecho, a diferencia del acto de juramentación de Nicolás Maduro; al nombramiento de Guaidó como presidente de la AN hubo representantes de los cuerpos diplomáticos de Grecia, Uruguay, Brasil, Estados Unidos, Canadá, Perú, Guatemala, Argentina, Colombia, México, España, Chile, Polonia, Francia, Holanda, Portugal, India, Unión Europea, Reino Unido, Honduras, Japón, Ecuador, Alemania, Italia y de la Santa Sede.
Mariana Aylwin: “El respaldo a su liderazgo es un respaldo a la institucionalidad democrática”
La ex ministra y hoy líder de Progresismo con Progreso, Mariana Aylwin, también se mostró crítica ante la detención de Guaidó. Para la ex militante histórica de la DC, “a pesar de su juventud” el parlamentario puede ser una luz de esperanza para Venezuela. “El respaldo a su liderazgo es un respaldo a la institucionalidad democrática y en ese sentido me alegro que la OEA y que varios países del mundo, y entre ellos Chile, reconozca a Guaidó como quien puede encabezar, junto a la Asamblea Nacional una transición a la democracia en Venezuela”.
Subraya que pese a los intentos gubernamentales de restarle atribuciones a la Asamblea, no se trata de un cascarón vacío al haber sido “elegido por la ciudadanía en un proceso democrático. El que no los reconoce es el gobierno dictatorial, que ha querido cooptar o inhibir toda la institucionalidad que hace el contrapeso en una democracia”.
Por su parte, el diputado UDI Jaime Bellolio apoyó que Guaidó “encabece la voluntad del pueblo venezolano, allí está radicada la voluntad del pueblo sin trampa, sin la farsa electoral que ha hecho el gobierno antidemocrático, dictatorial, de Nicolás Maduro. Por tanto, el señor Maduro, para mí no es más que un dictador, que ha asesinado y expulsado a su pueblo”. Además, lamentó que en Chile aún haya sectores de la izquierda y la ultraizquierda que sigan “justificando, amparando, aplaudiendo o haciendo un silencio cómplice frente a las evidentes violaciones sistemáticas a los derechos humanos que hace el régimen de Nicolás Maduro”.
Issa Kort, también diputado UDI, se refirió al reto futuro que representa Guaidó de cara a la política regional: “La comunidad internacional no puede estar inmune a la realidad venezolana, ni menos a los riesgos y responsabilidades personales. Por eso el apoyo o reconocimiento que pueda hacer Chile, debe ser entendido como un respaldo político a un proceso social urgente”.
Por ahora, en sesión ordinaria de ayer, la Asamblea Nacional, declaró formalmente la usurpación de Maduro en el cargo de presidente de la República y acordó adoptar las medidas para restituir el orden constitucional, el cese de la usurpación, conformar el gobierno de transición y convocar elecciones libres.