El nuevo modelo de gestión en la agricultura cubana parece una novela por entrega con desenlace siempre postergado. Pero las autoridades proclaman que ahora hay que pensar y actuar distinto.
Si la agricultura es estratégica para mantener la Revolución sexagenaria, ¿por qué el Gobierno no emite las medidas auguradas para “eliminar las trabas”, o sea, “quitar la burocracia y pagar”, como sabiamente definió un campesino entrevistado por la televisión cubana? La escasez de productos agropecuarios aumenta, los mercados estatales están casi vacíos o con rastrojos. Ahora se culpa a las lluvias, aun cuando afortunadamente este año no ha pasado ningún huracán.
Durante su presentación en la “Mesa Redonda” del 12 de octubre, el vicepremier Alejandro Gil Fernández, al frente de la cartera de Economía y Planificación, refirió que las bases para las transformaciones en la producción de la agricultura, la comercialización y la empresa estatal se elaboraron y serían anunciadas. En junio, en ese mismo programa, ya el ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, había mencionado algunas propuestas de modificaciones, por lo que se esperaba que desgranara la mazorca en su nueva comparecencia del día 21 de octubre.
El tema era “La agricultura, la industria y el fortalecimiento de la empresa estatal”. El ministro dijo que tienen que hacer transformaciones en la empresa estatal puesto que no se puede seguir administrando la tierra ociosa, sino explotar la tierra y los recursos hidráulicos. A continuación nombró los objetivos a lograr, repetidos desde hace años. Nuevamente expresó que están haciendo proposiciones que en su momento también informarán, y reiteró que le han indicado recuperar el ganado bovino.
Rodríguez Rollero resaltó que seis empresas de la agricultura están facultadas para exportar e importar, y ya a través de ellas tres pequeños productores han exportado limón y aguacate. Estas facultades fueron aprobadas recientemente para procurar la obtención de moneda dura por el Gobierno, y estimular la inversión. En ese contexto los productores reciben el 80% de las ganancias en divisa, con lo que se espera estimular la reposición y la sustitución de las importaciones.
Como logro se presentó la empresa GELMA, dedicada a la comercialización de insumos para los agricultores, que en 2014 fue reestructurada por las deficiencias en sus ofertas. Según adujo Wilson Ramírez, su presidente, se han extendido por casi todo el país. En cada cabecera provincial GELMA abrió tiendas de venta en Moneda Libremente Convertible (MLC). Ese método comercial implantado por el Gobierno desde finales de 2019 busca recaudar dólares a partir de tiendas mejor surtidas que las de venta en las dos monedas cubanas (CUC ―pseudo divisas― y CUP ―moneda nacional―).
También el ministro de Industrias, Eloy Álvarez; el presidente de la Empresa de Reciclaje de Desechos, José Luis Tamayo; y el presidente de la Industria Electrónica, Vicente de la O, estuvieron en el programa televisivo del 21 de octubre. Los directivos enfatizaron las transformaciones en las empresas estatales, como los avances en lograr la contabilidad adecuada, la flexibilización reciente del pago a los trabajadores según las utilidades, lo cual incrementa el salario medio, y la posibilidad de utilizar los excedentes, la chatarra y los inventarios ociosos para nuevas producciones. Esto propicia no tener empresas con pérdidas ni tener que recurrir al desempleo, argumentaron. En la electrónica se proponen producir para la televisión digital, hacer nuevamente televisores, cajitas, antenas, colectores, cables. Como novedoso plantearon la futura producción de ventiladores de respiración e impresoras 3D, diseñados con trabajadores por cuentapropia durante el inicio de la epidemia de COVID-19.
De las medidas de flexibilización mencionadas se deducen las prohibiciones impuestas por las autoridades durante 60 años, que han coartado la iniciativa de los cubanos, impedido una mejor calidad de vida y frenado el desarrollo de Cuba. La paradoja es que no se puede vivir sin comer. Los tubérculos, frijoles y vegetales llenan el estómago y nutren, con mayor necesidad desde que la carne de res y la leche de vaca dejaron de ser alimentos cotidianos. Pequeñas cantidades de huevos están confinadas al racionamiento, y los pollos y picadillos de baja calidad solo son asequibles en las tiendas recaudadoras de divisas.
Como los mercados estatales no tienen productos, y los precios de las cooperativas y los pequeños comercializadores suben en La Habana, desde el viernes 23 se hará pública una nueva lista de precios topados. Similares ajustes de precios se realizan asiduamente en el resto del país según las decisiones de los gobiernos locales.