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La crisis empuja a Argentina al precipicio del estallido social

Asaltos a comercios, una inflación desbocada (supera el 113% anual) y la crispación política tensionan las calles

En estos días en Argentina, y especialmente tras los resultados de las primarias presidenciales, nadie parece estar de acuerdo. Gran parte de los ciudadanos entró en pánico el pasado 13 de agosto por la victoria del candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, que -pese a haber obtenido un 30% de los votos- aparece ahora como el candidato favorito para las elecciones del 22 de octubre. Otra parte de los argentinos celebra la posibilidad de cambio y se entusiasma con un potencial fin del kirchnerismo. No obstante, hay un punto en particular en el cual todos parecen coincidir: Argentina se encuentra en los albores de un estallido social. Una vez más.

Las páginas de los principales medios de comunicación locales se han llenado de imágenes que dan muestra de la agudización de la crisis y la preocupación entre la ciudadanía. Las fotografías de numerosos grupos de personas asaltando los comercios y supermercados para robar mercancía en distintos puntos del país hicieron saltar todas las alarmas. Los argentinos ven, además, cómo su salario pierde valor día a día a manos de la inflación, que supera el 113% anual, y se estima que será aún mayor en los próximos meses. La bronca se agudiza y el mismo presidente de la nación, Alberto Fernández, se ha visto obligado a salir de su criticado silencio para llamar a la «paz social».

La agonía del peso

En estos momentos, el cóctel explosivo que empieza a asomar en el país suramericano combina la intolerancia social -en un clima en el cual se acentúan las diferencias en materia de política- con una delicada situación económica, dado que el peso argentino pierde valor día a día. Es un proceso que viene de hace largo tiempo, pero que se aceleró con la devaluación de un 22% de la moneda, implementada el pasado 14 de agosto por Sergio Massa, ministro de Economía y candidato a la presidencia por el partido oficialista Unión por la Patria.

Como consecuencia de esta medida, se ha generado un caos de precios en Argentina y, durante varios días, algunas tiendas decidieron no vender sus productos -al no saber exactamente a qué valor comercializarlos- y muchas empresas tuvieron problemas de abastecimiento.

Ocurre, a su vez, que desde hace varios meses y como consecuencia de la elevada inflación, cada vez son más las áreas en las cuales los argentinos realizan las transacciones en dólares en vez de en su moneda oficial. Además de la compra de inmuebles, los alquileres de viviendas comienzan a hacerse en dólares, como así también las reservas de alojamientos turísticos para las vacaciones.

Piquetes en acción

Más allá de los violentos saqueos a supermercados y otros establecimientos, que comenzaron en varias provincias y luego llegaron hasta Buenos Aires, las calles de Argentina son durante estos días epicentro de movilizaciones y bloqueos en el tránsito por parte de piquetes. A finales de la pasada semana un numeroso grupo de manifestantes cortó los accesos a la ciudad de Buenos Aires bajo la consigna «Basta de hambre».

La protesta tuvo lugar tanto en la capital como en distintos puntos del territorio nacional. Puntualmente en Buenos Aires, comenzó en la mañana del jueves en la mítica avenida 9 de Julio para trasladarse luego a las puertas del Ministerio de Economía.

Reacciones de los políticos

En un contexto de fuerte crispación social, y a poco más de tres meses de terminarse el mandato presidencial de Alberto Fernández -que lleva en la Casa Rosada desde 2019 y dejará sus funciones el próximo 10 de diciembre-, hay entre los argentinos una fuerte incertidumbre con respecto al panorama político, social y económico. Frente al silencio de la vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández de Kirchner, Fernández pidió esta semana «cuidar la convivencia democrática».

En tanto, el candidato vencedor de las primarias, el ultraderechista Javier Milei, lanzó días atrás una amenaza contra los manifestantes: «A los que tiren piedras los voy a meter presos, y si me rodean la Casa Rosada me van a tener que sacar muerto».

Con respecto a las iniciativas para sacar a Argentina de la profunda crisis financiera en la que se encuentra inmersa, el líder de La Libertad Avanza centra su propuesta en dos principios: el recorte de los gastos del Estado y la ‘dolarización’ de la economía argentina -el reemplazo del peso por la moneda estadounidense-. La gran incógnita es cuál sería el valor del salario medio en dólares, en caso de implementarse esta medida.

En medio de su campaña electoral de cara al próximo 22 de octubre, cuando los argentinos asistan a las urnas para votar presidente, el candidato que venció en las primarias prometió con un tono heroico: «Dentro de 35 a 50 años, Argentina va a estar de pie y va a ser una potencia mundial».

 

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