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La «conversación franca» entre el Papa y Díaz-Canel se traduce en banalidades en el comunicado oficial

"Confirmamos amplias coincidencias en temas acuciantes de la agenda internacional para la humanidad", dijo el mandatario cubano

El encuentro del mandatario con Francisco, además, se produce tras un delicado proceso de negociaciones que la Iglesia católica impulsa desde el 11J. (Twitter/Cancillería de Cuba)El encuentro del mandatario con Francisco, además, se produce tras un delicado proceso de negociaciones que la Iglesia católica impulsa desde el 11J. (Twitter/Cancillería de Cuba)

 

«Fue una conversación franca. Confirmamos amplias coincidencias en temas acuciantes de la agenda internacional para la humanidad». Con estas palabras se refirió el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel a la audiencia que tuvo con el papa Francisco este martes en el Vaticano. La calificó como un «muy grato reencuentro» en un tuit, en el que aseguraba haber transmitido al sumo pontífice «el profundo cariño y deseos de plena recuperación del pueblo cubano».

El Ministerio de Relaciones Exteriores cubano añadióen un comunicado, que «el intercambio permitió constatar el positivo estado de las relaciones bilaterales», y que en él «se abordaron igualmente temas de interés de la agenda internacional».

Entre estos, se menciona en el texto «el rol activo» del papa en «la búsqueda de soluciones a los graves problemas que hoy afectan a la humanidad, así como la coincidencia de criterios en temas como la defensa de la paz internacional, el desarme nuclear, la protección del medio ambiente, el fomento de la solidaridad y la lucha contra la exclusión social, la desigualdad y la pobreza».

Aunque ninguna de las partes dice nada de manera oficial, la alusión a una «conversación franca», por parte de Díaz-Canel, y de la «situación del país», por parte del Vaticano, sugiere que tocaron temas delicados

 

Por su parte, el Vaticano en su propio comunicado, destacó que durante la conversación se recordó la «histórica visita de Juan Pablo II en 1998» a La Habana, de la que se cumplen 25 años, y que «se detuvieron en la situación del país y en la contribución que ofrece la Iglesia, especialmente en el ámbito de la caridad».

Aunque ninguna de las partes dice nada de manera oficial, la alusión a una «conversación franca», por parte de Díaz-Canel, y de la «situación del país», por parte del Vaticano, sugiere que sí tocaron temas delicados para el régimen. Se espera que entre los temas sobre la mesa, en la que supone la primera audiencia entre ambos en Roma, haya estado la liberación de los presos políticos cubanos, en cuya negociación la jerarquía católica juega un rol importante.

La visita, que duró unos 40 minutos, se mantuvo en secreto hasta esta semana, cuando ambas partes confirmaron lo que había circulado como rumor.

Díaz-Canel y su esposa, Lis Cuesta, fueron recibidos a las 9:50, hora local, por el responsable de la Prefectura de la Casa Pontificia, que se encarga del protocolo, Leonardo Sapienza, mientras a pocos metros del Vaticano una decena de manifestantes cubanos afincados en Italia protestaron en contra del recibimiento del Papa al presidente cubano. Envueltos en la bandera de Cuba y al ritmo de la música del país los opositores al régimen gritaron consignas en contra de la represión política, del exilio forzado y la legitimación del Vaticano del Gobierno de Díaz-Canel.

El mandatario sostuvo su primera reunión con el pontífice en el despacho adyacente al aula Pablo VI, donde se celebran los grandes actos en el Vaticano, y durante la cual ambos dirigentes intercambiaron regalos.Francisco le entregó una obra de arte de bronce que representa una paloma portando una rama de olivo, con la inscripción «Sed mensajeros de la paz», además del Mensaje para la Paz de este año. Por su parte, Díaz-Canel le regaló al Papa una escultura en plata, bronce y madera, titulada El Lector, y dos volúmenes de poetas cubanos.

El dirigente se convierte así en el tercer mandatario cubano que viaja al Vaticano desde el triunfo de la Revolución cubana en 1959

Tras el encuentro, el presidente cubano se ha reunido en la Secretaría de Estado con el cardenal Pietro Parolin, de cuya reunión y temas tratados, entre los que figura la petición de liberación de presos, informará posteriormente el Vaticano.

Más tarde, tal y como informó la Presidencia de Cuba, tuvo también un encuentro con empresarios italianos.

El dirigente es el tercer mandatario cubano que viaja al Vaticano desde el triunfo de la Revolución cubana en 1959, puesto que sus predecesores, Fidel Castro y su hermano Raúl, lo hicieron, respectivamente, en 1996 y 2015.

La reunión se produce pocos días después, el pasado viernes, del regreso al Vaticano del Papa después de nueve días ingresado en el hospital por una operación debido a una hernia abdominal.

Con Raúl Castro, el papa Francisco conversó durante una hora también en esta sala del Aula Pablo VI. Este será el cuarto contacto entre el actual presidente y el Papa: el primero fue en marzo de 2013, cuando el mandatario cubano, entonces como primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, asistió a su entronización como Papa; en septiembre de 2015, en ocasión de la visita de Francisco a Cuba, y en febrero de 2016, durante el encuentro entre el Sumo Pontífice y el Patriarca de Moscú, Kiril, en La Habana.

La reunión se produce pocos días después, el pasado viernes, del regreso al Vaticano del Papa después de nueve días ingresado en el hospital por una operación debido a una hernia abdominal

La delegación cubana está integrada, además, por el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, varios viceministros de esa cartera, y la viceministra primera del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Ana Teresita González Fraga, entre otros directivos.

Aunque se desconocen los asuntos que se trataron en este encuentro, un tema que tienen pendiente ambas partes es el de los detenidos y condenados en las mayores protestas antigubernamentales de Cuba en décadas, el 11 de julio de 2021, en su mayor parte pacíficas y espontáneas.

El cardenal Beniamino Stella, que visitó Cuba en febrero pasado para conmemorar los 25 años de la visita de Juan Pablo II, explicó entonces que había transmitido el mensaje de Francisco de la liberación de estos presos.

 

 

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