Irresponsabilidad de Ortega podría acarrear catástrofe epidémica
Nicaragua, el segundo país más pobre en el hemisferio occidental, además del peligro de contagio por coronavirus, afronta una severa crisis sociopolítica que empeora la situación
érica ya supera los 1.000 casos, Nicaragua vive en incertidumbre ante la pandemia que ya tocó las puertas del país, el segundo más pobre del hemisferio occidental, con un precario sistema de salud, con un régimen que oculta información, que no promueve medidas de prevención e incita a sus seguidores a marchar y participar en eventos públicos, contrario a las recomendaciones de los organismos internacionales de salud.
A lo anterior se suma la severa crisis sociopolítica que vive el país desde hace dos años que ha aumentado la pobreza en la nación centroamericana. Ese panorama podría desembocar en una situación catastrófica para Nicaragua en materia de salud, afirmó el neurocirujano Josmar Briones, de la Asociación de Médicos Nicaragüenses en el Exilio.
Hasta ahora el régimen de Daniel Ortega, mantiene que en el país solo se han registrado cuatro casos, y un muerto.
Contrario a sus vecinos, Ortega mantiene las fronteras abiertas y ha permitido el ingreso de dos cruceros en las últimas semanas que han sido recibidos por niños para dar la bienvenida y regalos a los turistas extranjeros; convocó a una marcha a sus seguidores que denominó «amor en tiempos del Covid-19», y promueva la asistencia a eventos festivos, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta sobre la rápida propagación del nuevo virus que ha causado la muerte de más de 20.000 personas y más de 400.000 infectados en el mundo.
La Asamblea Nacional dominada por el sandinismo, obstaculizó la propuesta de aumento de presupuesto al sistema de salud realizada por la opositora Azucena Castillo, para enfrentar la epidemia. El presidente de ese poder del estado, el médico sandinista Gustavo Porras, apagó el micrófono de la legisladora, se burló de las personas que usan mascarillas y recomendó como principal medida lavarse las manos paraevitar los contagios.
El doctor Briones, dijo que el actuar de Ortega es irresponsable. «Hace dos semanas supimos que se registraron los primeros casos en Nicaragua, específicamente en el hospital militar, y a partir de entonces estamos alertando a la población. Supimos que había 10 pacientes en el hospital militar, dos en el hospital Manolo Morales, y de un caso sospechoso en Estelí».
El caso de Estelí ha sido confirmado por algunas fuentes, fue atendido en el hospital San Juan de Dios de esa localidad.
El régimen hasta ahora solo ha informado de cuatro casos, el de un estilista vinculado a la familia presidencial, cuya identidad fue rebelada por Rosario Murillo, la esposa de Ortega y vicepresidente de Nicaragua, y el de un oficial del Ejército, que no ha sido identificado como militar por el régimen. Uno de ellos estaría en condición crítica.
El silencio
Las fuerzas armadas guardan silencio en torno al tema. La situación habría provocado desde hace dos semanas la suspensión de las cirugías electivas (no emergencia) en el hospital Militar.
Para el especialista, el peligro del COVID-19 radica en que es un virus nuevo del que se desconoce su trayectoria «y estamos frente a una pandemia que si no se toma en serio va a seguir ocasionando muertes», aseveró.
Añadió que hay un subregistro de contagiados debido a que existen los casos confirmados por test, y los casos de la población afectada que no se registran oficialmente porque no se han realizado el test o por ser asintomática. Ambos casos son propagadores del virus.
El contagio
«El problema de este virus es que la persona permanece asintomática en un periodo de 14 días, en los cuales están diseminando el virus», explicó. Una propagación que funcionaría en cadena.
Briones asegura que recientes estudios científicos calculan que, por cada persona fallecida por coronavirus, 800 habrían sido infectadas. «De momento, la OMS estima que la tasa de contagio del virus es de 1,4 a 2,5, aunque otras estimaciones hablan de un rango entre 2 y 3. Esto quiere decir que cada persona infectada puede a su vez infectar a entre 2 y 3 personas, aunque se ha visto que pueden haber «supercontagiadores», capaces de contagiar hasta a 16 personas», revela un artículo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), sobre el comportamiento del coronavirus. Esas 16 personas infectadas por una, propagan el contagio.
«Para controlar una epidemia, la tasa de contagio necesita disminuir por debajo de 1», sostiene el ISGlobal. En el caso de Nicaragua, el régimen se esfuerza por mantener un secretismo alrededor de la enfermedad que ya esta presente en el país.
«El silencio del régimen mata, ese es el principal problema en Nicaragua porque no han hecho nada responsablemente, no han cerrado fronteras, aislamiento, siguen recibiendo y promoviendo la socialización como la marcha ´amor en tiempos de coronavirus´, lo mismo que hizo España con la manifestación del 8 de marzo, y ya habían recibido alerta de Italia que aprendieran de ellos, que no cometieran los mismos errores» aseveró el especialista.
España es el segundo país de Europa que registra mayor número de muertos y contagios. El Palacio del Hielo sirve como morgue provisional ante la saturación de cadáveres en las morgues y funerarias.
