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A la élite empresarial, afirman, le salió el tiro por la culata. Ahora debe hablar de tú a tú con AMLO

Claudio X. González Laporte, de Kimberly Clarck, y Germán Larrea Mota Velasco, de Grupo México, cabezas de la élite más activas en la actual campaña. Foto: Cuartoscuro.

La cúpula empresarial emitió en los primeros días de mayo los desplegados “Así No” y “Trabajamos por México”. Luego dueños y directores generales de compañías como Herdez, FEMSA, Palacio de Hierro y Grupo México lanzaron la iniciativa Conciencia MX y enviaron cartas a sus empleados donde los llamaron a reflexionar su voto, e incluso evitar la llegada del “populismo” a la Presidencia. Pero fue contraproducente: el valor de las acciones de la empresa de Germán Larrea Mota Velasco, por ejemplo, perdió casi 4 pesos en una semana. Además, el candidato blanco de sus señalamientos, Andrés Manuel López Obrador, repuntó en las encuestas: en el consolidado de Bloomberg al cierre de mayo alcanzó 51.8 por ciento, destacaron analistas.

Este domingo, a menos de un mes del día de la votación, el Consejo Mexicano de Negocios –la élite que representa el 1 por ciento de la planta productiva nacional frente a las pequeñas y medianas empresas– anunció una serie de diálogos privados con cada uno de los candidatos presidenciales.

Para los analistas y representantes de Pymes consultados, es una acción democrática, pero tardía y refleja su desesperación para no ceder sus privilegios. “Tienen miedo de perder el control económico del país. Que se vayan preparando porque así va a ser”, declaró Alejandro Salcedo, dirigente de Alampyme, quien los llamó a reflexionar que el cambio no los perjudicará, sino que beneficiará a toda la cadena de pequeños y grandes empresarios.

 

Ciudad de México, 5 de junio (SinEmbargo).– A 25 días de las elecciones, integrantes el Consejo Mexicano de Negocios, la cúpula empresarial del país, ha vuelto a dar un giro en su estrategia. Durante mayo gastó en desplegados y emitió cartas a sus empleados para “concientizar el voto”, pero el candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés Manuel López Obrador, siguió creciendo en las encuestas. Ante este escenario, el domingo pasado anunció diálogos privados con los cuatro candidatos a la Presidencia de la República, para escuchar tanto sus propuestas como para manifestar sus inquietudes.

Analistas y pequeños empresarios aseguraron que este cambio radicó en que los llamados de reflexión les salieron “contraproducente” en su imagen y acciones. Además, lo ven como un acto de “desesperación” tardío para no ceder los privilegios de contratos, concesiones y pago de impuestos que han tenido con el modelo económico impulsado por los sexenios panistas y priistas pasados, que el morenista ha criticado. Incluso ha señalado nombres, principalmente a Claudio X. González Laporte, de Kimberly Clark, y a Germán Larrea Mota Velasco, de Grupo México.

No obstante, consideraron los consultados, tras los encuentros con lo que debieron haber empezado desde el inicio del proceso electoral, las condiciones que actualmente existen en la contienda no van a modificarse significativamente, ya que una parte de sus empleados y clientes están “hartos” e informados. Ya no es 2006, año electoral en que lanzaron guerra sucia con spots pagados, señalaron.

Después del segundo debate presidencial y los llamados de la élite validados por la autoridad electoral, la campaña del candidato López Obrador no se vio dañada en las encuestas. Al contrario, se elevó más la preferencia respecto a abril y mantiene una ventaja de 51.8 en el último consolidado de Bloomberg con corte al 30 de mayo. El abanderado de los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES) sigue subiendo desde el 5 de enero, cuando se colocaba en 31.9 por ciento. La diferencia con el segundo lugar, Ricardo Anaya Cortés de la coalición “Por México al Frente”, es de 27 puntos y con respecto a José Antonio Meade Kuribreña, de “Todos por México”, la distancia es de 31.5 puntos.

