La actriz Catherine Deneuve pide perdón a las «víctimas» tras la polvareda levantada tras su defensa por la libertad sexual
La actriz francesa Catherine Deneuve ha pedido este pasado domingo «perdón» a las víctimas de agresiones sexuales tras la polvareda que levantó el pasado martes una tribuna publicada conjuntamente por un colectivo de reconocidas mujeres galas que alertaban del riesgo de que, para ellas, el escándalo de la cultura de abusos contra las mujeres destapado en Hollywood ponga en peligro la libertad sexual. La famosa actriz no desdice lo suscrito esta semana, pero se disculpa con las víctimas en un texto publicado este domingo en el diario galo Libération.
«La violación es un crimen, pero un flirteo tenaz o torpe no es un delito y una galantería tampoco es una agresión machista«, señalaban las firmantes en el artículo que publicó el martes el diario francés Le Monde.
«Como mujeres no nos reconocemos en este feminismo que más allá de la denuncia del abuso de poder y toma el rostro de odio a los hombres y a la sexualidad», continuaban. Las firmantes defendían «la libertad de importunar a alguien», al considerarlo algo «imprescindible para la libertad sexual«.
El texto fue elaborado, según Le Monde, por la escritora francesa Catherine Millet. Lo firmaron en total un centenar de mujeres del mundo del arte, la ciencia, el periodismo y el cine.
#Me too
La campaña #MeToo (yo también) contra el sexismo y los abusos sexuales se desató a raíz de las denuncias vertidas en octubre contra el productor de Hollywood Harvey Weinstein. «Desde el caso Weinstein se ha producido una toma de conciencia sobre la violencia sexual ejercida contra las mujeres, especialmente en el marco profesional, donde ciertos hombres abusan de su poder. Eso era necesario. Pero esta liberación de la palabra se transforma en lo contrario: se nos ordena hablar como es debido y callarnos lo que moleste, y quienes se niegan a plegarse ante esas órdenes son vistas como traidoras y cómplices«, decía el manifiesto. Sus firmantes lamentaban que se haya convertido a las mujeres en «pobres indefensas bajo el control de demonios falócratas».
Una justicia, ¿»expeditiva»?
Las denuncias registradas en las redes sociales se convierten en «una campaña de delaciones y acusaciones públicas hacia individuos a los que no se deja la posibilidad de responder o de defenderse». «Esta justicia expeditiva ya tiene sus víctimas: hombres sancionados en el ejercicio de su oficio, obligados a dimitir por haber tocado una rodilla, intentado dar un beso, hablado de cosas intimas en una cena profesional o enviado mensajes con connotaciones sexuales a una mujer que no sentía una atracción recíproca», se leía en la tribuna.
También hablaban de la vuelta al «puritanismo» y a la «moral victoriana«: «Esta fiebre, de llevar a los ‘cerdos’ al matadero sirve en realidad a los intereses de los enemigos de la libertad sexual, los extremistas religiosos, los peores reaccionarios y aquellos que opinan que las mujeres son seres ‘especiales’, niños con rostro de adultos, que piden protección».