Israel y Baréin refuerzan su coalición frente a Irán
Israel recogió un fruto más de la política exterior que puso en marcha Donald Trump durante su mandato y ya tiene conexión aérea directa con Baréin. El ministro de Exteriores, Yair Lapid, viajó hasta Manana donde se entrevistó con el rey, Hamid bin Issa al Khalifa, el primer ministro y heredero a la corona, Salman bin Hamad Al Khalifa, y su homónimo, Abdullatif Al Zayani, con la seguridad y la economía como temas centrales. Baréin e Israel «compartimos oportunidades y una amenaza que no está lejos de aquí», declaró Lapid en referencia al peligro que supone Irán para ambos países. El mandatario del Estado judío subrayó la importancia de esta nueva coalición entre su país y «nuestros amigos moderados del Golfo» que persigue «crear un futuro de estabilidad y tolerancia» frente a la república islámica, omnipresente durante esta viaje.
Un año después de la firma de los Acuerdos Abraham faltan sus dos grandes protagonistas, Trump y Benjamín Netanyahu, pero los pactos se hacen realidad y se refuerza la alianza árabe israelí frente a Teherán. En los tres meses que lleva al frente de Exteriores, Lapid ya ha visitado Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Marruecos y pasará a la historia como el primer responsable de la diplomacia israelí en visitar de manera oficial Baréin. En 1994, el entonces ministro de Medio Ambiente, Yossi Sarid, ya viajó al reino del Golfo para tomar parte en una conferencia regional, pero nunca lo había hecho un ministro de Exteriores.
Lapid voló en un avión de la compañía Israir decorado con la palabra «paz» y tras este vuelo inaugural se establecerá una conexión directa entre los dos países con una frecuencia de dos veces por semana. Con este viaje, el jefe de la diplomacia israelí respondió a la visita que realizó Al Zayani a Tel Aviv en noviembre y se refuerza la presencia del Estado judío en el Golfo Pérsico, a las puertas de Irán.
Solución de dos Estados
Los Acuerdos Abraham rompieron un tabú e hicieron que EAU, Baréin, Marruecos y Sudán establecieran relaciones con Israel sin obligarle antes a reconocer el Estado palestino, por eso en Ramala los calificaron de «puñalada por la espalda» y acusaron a estos países de «romper el consenso árabe». El conflicto árabe israelí estuvo presente en esta visita oficial y el responsable de Exteriores de Manana insistió en su apoyo «a una solución de dos Estados que defienda los derechos, intereses y aspiraciones de todas las partes».
Lapid se presentó como «un ferviente defensor de esta solución», pero lamentó que en estos momentos es «inviable» y por ello dijo que hasta que se pueda realizar es partidario de «mejorar el nivel de vida de los palestinos y no hacer daño». El enviado de Tel Aviv insistió en todo momento en la importancia de fortalecer los «lazos de seguridad y económicos», este fue el mensaje central de esta primera visita oficial desde que ambos países establecieran de manera formal relaciones bilaterales.