Apenas iniciada la temporada de pelota de Grandes Ligas y ya comienzan a aparecer jugadas pocas veces vistas, acciones audaces que logran éxito, jugadores que demuestran su clase.
En el segundo juego de la temporada de los Astros de Houston contra los Atléticos de Oakland (jugado en Oakland), se produjo una situación insólita en el séptimo inning. Con el venezolano José Altuve corriendo en tercera base, y un out, su compañero Kyle Tucker bateó un elevado aparentemente inofensivo dentro del infield; frustrado, Tucker golpea su bate contra la tierra y avanza sin muchas ganas hacia primera.
El campocorto de Oakland, otro venezolano, Elvis Andrus, estaba jugando detrás de segunda, y se movió para atrapar el bombo, a unos pocos metros detrás del infield, cosa que hizo sin problemas. Lo que no se esperaba nadie es que Altuve intentara anotar con un batazo tan corto; ¡pero lo hizo! El tiro de Andrus, que fue sorprendido, no llegó al plato con fuerza, y Altuve anotó, para algarabía general de sus compañeros. Fue una noche inspirada para él, ayudando decisivamente en la victoria de su equipo; se embasó en todos sus cinco turnos al bate.
En la jugada que comentamos el corredor venezolano casi literalmente voló: su velocidad (según Statcast) fue de 30.4 pies por segundo, lo que se considera una velocidad asombrosa, de élite (el promedio en las Grandes Ligas es de 27 pies por segundo).
El manager de Houston, el veterano Dusty Baker (con 53 años de experiencia en Grandes Ligas, como jugador, coach y manager), afirmó: «en toda mi vida jamás había visto un fly de sacrificio tan corto».
¡Ah! y Tucker se anotó carrera impulsada…
Veamos la jugada: