Juanita León: «Petro y Hernández se parecen mucho en sus defectos»
Juanita León explica con sencillez una elección presidencial en Colombia donde todo parece raro y novedoso: los votantes eligieron el domingo las dos opciones «de ruptura más grande con lo que había», dice.
Directora y fundadora de La Silla Vacía, un portal informativo sobre política colombiana, León advierte sin embargo que para el balotaje del 19 de junio el candidato izquierdista Gustavo Petro (que tuvo 40% de los votos) y el independiente Rodolfo Hernández (28%) despiertan temor además de ilusión.
«De pronto, una de las preguntas es quién es menos un salto al vacío», reflexiona León en una entrevista con BBC Mundo.
Si bien ve como favorito a Hernández, evalúa que este polémico exalcalde de Bucaramanga, desconocido por muchos hasta hace poco, estará bajo la lupa en las tres semanas que quedan para definir al sucesor de Iván Duque.
Lo que sigue es una síntesis del diálogo telefónico con León, autora de distintos libros sobre periodismo y política colombiana:
¿Cuál es la principal conclusión del resultado electoral del domingo en Colombia?
La principal conclusión es que el deseo de los colombianos de patear el tablero y su rechazo al establecimiento es muy alto.
Se eligieron realmente las dos propuestas de cambio más extremo y de ruptura más grande con lo que había.
La segunda conclusión es que Petro pasó de ser casi presidente a quedarle difícil ganar la presidencia.
¿Se puede hablar de un favorito desde ya?
Sí, creo que Rodolfo es el favorito. Matemáticamente me parece que las cosas están de su lado.
Los 5 millones de personas que votaron por Fico (Federico Gutiérrez, el candidato de la derecha que quedó tercero) estarían más inclinados a votar por Rodolfo, porque su voto era muy anti Petro y los petristas se dedicaron a maltratar a todos los que apoyaban a Fico.
Así se fueran para Petro todos los votos de Fajardo (el candidato de centro izquierda que salió cuarto con 900.000 sufragios), no le da.
Si sumas los votos de Rodolfo más los de Fico, ya ganó.
Claro que quedan tres semanas y Rodolfo no ha sido sometido a un escrutinio público como ha sido sometido Petro.
Todavía pueden salir cosas de Rodolfo, que me parece que es una persona muy ignorante de los temas de Estado y tiene muchas oportunidades de equivocarse en estas tres semanas.
Además una elección no es una operación matemática…
Pero sí expresa como unas afinidades ideológicas.
Rodolfo ganó en todos los departamentos que votaron «No» en el plebiscito (de 2016 sobre los acuerdos de paz), menos Antioquia, Quindío y Risaralda.
Si Rodolfo hace tres comentarios más como los que ha hecho en el pasado, de confundir a Hitler con Einstein y no saber dónde queda un departamento, de pronto hay gente que decide no votarlo.
Pero creo que el anti petrismo de la gente que votó por Fico es muy marcado.
Otra cosa que favorece a Rodolfo es que el día de la elección una tercera parte de los colombianos todavía no lo conocían. Y se ha visto que cuando lo conocen les gusta mayoritariamente. Entonces tiene una capacidad de crecimiento que no tiene Petro porque ya lo conocen: lo quieren o lo odian.
Decía que la elección del domingo expresó el deseo de los colombianos de «patear el tablero». ¿Pero la segunda vuelta será sobre quién encarna más ese deseo o quién ofrece más estabilidad?
Petro va a tratar de mostrarse como el candidato que le ofrece más estabilidad a Colombia, lo cual no deja de ser paradójico: hace dos semanas era como pegarse un tiro en el pie elegirlo y ahora va a presentarse como el cambio más seguro.
Pero es difícil venderlo del todo así.
Rodolfo tiene una obsesión de austeridad fiscal, que para los empresarios y el establecimiento es como una garantía.
Va a depender un poco de los equipos, que los dos puedan ofrecer posibles gabinetes.
Pero la mayoría de los colombianos odian a los políticos y Rodolfo encarna ese cambio. Los cambios de Petro son más en el modelo económico; los de Rodolfo más en la politiquería y tienen más atractivo.
Pero Rodolfo no está respaldado por una ideología, no tiene un equipo, es un proyecto anclado en su propia personalidad. También es una persona que admira a (el presidente de El Salvador, Nayib) Bukele, que uno no sabe si el día de mañana termina cerrando el Congreso.
¿Es decir que los dos candidatos que pueden ser el próximo presidente de Colombia generan temor en alguna parte de la sociedad?
