La fortuna de 4 de los billonarios del gabinete de Donald Trump que supera la economía anual de Colombia
En el segundo mandato del republicano, al que llega Elon Musk con todo el poder, pesa más la chequera que la formación y la experiencia en el sector público
Son los millonarios, con Donald Trump como presidente a la cabeza, los que van a gobernar Estados Unidos a partir de este 20 de enero. La fortuna del gabinete de multimillonarios supera ampliamente la economía colombiana ( USD 336.400 millones fie el PIB en 2023).
Para empezar, Elon Musk, el más rico del planeta que acaba de llegar a los USD 400.000 millones, según Forbes. Se rodeó de amigos millonarios y leales a toda prueba, más que copartidarios del Partido Republicano. Trump tiene una fortuna personal valorada al comenzar este año en USD 5.400 millones, confirmándose como el mandatario más rico en la historia del país, algo que ya había conseguido en 2016. Desde el triunfo electoral de octubre pasado, Musk empezó a sacarle réditos a su apuesta: su fortuna casi se ha duplicado en menos de dos meses, aunque insista en que no ha entrado a la política por dinero.
Aportó USD 119 millones a la campaña además del intenso activismo que hizo con 213 millones de seguidores en X, la red social de la que es dueño, igual que sus enormes Tesla, Space X y xA. Desde este 20 de enero dirigirá el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental acompañado por Vivek Ramaswamy, excandidato presidencial con una imagen de libertario milenial que lo posicionó en MAGA -Make America Great Again- y es otro de los multimillonarios con USD1.000 millones logrados en la industria farmacéutica a travées de su empresa Roivant Sciences.
Los dos se han propuesto desmantelar la burocracia gubernamental, reducir el exceso de regulaciones y recortar los gastos superfluos de las agencias federales. Musk publicará en su cuenta de X las acciones de ese departamento “para asegurar la máxima transparencia” e incluirá una «tabla de clasificación para el gasto más increíblemente tonto que se haga con el dinero de impuestos».
El inversionista gay amigo de Soros que dirigirá la economía
En el más poderoso Departamento del Tesoro, sucederá a Yanet Yellen. que ha acompañado a Joe Biden durante toda su administración, el banquero de inversión Scott Bessent, de 62 años, fundador de la firma Key Square Group–
Scott Bessent (dr) nominado al Tesoro con su pareja el exfiscal se NY, John Freeman
No se sabe con certeza el monto de su fortuna pero nadie duda que supere los USD 1000 millones. La hizo apostando contra el yen japonés junto al ícono liberal George Soros, uno de los principales donantes de los demócratas, al que los republicanos tienen satanizado, según el Financial Times. Antes de convertirse en donante y asesor de Trump, lo fue del demócrata Al Gore. En sus manos estará la emblemática promesa del recorte de impuestos, en simultáneo con una economía boyante y el poder del dólar estable, sin mayor compromiso con un aumento de aranceles.
Bessent será el primer secretario del Tesoro abiertamente gay. Está casado con John Freeman, que fue fiscal en Nueva York y tienen dos hijos.
En el gabinete de billonarios está una donante asidua de los republicanos, Linda McMahon, quien hizo sus USD 3.000 millones con su marido Vince como empresaria de lucha libre fue nominada para el Ministerio de Educación ( Secretarías en EE. UU) y en la primera administración de Trump lideró su centro de pensamiento America First Policy.
En el Ministerio de Comercio estará Howard Lutnick. Con sus USD 1.500 millones tiene una historia por contar porque reconstruyó la empresa de servicios financieros Cantor Fitzgerald en la que ha hecho su carrera, después de perder 658 empleados en el atentando de las Torres Gemelas.
Stephen Feinberg con USD 5.000 millones irá a Defensa y el astronauta amateur Jared Isacman, USD 1.900 millones, muy amigo de Musk, a la NASA.
Embajadores multimillonarios y consuegros
Ricos y superricos no pueden faltar en la diplomacia trumpista. Warren Stephens, director de un fondo de inversión Stephens Inc. cercano a la campaña y poseedor de USD 3.400 millones según Forbes, será embajador en Reino Unido. A su firma todavía se le recuerda por el papel que tuvo en la oferta pública inicial de Walmart en 1970.
Le siguen los familiares. Trump no se ha detenido en ningún tipo de consideraciones para designar embajadores a los suegros de sus dos hijas. Massad Boulos, multimillonario, abogado y suegro de Tifany Trump, la cuarta hija, abogada de 27 años quien lo apoyó 100 % en la campaña, será asesor para Asuntos Árabes y del Oriente Medio; y al magnate inmobiliario Charles Kushner (USD 2.900 millones) suegro de Ivanka Trump, quien fue condenado por evasión fiscal y coerción de testigos pero Donald Trump le indultó en 2020 irá de embajador a París.
La danza de los millones en la posesión
La danza de los millones no solo ha llegado al gabinete de Donald Trump. El día se su posesión será el espectáculo de los superricos al lado Trump 2.0. Si bien el juramento, que tradicionalmente se celebra en la escalinata del Capitolio, fue trasladada al interior del edificio debido a las bajas temperaturas pronosticadas para el lunes, es una ceremonia financiada por los contribuyentes y supervisada por el Comité Conjunto del Congreso sobre Ceremonias Inaugurales, otros eventos que rodean la toma de posesión de un nuevo presidente se financian con fondos privados y brindan una oportunidad para estar al lado de los funcionarios entrantes.
Empresas como Amazon, Ford Motor Company y el multimillonario de los fondos de cobertura Ken Griffin están entre los que aportarían USD 1 millón, otros han donado más como la empresa de criptomonedas Ripple. No existen límites legales sobre el monto de las donaciones que puede recibir un comité inaugural. Todos quieren hacer amigos y ponerle piso a sus relaciones con Washington..
La liga de los superricos conduce a la pregunta del millón: cómo encajan estos nombramientos en el proyecto del candidato Donald Trump. A sus electores envió un mensaje de optimismo a la clase media y a la clase obrera, a los que habló de burócratas elitistas desconectados de la realidad del trabajador promedio, que había sido olvidado por el progresismo.
El hecho es que Trump triunfó de la mano de las clases populares estadounidenses, a quienes les prometió un futuro más próspero a través de políticas nacionalistas que beneficiaran el bolsillo del ciudadano promedio. Ahora está construyendo una estrategia de la manos de los más ricos para beneficiar a todos, lo cual no deja de suscitar interrogantes. Así a la mayoría de los estadounidenses nunca le hayan disgustado los ricos solo porque sean, pero sí ponen la lupa sobre ellos cuando sospechan que los explotan o engañan como trabajadores o consumidores.