Hasta el miércoles, en España el comportamiento del coronavirus registraba una tasa de letalidad del 6.5 por ciento, porque no tomaron las medidas; mientras en Italia se estima alcanzaba el 10 por ciento de muertos, de acuerdo con los datos públicos.
La virulencia con que ataca el COVID-19 en Europa podría reflejar una nueva tasa de contagio por persona afectada.
Escasez de ventiladores en Nicaragua
De presentarse una situación como la de Italia o España en Nicaragua, la situación sería catastrófica indico el experto. Una fuente del sistema de salud en Nicaragua, sostiene que solo existen un promedio de 120 ventiladores en el país.
Briones estima que las cifras entre el sector privado y el público de ventiladores se aproximan a los 130 ventiladores, de ellos el 80 por ciento permanece ocupado por los enfermos crónicos.
«Pero el problema principal es que un 20 por ciento de la población afectada (por coronavirus) va a necesitar la ventilación, siguiendo la media de contagios», sostiene.
«Eso sin menoscabar que los médicos no tienen la protección necesaria para protegerse del coronavirus, no tienen las mascarillas, gel, la ropa de protección para hacer el test. Este virus es tan especial que dura 72 horas en el plástico y en el acero, tres horas de disponibilidad en el aire», explicó el médico.
El motivo detrás del silencio
«Creen que les conviene, que eso va a aplacar las sanciones o van a poder hacer un cierre del país completo. Lo que les preocupa y siempre les ha preocupado es su dinero, no la población de Nicaragua, ahí tienes al Ejército que tiene tres hospitales de campaña y no los ves desplegados, el Ejército tiene personal altamente entrenado, tiene médicos altamente calificados, fui uno de ellos, y no los ves preparándose, diagnosticaron la enfermedad (del militar) y se quedaron callados, cerraron el edificio 3 del hospital Militar que es donde está la sala de servicios privados y semiprivados que está cerrada y lo puedes corroborar», afirmó.
«No quieren cerrar la frontera es por medidas económicas, ellos están necesitados de dinero, una vez que se determine que hay un problema serio en Nicaragua (apuestan a que) la comunidad internacional va a ayudar al pueblo nicaragüense porque no lo va a dejar morir, nosotros mismos que estamos exiliados no vamos a permitir que nuestra gente muera», dijo el doctor Briones.
Crisis en el sistema
«En el 2016 había en Nicaragua 9 médicos y 2 enfermeras por cada 10.000 habitantes, solo imagina ese desastre que van a tener en unsistema de salud donde vas a los hospitales y lo que encuentras son largas filas de espera, un colapso total, te encuentras dos pacientes durmiendo por cama, otros en el suelo. Te imaginas si llega a ocurrir lo que está sucediendo en Italia o España, donde el personal médico seesta enfermando. Entonces tienes nueve médicos por cada 10.000 habitantes, médicos sin ninguna protección, lo que es probable que, en un periodo de 14 días, ellos van a estar infectados también», señaló
Ante la indiferencia mostrada por el régimen en adoptar medidas de protección, el doctor Briones define el escenario que se avecina sino hay cambios en las políticas de gobierno frente a la pandemia.
«Catastrófico. El país no está preparado, si la población no toma la medida de aislarse y la empresa privada, que también tiene un grado de responsabilidad, no adopta medidas. El gobierno tiene la responsabilidad de liderar y la empresa privada tiene una responsabilidad social. A los empresarios que hay que hablarles en términos económicos que saquen sus cálculos», apuntó.
Y mientras Daniel Ortega, de 74 años, permanece refugiado durante la pandemia y Rosario Murillo, se esfuerza por esconder la realidad en el país, una trabajadora del estilista Ossiel Herrera, vinculado a la familia presidencial, denunció a través de un video que su jefe estaba contagiado por coronavirus, horas más tarde Murillo lo confirmó.
¿Miedo?
«Estoy aquí desde las 6:30 del viernes, por el caso positivo de Osiel Herrera Núñez. Llevo más de 24 horas acá, y no nos dan respuesta. Vinieron cuatro personas más que tuvieron contactos cercanos con Osiel Herrera, entre ellos, dos cubanos que ingresaron hoy sábado, les hicieron sus exámenes, y les dieron de alta», dijo la joven a través de una transmisión en vivo por Facebook desde el hospital Alemán-Nicaragüense donde permanecía recluida y del que huyó.
«La poca higiene, y por no brindar mascarillas, alcohol gel, jabón líquido, un jabón antiséptico para manos, es que estamos aquí, porque mi jefe nos prohibió todos esos elementos de seguridad en el puesto de trabajo, porque se lo pedí. Le pedí evitar el contacto tan cercano con los clientes del salón de belleza Osiel Herrera, y no cumplió», afirmó.
Dos empleados de la sala de belleza presentaban los mismos síntomas del contagio. «Dejaron de llegar, por los síntomas que él (su jefe) presentaba. No llegaron más. Yo tenía que llegar porque él me dijo que lo que yo tenía era una histeria. Que sus clientes iban a imaginar que el salón estaba todo infectado».
Hasta ahora se desconoce del paradero de la joven, mientras grupos afines al régimen promovían agresiones contra ella por haber divulgado la información.
Entre tanto, Costa Rica que mantiene cerrada su frontera pidió a los nicaragüenses no viajar a su país de origen en Semana Santa.