Democracia y Política

La guardia pretoriana de Ayuso en la Asamblea de Madrid: «Somos una banda de convencidas»

Alma Ezcurra, Mónica Lavín y Elisa Vigil, a la cabeza del PP en la batalla ideológica desde Madrid

Las diputadas del PP Mónica Lavín, Elisa Vigil y Alma Ezcurra, en la Asamblea de Madrid JAIME GARCÍA

 

«Brava, Alma Ezcurra». Cayetana Álvarez de Toledo felicitó así en las redes sociales a la diputada del PP en la Asamblea de Madrid, por su intervención parlamentaria en contra de la amnistía y de la posición de los socialistas en la región, con Juan Lobato a la cabeza. Fue una de las múltiples felicitaciones que Ezcurra recibió dentro y fuera de su partido, hasta el punto de que el vídeo con sus palabras se hizo ‘viral’.

 

 

Ezcurra siempre había trabajado en la sombra de su partido, a menudo como fontanera en la sala de máquinas de Génova, tanto en la planta de Madrid como en la nacional. Hizo diversos trabajos de asesoramiento con José María Aznar en FAES, luego trabajó para Mariano Rajoy, también para Pablo Casado y por último para la fundación de Alberto Núñez Feijóo. En las últimas campañas electorales madrileñas, Javier Fernández-Lasquetty la fichó para ayudar en la candidatura de Ayuso. Siempre desde la parte de atrás. La presidenta se fijó en aquella mujer aguerrida, con las ideas claras y sin miedo a plantar cara a los ‘dogmas de fe’ de la izquierda, y le propuso formar parte de su proyecto.

Fiel a su trayectoria política, hasta ahora había ocupado un discreto segundo plano en el grupo parlamentario, hasta que en el último pleno tomó la alternativa y dejó encantados a sus compañeros de filas, dentro y fuera del parlamento regional, con un mensaje directo y tajante en contra de la amnistía, que dejó en evidencia a los socialistas madrileños por alinearse con el giro de Sánchez.

Ezcurra, presidenta de la Comisión de Sanidad, forma parte de un grupo popular renovado, repleto de caras nuevas en esta política de batalla diaria, donde están despuntando varias mujeres, una auténtica guardia pretoriana de Ayuso en la Asamblea de Madrid. «El grupo está lleno de talento y si estamos despuntando mujeres es fruto de la casualidad, porque hay muchos hombres con gran valía, el primero de ellos, el portavoz, Carlos Díaz-Pache, uno de los hombres más talentosos que conozco», precisa Ezcurra, quien acto seguido reconoce que el PP «siempre ha sido un partido de mujeres, siempre ha tenido mujeres poderosas, aunque la izquierda quiera arrebatarnos esa bandera».

Las últimas presidentas de la Comunidad de Madrid, elegidas como cabeza de cartel, han sido mujeres, desde Esperanza Aguirre, pasando por Cristina Cifuentes y después Isabel Díaz Ayuso. Ahora en la Asamblea, caras nuevas de mujeres como Ezcurra, Mónica Lavín o Elisa Vigil forman esa especie de ‘guardia de corps’ que escolta a su jefa y está en primera línea de la batalla ideológica en la región.

«Somos una banda de convencidas», explica Ezcurra, «bajo el liderazgo de la presidenta, que nos ha insuflado el ánimo para construir un proyecto en positivo, no nacemos en contra de nada, sino a favor de algo».

«Nos pide valentía»

Mónica Lavín es otra de las diputadas revelación dentro del PP en este inicio de legislatura, y una de las más jóvenes, con 32 años. La secretaria de familia y natalidad del PP de Madrid tuvo la misión de defender las reformas de las leyes LGTBI y Trans, en uno de los debates más relevantes y broncos en la Asamblea posiblemente en toda la legislatura. Tuvo que plantar cara a Carla Antonelli y Jimena González, activistas trans de Más Madrid, y a Santi Rivero, diputado socialista y también activista LGTBI. «La presidenta Ayuso me ha pedido rigor y mucho trabajo, y que escuche y trate con mucho cariño a las personas, anteponiendo ciencia a ideología», comenta. Ayuso también ha pedido a los suyos «compromiso y valentía para dar todas las batallas». «Hay que ser valientes para decir la verdad a cualquier precio», subraya Lavín, que se considera liberal de pies a cabeza.

En esa escolta de Ayuso en la Asamblea hay otra diputada, Elisa Vigil, de 29 años, portavoz adjunta del Grupo Popular. Es una de las batalladoras ayusistas en tertulias televisivas y en todo tipo de debates. «Formamos un grupo de mujeronas», presume. Se define como liberal en política y conservadora en su tipo de vida. Vigil tiene uno de los perfiles más duros y contundentes del Grupo Popular, y la presidenta la animó a seguir en esa línea: «Me dijo que siguiera por mi camino, con mi perfil duro, dando las batallas sin ningún tipo de miedo».

 

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