 

Alberto Barranco Chavarría, periodista y analista financiero, dijo en entrevista telefónica con SinEmbargo, que la idea de una segunda fase de los desplegados, a través de la iniciativa Conciencia MX con mensajes de los directores generales como Herdez o Grupo México, se frenó “porque se dieron cuenta que les estaba saliendo contraproducente”. En el caso de Grupo México se cayeron sus acciones y eso les podría haber “rebotado” con una demanda de accionistas argumentando que “por decisiones políticas habían perdido dinero”. De acuerdo con el historial de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), el valor de las acciones de esta empresa cayeron de 53.16 pesos el viernes 25 de mayo cuando lanzó la misiva a 49.52 pesos el jueves pasado, alrededor de cuatro pesos.

“Cuando una empresa tiene una concesión, como Grupo México, enfrentarse a quien podría ser el próximo Presidente de la República podría en algún momento afectarla. Por eso los inversionistas castigaron a la empresa”, afirmó Barranco Chavarría. “Ellos se dieron cuenta que en las redes sociales hubo una reacción muy desairada, empezaron a salir trapitos al sol de empresarios que en su momento cometieron excesos o afectaciones al medio ambiente. Decidieron optar por paz y amor”.

Tras los desplegados, comenzaron la iniciativa Conciencia MX y estas semanas hicieron públicas una serie de cartas, videos o comerciales en cines que enviaron a sus empleados, accionistas o espectadores para llamar a reflexionar el voto. Fue el caso de Germán Larrea Mota Velasco (Grupo México y Cinemex), el segundo hombre más rico del país; Alberto Baillères (Grupo Bal), el tercer hombre más rico; Héctor Hernández Pons-Torres (Herdez); José Antonio Fernández Carbajal (FEMSA); Andrés Conesia (Aeroméxico); Sergio Argüelles González (inmobiliaria Finsa); José Ramón Elizondo (Grupo Vasconia) y Eloy S. Vallina Lagüera Jr (Grupo Chihuahua).

“Ellos sobredimensionaron su papel de patrones. Hay una lealtad con el hombre que tiene el capital, pero no necesariamente eso implica que ellos hablen de conciencia. El trabajador es libre de votar por quien quiera; les estarían dando un trato de personas incapacitadas o con poco criterio. Se dieron cuenta que sería inútil porque las personas de todas formas iban a votar por quien ya habían definido y no por quien le diga el patrón”, aseveró Alberto Barranco.

Cuauhtémoc Rivera, de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) de 65 mil afiliados, expuso que una parte de la sociedad está informada, por lo que “en la intimidad ellos tomarán la decisión que consideren; son otros tiempos como para lanzar consignas”.

Al principio de la campaña, consideró el analista Alberto Barranco, pensaron que con la influencia que tienen en el poder económico podrían frenar a determinado candidato. Después se dieron cuenta de que si el siguiente paso era coaccionar el voto (“si tú no votas por quien digo, te voy a correr”), podrían haber consecuencias legales. “Lo que les preocupa es la consecuencia económica, la cual era cierto repudio de la opinión pública (clientes) y decidieron cortar por lo sano”, apuntó.

Para Antonio Ocarazna, estratega en asuntos públicos y comunicación, aunque es una “buena señal de principio democrático” llamar al diálogo directo, la primera sorpresa de este anuncio es que no lo hubieran hecho antes. “Estamos a menos de un mes de la elección y al Consejo Mexicano de Negocios se le ha ocurrido que sería bueno entrevistarse con todos los candidatos; qué extraño que no haya sido una de sus prioridades desde el inicio”, afirmó. “Candidatos y empresarios no son enemigos”.

Ocaranza determinó que el objetivo es “salvar cara” al presentarse como un organismo que está abierto a todas las voces, aunque el principal objetivo es tender puentes “hacia un candidato con el que han estado activamente promoviendo una campaña de voto útil que está ligado a que no gane”. Pero más que convencerlo de sus posturas, una reunión de este tipo “puede marcar el principio o las bases de lo que pudiera ser una relación de comunicación y de trabajo con él, si llegara a ganar las elecciones… que es lo más probable”, expuso.

