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Iván Acosta: Con una canción cubana en el corazón

 

 

Para América 2.1 es un auténtico honor recomendar «Con una canción cubana en el corazón»,  la obra de un gran hermano, Iván Acosta. Como acertadamente señala la destacada periodista y querida amiga Mirta Ojito, «con este libro Iván Acosta nos lleva de la mano en un viaje musical e histórico». 

O como subraya Luis Leonel León (Diario las Américas) en una nota sobre el libro: «a través de las artes y la literatura también se puede rescatar la historia». ¿Cómo entender qué ha pasado en Cuba en las últimas seis décadas sin lo producido por los escritores y artistas que para poder contar en libertad han burlado la censura dentro de la isla o han escapado al exilio?

Dramaturgo, cineasta -productor, guionista y director- pero sobre una pieza clave por muchas décadas de la movida musical caribeña, sus vinculaciones con el jazz, su vigencia y renovación, Iván Acosta es sobre todo un gran ser humano. Un cubano que desde hace más de medio siglo ha tenido a Nueva York como lugar de residencia. Visitar su apartamento es un auténtico privilegio, un hermoso lugar de franca acogida y de disfrute sobre todo musical de los diversos matices y expresiones del sentimiento caribeño. 

«Con una canción cubana en el corazón« es, sin duda alguna, la más reciente labor de amor elaborada por Iván. Pero ¿de qué va la cosa?

“Con una canción cubana en el corazón/A cuban song in my heart”, de Iván Acosta reúne más de medio siglo de música cubana — de la rumba al son, del chachachá a la salsa y el Latin Jazz en EUA. Consiste de las tapas de 290 álbumes “long play”, enmarcada cada una por un cuento escrito por el escritor cubano-neoyorkino, autor de ‘El Super’, diversas obras de teatro, varias películas y ensayos. Un libro bilingüe, una joya histórica y musical de gran impacto visual y enorme valor sentimental.

Quien quiera conocer de la época dorada de la música cubana, su contexto social, autores, orquestas, ritmos, los clásicos y las raras avis, sus grandes éxitos y extraordinarios LPs, debe consultar este libro en edición bilingüe (español e inglés), que además contiene dos discos, en versión LP o CD.

La invitación a una próxima presentación de la obra en Miami, el viernes 28 de julio:

Aquí, la introducción al libro por Marc Myers, publicada en «El Molino Online»: 

Cierre los ojos y trate de recordar alguna vez que sus padres se sintieron tan preocupados por los sucesos diarios que comenzaron a asustarse, eventos que para usted eran difíciles de entender. ¿Se acuerda de lo aterrorizado que se sentía cuando en sus voces y en sus rostros se reflejaba el temor que les embargaba?

Ahora imagínese que sus padres le dicen a usted que debe prepararse rápidamente porque todos deben irse de la casa; que no saben cuánto tiempo estarán lejos de allí; y que es muy probable que usted no vuelva a ver ni su hogar, ni a sus amigos, o el barrio, y además le advierten que no haga tantas preguntas.

Imagínese que todo aquello que usted considera permanente y seguro está a punto de desaparecer para siempre. Es difícil para un americano concebir semejante terror. El solo pensar que hay que huir a otra ciudad –ni qué decir a otro país–, es absurdo. ¿Verse uno obligado a abandonar su adorado vecindario, lleno de cosas fascinantes y de familiaridad social? Eso le ocurre a la gente de otros países, ¡no a los americanos!

Para apreciar plenamente este libro maravilloso escrito por mi querido amigo Iván Acosta, usted necesita imaginarse a sí mismo en una situación semejante. Porque para entender los orígenes del poético amor de Iván por Cuba, por la música y la cultura cubanas, y la pasión y la nostalgia que con tanto amor y riqueza derrocha en este libro, usted necesita imaginar el choque que él sufrió siendo aún muy joven, y el anhelo que sigue sintiendo hasta el día de hoy por la patria de su adolescencia.

Iván abandonó Cuba con su familia en una cálida tarde de agosto de 1961, cuando tenía 16 años de edad. Veintiuna personas se apiñaron en un bote de 28 metros, a sabiendas de que podían ser balaceados, o, de ser sorprendidos, condenados a 20 años de prisión. También cabía la posibilidad de morir si el bote naufragaba en medio de la violenta tormenta tropical que azotaba aquel lugar cuando partían.

