La película que Kubrick nunca rodó
En una edición tan cuidada como todas las de la editorial, Taschen publica ‘Stanley Kubrick’s Napoleon’, un documentadísimo volumen que cuenta como en el curso de la posproducción de ‘2001: Una odisea del espacio’, el cineasta comenzó a trabajar en un proyecto que él mismo definió como «muy ilusionante». Se trataba de una película biográfica sobre Napoleón Bonaparte que, pese a su obsesión por el personaje y su interés por llevarlo a la pantalla, nunca pudo rodar.
El dramático ascenso y caída del emperador daba para una gran historia, pero Kubrick estaba más interesado en la compleja mente del militar: no podía comprender cómo un estratega de su inteligencia podía ser víctima de tentaciones irracionales de consecuencias devastadoras.
Mientras trabajaba en el guion, Kubrick leyó todos los libros sobre Napoleón que pudo conseguir, consultó a historiadores y acumuló una base de datos con material de investigación de un tamaño de todo punto excesivo, con más de 30.000 ilustraciones y fotografías de posibles localizaciones.
El realizador investigó e intervino en el diseño del vestuario, incluidos uniformes militares realizados con papel, en el intento de mantener el presupuesto bajo control. Pero a medida que se acercaba el momento de entrar en fase de producción, primero Metro Goldwyn Mayer y después United Artists no se atrevieron a dar el paso definitivo: las epopeyas históricas eran demasiado arriesgadas.
Es posible que los que entonces tomaron la decisión ahora lo lamenten, pero en aquel momento creyeron que el coste de producción planteaba riesgos injustificados.
El interés de Kubrick por Napoleón prosiguió durante el resto de su vida, pero el presupuesto necesario para hacer la película, tal como él la concebía, nunca se ajustó a la realidad. Si hubiera vivido hasta que la tecnología le hubiese permitido recrear de manera convincente los miles de soldados y caballos que participaban en las épicas escenas de batallas que imaginaba, tal vez habría podido plasmar su sueño. Acaso, quien sabe, Napoleón podría haber sido su mayor hazaña creativa.
En el año 2009, Taschen publicó una edición limitada del proyecto que incluía diez libros: Guion, Referencia, Notas, Correspondencia, Cronología, Producción, Texto, Vestuario, Localizaciones y Archivo de imágenes. Todo ello dentro de una caja con forma de libro. La edición que ahora ve la luz reúne todos los elementos originales en un volumen compacto, incluido un facsímil del guion definitivo firmado por Kubrick.
Con más de 800 páginas profusamente ilustradas, este conjunto pone a disposición del lector la información completa sobre los métodos, ideas, motivaciones, preguntas, intenciones y obsesiones del extraordinario realizador, lo que convierte la edición en indispensable.