El representante de la ANPEC también vio “con muy buenos ojos” y festejó el giro de estrategia en términos de certidumbre en el manejo de la economía nacional. “Dejan atrás una página de dimes y diretes donde no ganábamos nadie”, aseguró. “Fue un conjunto de aprendizaje democrático. Están a tiempo”, consideró tras evocar que en un primer momento el Consejo Coordinador Empresarial llamó a mesas de diálogo sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional, pero las cancelaron por la postura del candidato López Obrador. Finalmente el morenista expuso que si se licita el con inversión privada, puede realizarse.

“NO LOS PERJUDICARÁN”

La cúpula tiene siete asociados: la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) –con más de 36 mil empresas–, la Asociación del Banco de México (ABM), el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), y el Consejo Mexicano de Negocios (CMN), presidido por Alejandro Ramírez Magaña, director de Cinépolis. Sus invitados permanentes son la Canacintra, la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB), el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnologías (COMCE) y la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad).

En entrevista, Alejandro Salcedo Pacheco, dirigente de la Asociación Latinoamericana de Micros, Pequeños y Medianos Empresarios (Alampyme), afirmó que “tienen miedo de perder el control económico del país. Que se vayan preparando porque así va a ser”. Alampyme está compuesta por 16 mil pymes y forma parte de las 4 millones que generan el 75 por ciento de los empleos. Tras el desplegado de la cúpula lanzó un comunicado para desmarcarse y enfatizar que no los representan.

“La estrategia que ellos están planteando como segunda etapa –al no funcionarles los millones de pesos que gastaron en sus publicaciones en los medios en decir que ellos tienen una base y cientos de afiliados– pues siguen siendo los mismos y los menos”, declaró.

El analista financiero Alberto Barranco coincidió en que “en un escenario donde todos los movimientos para descarrilar al candidato puntero han fallado, ellos, pragmáticos como son, deciden mejor iniciar una fase de reconciliación antes de que quede la herida abierta”.

El Consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova Vianello, llamó el viernes a no orientar el voto. El dirigente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, aclaró que “no hay nada alarmante o ilegal” en las cartas enviadas por directores de empresas.

Pero en estos días que quedan, previó el líder empresarial Alejandro Salcedo, van a tratar de hacer “todo lo imposible” por generar acuerdos con el PRI, PAN y sus candidatos Ricardo Anaya y José Antonio Meade “para tratar de bajarle el electorado a Andrés Manuel”. Aunque, consideró, será imposible. “Los trabajadores, la gente de base, el micro negocio, el ambulante, el comerciante, el pequeño industrial están fastidiados; estamos hartos de estas políticas económicas que solo han beneficiado a este grupo de poder y el único que ha marcado pautas en este modelo ha sido Andrés Manuel”, argumentó.

El estratega Antonio Ocaranza expuso que los empresarios, como cualquier ciudadano, son libres de expresar su opinión y no violaron la ley electoral con las cartas al no condicionar el pago con el voto. Sin embargo aun cuando la ley lo permita, hay un componente político que es el que los empresarios deben evaluar: “¿es mi mayor preocupación el decirle a mis empleados que tienen derecho a votar por quien deseen o no?, si mis empleados piensan que yo tengo un candidato diferente al que ellos tienen, ¿cómo se transforma en un ambiente laboral propicio para la productividad?, y ¿qué pasa con el consumidor? Pueden decir que como este empresario que vende estas marcas está en contra de mi candidato, no las compraré”.

Por ello consideró que la cúpula empresarial tiene un gran trabajo en la definición de sus acciones al no haber podido incidir mejor en el electorado y en la ciudadanía para que los candidatos que ellos defendían estuvieran mejor posicionados.

“Deben hacer un buen diagnóstico de qué ha salido mal, qué agenda van a tener y quizá valga la pena hacer una redefinición si son los líderes de las asociaciones, cámaras y confederaciones los mejores interlocutores con el nuevo gobierno. ¿Estarán ya gastados y se necesitarán caras nuevas para proponer un nuevo diálogo, en especial si es López Obrador? Hay mucho trabajo para ver cómo pueden ser más efectivos en aquello que quieren empujar como agenda de la sociedad”, planteó.

Andrés Manuel López Obrador, de Juntos Haremos Historia, se reunirá este martes a las 8:30 de la mañana. “Yo voy en un plan de conciliación”, declaró en un mítin en Hidalgo.

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