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Italia aprueba en referéndum reducir más de un tercio los parlamentarios

Los italianos aprueban con amplia mayoría la reducción del número de parlamentarios. El coronavirus no alejó a los italianos de las urnas, a las que acudieron el 53,4 % de los ciudadanos con derecho a voto, un porcentaje muy superior al previsto. Con la mitad de los votos escrutados, el sí ha ganado con el 68,1%, mientras el no se sitúa en el 31,9 %. A las 15:00 se cerraron los colegios electorales, con una afluencia superior a la vaticinada en todos los pronósticos, por temor al Covid.

Se irá conociendo a lo largo de la tarde el resultado de las elecciones en siete regiones (Toscana, Apulia, Véneto, Liguria, Campania, Las Marcas y Valle d’Aosta, en esta última región no se elige de forma directa el presidente como ha ocurrido en las otras seis). En poder del centroizquierda estaban Toscana, Apulia Campania y Las Marcas. Esta última habría pasado al centro derecha, mientras los «exist poll» indican, como estaba previsto, una lucha por el último voto de los candidatos del centroderecha y centroizquierda en Apulia y Toscana, aunque en esta última, siempre gobernada por la izquierda, parece imponerse ligeramente el candidato del centroizquierda. En definitiva, el resultado final podría ser de 5-2 ó 4-3, a favor siempre del centroderecha. La Liga es el primer partido en Véneto, Liguria, Valle d’Aosta.

Recorte de parlamentarios

La victoria del sí en el referéndum se daba por hecha. Italia ha aprobado la consulta sobre la reforma constitucional que recorta el número de parlamentarios en un 36,5 por 100. La Cámara de diputados pasará de 630 a 400 escaños, y el Senado tendrá 200 en lugar de los 315 actuales. La ley entrará en vigor al final de la actual legislatura, en el año 2023. Para entonces, será necesario elaborar una nueva ley electoral, en la que se recoja una nueva representación de parlamentarios. Según el Movimiento 5 Estrellas, promotor de la nueva ley, habrá una mayor eficacia en la elaboración y votación de las leyes, pero sobre todo se producirá un ahorro de 500 millones de euros en los 5 años de cada legislatura, a 100 millones por año. Son muy diversos los cálculos de Carlo Cottarelli, director del Observatorio de cuentas públicas de la Universidad Católica de Milán. Según este reconocido profesor de Economía, «el Estado solo ahorrará 57 millones de euros al año, el 0,007% de nuestro gasto público. Esto representa 1 euro por italiano o el precio de un café». En su opinión, si realmente se quiere recortar privilegios a la llamada a la «casta» política, se deberían reducir los costos y salarios de cada parlamentario. Actualmente, un diputado o senador italiano cobra 18.435 euros mensuales (10.435 de salario, más otros 8.400 euros por diversos conceptos), la remuneración más alta de un parlamentario en Europa. El Movimiento 5 Estrellas ha prometido que ahora su batalla será recortar esa remuneración, cosa que está por ver. Por lo que se refiere a la mayor eficacia que se derivaría de la reducción de parlamentarios, es muy discutible, porque se mantiene intacto el perfecto bicameralismo, con un Senado y Cámara de diputados que tienen las mismas funciones, con lo cual toda ley debe ser sometida a un largo proceso en ambas cámaras.

Entre los expertos e incluso en los partidos ha habido un profundo debate y opiniones diferentes sobre esta reforma constitucional. Más allá del número de parlamentarios, el reconocido constitucionalista Michele Ainis asegura en «La Repubblica», que, «existe un consenso transversal sobre la mala calidad de los parlamentarios», lo cual tiene una explicación: «La mala calidad de los parlamentarios se deriva de listas bloqueadas, no de su número. Es el fruto envenenado de un proceso que se inició con la ley electoral llamada Porcellum (2005), que quita a los votantes la elección de los parlamentarios, para ponerla en manos de los dirigentes del partido».

Buena la afluencia a las urnas, a pesar del virus

La afluencia ante las urnas ha sido buena, superior a todas las previsiones. En el referéndum votó el 53,4 %. Teniendo en cuenta los temores que existían por el coronavirus, se hacían presagios pesimistas, sobre todo tras la fuga, casi una especie de huelga, por parte de los componentes de las mesas electorales. En Turín, de los 918 presidentes designados, 506 renunciaron, mientras de los 2.800 vocales rechazaron el encargo 1500. Innumerables los casos insólitos que se han presentado. En Roma, la presidenta de una mesa, Rossella Palaggi, se vio sola y tuvo que salir a la calle en busca de ayuda: «Me encontré en una situación surrealista. Nunca me sucedió en 30 años que fui presidenta de la sección. La gente tiene miedo de contagiarse el coronavirus. Yo misma vine de mala gana. Salí a la calle y convencí a una joven de unos 25 años para que hiciera de vocal. Le dije que algo de dinero le sería útil» (para el referéndum, los presidentes de mesa ganan 130 euros y los vocales 104 euros; si además hay otras elecciones, como es el caso de las 7 regiones, se añaden 37 euros para los presidentes y 25 para los vocales). Se hicieron presagios de una masiva abstención: Un conocido analista de La Stampa escribió el domingo que existía el riesgo de que solo votara «el 10 por 100 para el referéndum y el doble en las regiones donde hay elecciones locales; sería un auténtico desastre». Por fortuna, el virus no alejó a los italianos de las urnas.

 

 

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