Escapar del país de uno en medio de tanto peligro requiere un enorme valor. La mayoría de las personas no abandona lo que les es conocido, aún cuando se sienten oprimidos. Los riesgos son muy grandes. No obstante, asuma usted, estimado lector, que sus padres tomaron esa decisión y le dijeron que solamente tenía unos minutos para recoger sus cosas. ¿Qué pertenencia se hubiera llevado como recuerdo de lo que estaba dejando atrás? ¿Una muñeca? ¿Un juguete? ¿Un anillo?

Iván buscó dos discos: uno del cantante Luis Bravo y otro de Ramón Veloz. Dos selecciones tan sorprendentes como fabulosas. Un acto simultáneo de recuerdo y de venganza, como diciendo: “Si tú me obligaste a que te abandonara, yo me llevo un pedazo de ti que vas a extrañar, mi Cuba querida, canciones que son tuyas, ritmos que tú inventaste, sonidos que tú creaste, y nada podrás hacer para detenerme. ¿Cómo has podido obligarme a que te abandonara?”.

Milagrosamente, Iván y su familia llegaron a Jamaica sanos y salvos. Pasaron tres meses antes de que el gobierno de los Estados Unidos les concediera asilo político. Iván creció; interiorizó todo lo que pudo de su nuevo país; llegó a amar y a apreciar todo lo que esta gran nación le ofrecía. Su curiosidad es hoy tan intensa como lo era el primer día que pisó suelo americano. Sobre todo, Iván nunca olvidó la sorprendente música que escuchó y vivió de niño, el enardecimiento, el talento, la exuberancia, y las actuaciones espectaculares que vio de niño, y que pasaban inadvertidas.

El profundo conocimiento que Iván posee sobre los músicos, los instrumentos y los artistas latinos es extraordinario. Cuando lo escucho hablar sobre la música, siento que recibo toda una educación. En segundos, él puede descifrar qué artista está tocando, cuál de los cientos de ritmos latinos es el que está interpretando, y la contribución que ambos han legado a la historia del arte musical.

Iván es también un talentosísimo dramaturgo, director teatral, documentalista, novelista, cinematógrafo, promotor y productor de conciertos. Ha compuesto cientos de canciones; es el autor de una de mis películas favoritas (“El Súper”) y es un ser humano extraordinario. Todo lo que Iván palpa se convierte en arte.

Iván también es un amante del vinil. Todo aquél que atesore una colección de discos de larga duración, cuide y escuche atentamente su música mientras se deleita con las cubiertas, lea y relea cada nota de la contraportada, y organice y reorganice los estantes de discos, entiende fácilmente esa pasión de Iván por su colección de 5000 álbumes LP. Muchas de las cubiertas de esos discos sirven de ilustración a estas páginas.

Si usted ama la vida y las cosas hermosas que suceden cada vez que un grupo de personas se reúne una tarde de fin de semana para disfrutar de una comida, de buena música y de recuerdos que se llevan en el alma, usted atesorará este libro. Y cuando lo haya terminado, usted tendrá algo en común con Iván Acosta: la convicción de que le ha sido devuelto el arte de apreciar la vida misma. Escuchará de nuevo la risa de los niños; verá cómo las nubes se transforman en animales; y experimentará la alegría que le rodea si sabe hacia dónde dirigir la vista y el oído.

Este libro comenzó en Cuba hace muchos años. El viaje de Iván en busca de la verdad continúa hasta el día de hoy. Disfrute sus palabras y vuelva a descubrir la belleza que hay en la vida.

—Marc Myers

Marc Myers es fundador de Marc Myers LLC, una firma de consultoría y de Medios en Nueva York, y es el editor de JazzWax.com, un blog diario sobre jazz. El es el autor de “How to Make Luck: 7 Secrets Lucky People Use to Succeed”.

Algunos comentarios sobre » Con una canción cubana en el corazón». 

«A book about love: love for a nation that does not allow itself to be destroyed; love for traditions that cannot be lost; love for music so universal that no one can silence it.»—Ileana Fuentes 

«Rich in sentiment, anecdote and history…I recommend it with enthusiasm.»Oscar Hijuelos 

«With this book, Iván Acosta takes us by the hand on a musical and historical journey.«—Mirta Ojito 

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