Italia vota hoy reducir drásticamente el número de parlamentarios
La Cámara de Diputados pasaría de 630 a 400 escaños y el Senado de 315 a 200
Con la incógnita de la afluencia por el coronavirus, los italianos están llamados a las urnas este domingo y el lunes para dos votaciones muy importantes. Mediante referéndum se decidirá una reforma constitucional para recortar en más de un tercio el Parlamento. Además, los ciudadanos de siete regiones de un total de veinte eligen a sus respectivos gobiernos, cuyo resultado tendrá una lectura nacional.
Sobre el referéndum para el recorte de los parlamentarios hay abierto un profundo e intenso debate en Italia. La reforma constitucional, que entraría en vigor al final de esta legislatura en el 2023, prevé un recorte del 36 por ciento de parlamentarios, desde 945 a 600. La Cámara de Diputados se reduciría de 630 a 400 escaños, y el Senado tendría 200 en lugar de los 315 actuales. Teniendo en cuenta que en la política italiana entra en juego un sinfín de matices, esta consulta más que un sencillo referéndum para votar sí o no, parece un rompecabezas, porque entra el juego el populismo y las luchas entre los partidos.
En menos de un año, todo ha cambiado. En un pleno de la Cámara de diputados del 8 de octubre del año pasado, se aprobó definitivamente la ley constitucional sobre el corte de parlamentarios: hubo 553 votos a favor, solo 14 en contra y 2 abstenciones. Todos parecían felices y contentos. Ningún partido político se atrevió a decir que no, porque era muy fuerte la corriente en la opinión pública contra la clase política, calificada como una «casta». Difícilmente se podía entender que en época de crisis económica, un parlamentario italiano cobre 18.435 euros mensuales (10.435 de salario, más otros 8.400 euros por diversos conceptos), la remuneración más alta de un parlamentario en Europa.
División
Tras aprobarse la reforma en el Parlamento, en menos de un año ya nada es igual. El debate y lucha política ha dividido incluso a destacados miembros del mismo partido o coalición. El Partido Democrático (PD), que votó en contra de la reforma, ahora al formar parte de la coalición de Gobierno con el Movimiento 5 Estrellas, se ve obligado a votar sí porque los «grillini» lo impusieron como condición al PD para que pudiera nacer hace un año el Gobierno de Giuseppe Conte. Pero mientras el líder del PD, Nicola Zingaretti, ha pedido un voto afirmativo, para no desestabilizar la coalición de Gobierno, muchos miembros destacados del PD votarán «no», como es el caso de un barón del partido y fundador del Olivo, Romano Prodi, exprimer ministro y expresidente de la Comisión Europea: «Un voto negativo es más útil -ha escrito Prodi- para no pensar que la disminución del número de parlamentarios constituye una reforma tan importante que las demás no tienen que realizarse». En cambio, el también exprimer ministro y miembro del PD, Enrico Letta, votará sí: «Durante decenios solamente han trabajado dos terceras partes de los parlamentarios. Desde que el número de parlamentarios fue fijado en la Constitución, nacieron el Parlamento Europeo y las asambleas regionales. Todos con poderes legislativos. De ahí la consecuencia natural de una reducción de parlamentarios nacionales».
En la derecha, Silvio Berlusconi es partidario del no, mientras el líder de la Liga, Matteo Salvini, y Georgia Meloni, de Fratelli d’Italia, se han pronunciado por el sí, pero el fondo se alegrarían de que triunfara el no porque sería un varapalo para el Movimiento 5 Estrellas, hoy en fuerte crisis interna, y para el gobierno Conte.
Las encuestas indican que ganará el sí, pero el recorte de parlamentarios en un símbolo de cierto populismo y del antiparlamentarismo que promueve sobre todo el M5E. Su fundador, el cómico Beppe Grillo, ha llegado a hacer en estos días un homenaje a las dictaduras, porque «funcionan mejor que las democracias».
Elecciones regionales
Si el voto del referéndum puede ser decisivo para el Movimiento 5 estrellas, las elecciones regionales se ven como un test con valor nacional. Siete millones y medio de personas están llamados a las urnas en Toscana, Apulia, Véneto, Liguria, Campania, Las Marcas y Valle d’Aosta. La madre de todas las batallas está en Toscana, la región roja por excelencia gobernada desde hace 70 años por la izquierda. Aquí se juegan en buena parte su futuro político Matteo Salvini y el líder del Partido Democrático, Nicola Zingaretti. Para el PD, una eventual derrota sería dramática, y quizás con repercusiones para el Gobierno del país. Tendría un valor político y simbólico enorme.