Jerarquía militar de Maduro cada vez más rica a costa de los rangos medios y bajos de la FAN
“¿Dónde está el socialismo? El sueldo no te alcanza ni para los pasajes”, señaló Edgar Torres Varela, sargento de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela que desertó el 23 de febrero en medio del intento de entrada de la ayuda humanitaria desde Colombia. Torres Varela forma parte de los más de 1000 militares venezolanos que se encuentran en la ciudad de Cúcuta luego de abandonar las filas del régimen de Maduro.
La grave crisis económica que vive Venezuela marcada por una hiperinflación, que, de acuerdo con cifras del Fondo Monetario Internacional, podría alcanzar los 10.000.000% este año, ha pulverizado los salarios de los venezolanos. Esta situación de precariedad económica ha generado una pobreza superior al 90% y un déficit alimentario en la población nunca visto. La Fuerza Armada no escapa de esta realidad, el hambre también se ha instalado dentro de los cuarteles, azotando a la familia militar.
Hoy cuando en la región el salario de un militar de rango medio se ubica alrededor de los 800 dólares, en Venezuela este no supera los 20. Según el Capitán José Suárez, los militares venezolanos han visto como su nivel de vida ha descendido. “La mayoría ha optado por la baja para no solo escapar del clima de represión que existe en el interior de la FAN, sino del hambre. La carrera militar ha sido desvalorizada, no hay mérito”, señaló.
No obstante, no es solo el salario lo que golpea a los oficiales de la Fuerza Armada, ya que el sistema de seguridad social también se ha visto vulnerado en esta situación de crisis. “Al oficial retirado no le llega la pensión, no le pagan las prestaciones sociales a tiempo al culminar la carrera y al que se la pagan es insuficiente, hay casos donde a un militar con 30 años de servicio les están pagando 100 dólares”, añadió el Capitán Suárez.
Desmedido estilo de vida de cúpula militar genera descontento
Toda esta situación que afrontan los rangos medios de la FAN, contrasta con la vida de la jerarquía militar. Los generales venezolanos han venido no solo ganando influencia política, sino económica. Desde hace ya unos años, los altos cargos de la Fuerza Armada venezolana se han hecho del control de ciertos sectores de la actividad económica nacional. Un estudio desarrollado por Transparencia Venezuela reveló que, de 576 empresas estatales, 60 contaba con un funcionario castrense como máxima autoridad. El informe elaborado por la ONG también puntualizó que son múltiples las tramas de corrupción que se han dado en estas empresas, las cuales van desde sobrefacturación en la importación de insumos hasta desvío de fondos públicos. Aunado a ello, están las severas acusaciones sobre narcotráfico y contrabando que se han dado contra altos funcionarios de la FAN.
Los generales hoy participan en sectores estratégicos del desarrollo nacional como alimentación, construcción, petróleo, telecomunicaciones, finanzas, energía eléctrica, salud y muchos más. Militares retirados y desertores han denunciado que la jerarquía, además de todos estos negocios que hacen, también tienen un plan para sustraer recursos y beneficios de los rangos medios y bajos. Esto con el propósito de garantizarse un plan de escape al exterior, ya que han concluido que el régimen de Maduro está a punto de desmoronarse.
En los últimos tiempos, son muchas las fotos, imágenes y testimonio de oficiales que se han hecho virales por mostrar las penurias que padecen tanto ellos como sus familias. Esta precariedad va desde buscar comida en la basura, hasta mostrarse con un uniforme vencido y desgatado por el uso. Las familias han sido un punto clave a la hora de que los miembros de la institución castrense decidan no regresar a los cuarteles, pedir la baja o simplemente desertar por la frontera, puesto que los diminutos recursos que generan no les permite cubrir los gastos mínimos de alimentación y escolaridad, ni mucho menos tener la capacidad para afrontar un problema de salud, ni la escasez y el alto costo de los medicamentos.
El marcado contraste que existe entre la vida de un militar de la jerarquía chavista y los funcionarios de rango medios y bajos, más los constantes atropellos a la democracia y la constitución, han generado el incremento del rechazo de Nicolás Maduro. Al punto que respetadas encuestadoras y medidores de opinión señalan esta desaprobación es similar a la que existe fuera de los cuarteles. Como dato importante podemos decir que las 7 rebeliones militares contabilizaban en los últimos doce meses han sido encabezadas por oficiales de categoría media.