Sí, en una parte de la sociedad generan mucho temor y en otra mucha ilusión.
¿Cuánto pesa o ayuda a Petro el hecho de que nunca haya habido un presidente de izquierda en Colombia ahora?
No creo que lo ayude con más personas de los 8,5 millones que ya lo votaron. Los colombianos en general son más de derecha que de izquierda, más conservadores, creen más en el mercado…
Petro ya rompió el techo histórico de la izquierda, pero creo que en Colombia ser de izquierda no es algo totalmente atractivo.
¿Ser exguerrillero también le pesa a Petro? ¿O es algo que pasó hace mucho tiempo y no influye?
Creo que eso no pesa. Petro ha demostrado durante 30 años que actúa dentro de la ley y realmente abandonó las armas.
Fue un senador maravilloso, no me parece que nadie lo vea ya como un guerrillero.
Sí pesa el ejemplo de Venezuela, que a la gente le asusta mucho, o sus ideas como tan radicales, o que la gente que lo rodea hubiera apoyado de manera tan decidida las protestas y el vandalismo.
¿Y en qué genera temor Hernández?
Creo que Hernández genera temor en algunas de las declaraciones que ha dado. Es una persona muy poco institucional, entonces se siente orgulloso de haberle pegado a un concejal, de cada tres palabras que dice dos son groserías, dice que admira a Bukele, que va a sacar un decreto de estado de sitio apenas se posesione para sacar las leyes que quiere…
Que sea tan poco institucional a alguna gente le gusta, pero a la gente más sofisticada le preocupa. Y como no tiene un respaldo ideológico, sino que todo es al vaivén de su temperamento, eso preocupa.
Ahora, en su alcaldía nombró toda una tecnocracia buena. Es como que reconoce lo que no sabe y escucha y delega a los que sí saben.
Eso puede ser una garantía, pero al mismo tiempo es una persona confrontacional que lidera humillando a la gente. Es muy políticamente incorrecto en sus formas y en Colombia no estamos acostumbrados a eso.
En temas morales es una persona liberal. Izó la bandera gay cuando aprobaron la adopción de parejas gay. Está a favor de la despenalización del aborto. Entonces, tampoco es un Trump en el sentido conservador.
¿Y en cuestiones de género?
Me parece que en lo de género, la parte que están sacando en que él dijo que la esposa se debería quedar en la casa, me parece que lo descontextualizaron mucho los petristas.
Lo que él dice es que la primera dama no se debe meter en los asuntos del gobierno, lo cual me parece perfecto.
Me parece que él es un hombre de 78 años y piensa como un hombre de 78 años en esos temas. Pero no vi que en su alcaldía tuviera cosas misóginas. Hay más episodios de misoginismo en Petro que en él.
Además de sus polémicas declaraciones y agresiones, Hernández tiene pendiente un proceso penal por presuntas irregularidades cometidas cuando era alcalde de Bucaramanga…
Creo que ese es su mayor talón de Aquiles. El tiene una investigación penal y está imputado por un caso de corrupción.
La Silla Vacía lo investigó a fondo y hay demasiados indicios de que él sí cometió por lo menos irregularidades graves a favor de su hijo.
Esa imputación la van a decidir después de que se haya elegido el presidente, con lo cual (si Hernández gana la segunda vuelta) sería protegido por un fuero, quedaría en manos de la comisión de acusaciones de la Cámara de Representantes y el Congreso tendría una herramienta gigante de presión sobre él.
El esgrime toda una bandera anticorrupción, en Bucaramanga sí combatió mucho la corrupción, pero está acusado por un delito de corrupción.
Otra cosa llamativa es que ambos candidatos han sido acusados por sus críticos de tener un estilo autoritario. Entonces algunos se preguntan si los colombianos están buscando a un hombre fuerte para la presidencia…
Creo que los colombianos de verdad querían patear el tablero. Y ambos son bastante autoritarios, son muy irrespetuosos de la prensa, de los otros poderes… En sus defectos se parecen mucho.
Hasta la primera vuelta la pregunta era el temor que generaba Petro. Pero, ¿cuánto puede influir ahora el factor del miedo a Hernández? ¿Es una segunda vuelta sobre el candidato que genere menos temor?
No estoy segura. Siento que la campaña hasta este momento fue sobre Petro. No fue ni siquiera sobre el cambio o la continuidad, sino que era sobre Petro.
Y ahora sí, de pronto, una de las preguntas es quién es menos un salto al vacío.