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Italia, de furgón de cola a locomotora de Europa gracias al Gobierno Draghi

Ha creado más de 86.000 puestos de trabajo en junio (más de 400.000 al año), la economía ha recuperado el nivel de antes de la pandemia y la inflación está por debajo de la media europea

El Ejecutivo de Draghi prueba nuevas ayudas a familias y empresas (14.300 millones), deja una economía con buena salud, con el Plan de Recuperación en marcha y ajustado a las exigencias de Bruselas, y unas finanzas públicas en orden.

 

Alemania, tradicional locomotora de Europa, se paró (crecimiento cero en el segundo trimestre); Estados Unidos está en recesión técnica. Italia, que lleva más de dos décadas con una economía estancada, tiene un crecimiento cada vez más sólido, por encima incluso de las expectativas. Los últimos datos sorprenden, con récord en empleo y crecimiento, en productividad y exportaciones, y con una inflación por debajo de la media europea. Tal vitalidad de la economía italiana se debe en gran medida a la estabilidad lograda por el Gobierno de Mario Draghi, con medidas que resultaron eficaces para controlar la pandemia, relanzar la economía y gestionar adecuadamente los fondos europeos, alcanzando una vigorosa recuperación económica post-Covid del 6,6% en el año 2021, habiendo recuperado la economía el nivel anterior a la pandemia.

El momento es de oro en el mundo laboral, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (Istat), ofrecidos el lunes. La tasa de empleo alcanzó en junio el 60,01%, marcando el récord desde 1977, año en el que se elabora la serie histórica del Istat. El desempleo se sitúa en el 8,1%. Solo en el mes de junio se crearon 86.000 puestos de trabajo, y más de 400.000 en un año (desde junio 2021 a junio 2022). Un dato especialmente llamativo, porque refleja la salud de las empresas, es que en el solo mes de junio se hicieron fijos 116.000 empleos.

Los analistas consideran que los buenos resultados de empleo son fruto del trabajo del Gobierno Draghi, al igual que los datos del sólido crecimiento económico. Según el Istat, el Producto Interior Bruto (PIB) creció en el segundo trimestre de este año un punto porcentual, a pesar de la guerra en Ucrania y la crisis energética y la inflación. El crecimiento ya logrado para este año es de 3,4%, y la tendencia es de 4,6%. Se trata de un valor superior al estimado, hace una semana por el Fondo Monetario, que también revisó al alza el PIB, situándolo en el 3% desde el 2,4% anterior.

En cuanto a la inflación, Italia está por debajo de la media europea. El índice de precios al consumo en el mes de julio un aumento del 8,4% en base anual (8,5 % en el mes anterior), según el Istat. En cambio, España supera en más de dos puntos a las grandes economías de la Unión Europea y su IPC se situó en el 10,8%, a 2,4 puntos por encima de Italia.

Motor económico de Europa

A la vista de estos datos, muchos medios han destacado con sorpresa que Italia es hoy motor económico de Europa, según ratifica el profesor de Economía, Marco Fortis, experto en política industrial: «Podemos decir, a todos los efectos, que Italia es la locomotora de Europa. Porque es cierto que España creció un poco más que Italia en el segundo trimestre, pero todavía está 2,5 puntos porcentuales por debajo de los niveles anteriores al Covid. Niveles que nosotros, en cambio, ya hemos alcanzado». Italia lo ha logrado con un año de anticipación. En cambio, España no alcanzará los niveles pre-pandemia hasta finales del 2023, según el Banco de España, e incluso podría retrasarse hasta el 2024 si entrara en recesión porque la coyuntura de la economía es muy incierta.

Los buenos resultados económicos de Italia se deben también a las ayudas a empresas y familias por valor de 33.000 millones de euros, llegando incluso a rebajar algunos impuestos. Es verdad que Italia tiene una enorme deuda pública, que se elevó hasta el 150 % del PIB por la pandemia, pero el Gobierno Draghi la ha rebajado, según destacó el primer ministro en funciones en su último discurso en el Senado, el 20 de julio: «El impulso para las inversiones y la protección a los ingresos de los hogares nos ha permitido salir más rápidamente que otros países de la recesión provocada por la pandemia. El año pasado la economía creció un 6,6% y la relación deuda pública sobre producto interior bruto (PIB) cayó 4,5 puntos porcentuales», dijo Draghi.

Herencia Draghi

Ahora el Gobierno Draghi en funciones ha aprobado nuevas ayudas a empresas y familias por valor de 14.300 millones (hubiera sido una cifra sustancialmente mayor si el Gobierno no fuera dimisionario). El Gobierno destinará esas ayudas para contrarrestar los efectos del costo energético, la inflación y la sequía. Las ayudas no se hacen aumentando el gasto público, sino que en gran parte se han obtenido gracias a la mayor recaudación del IVA consecuencia precisamente del aumento en los precios al consumidor, y también por los recursos derivados de la evolución positiva de las cuentas públicas.

En definitiva, el Gobierno de Mario Draghi deja una economía con buena salud, con el Plan de Recuperación en marcha y ajustado a las exigencias de Bruselas, y unas finanzas públicas en orden. Tras las elecciones generales del próximo 25 de septiembre, el Gobierno Draghi hará las maletas y se marchará. Llegará un Gobierno que deberá afrontar un otoño lleno de incertidumbre. Está por ver cuál será la capacidad programática y de gestión del nuevo Ejecutivo, sea del color que sea.

 

 

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