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La tortilla de papitas fritas de Ferran Adrià es un deleite que supera toda expectativa

Creado hace una década como una comida para el personal de El Bulli, este plato de tres ingredientes utiliza alimentos básicos de la despensa.

 

 

Esta tortilla combina solo tres ingredientes: huevos, papas fritas y aceite de oliva, en una forma que celebra al mismo tiempo la funcionalidad y la inventiva.

Credit…Julia Gartland para The New York Times (Fotografía y estilismo)

 

Incluso para quienes no han trabajado en un restaurante, el concepto de una comida de familia quizá sea conocido: se trata de crear una comida con sobras o ingredientes restantes de otras recetas para alimentar, con gran ingenio, al personal del restaurante antes del servicio y, en la situación ideal, establecer una conexión en la mesa.

La frugalidad de este tipo de comida puede resultar emocionante debido a su perfecta combinación entre hospitalidad y funcionalidad, además de que ejemplifica la forma en que muchos estadounidenses están preparando sus alimentos en este momento, pues una gran cantidad de cocineros aficionados están mostrando preferencia por hornear focaccia, hacer sus propios jardines de la victoria y aprovechar al máximo los ingredientes básicos.

A pesar de ser pionero en la lujosa cocina modernista característica del restaurante El Bulli en España, en su libro de cocina La comida de la familia el chef Ferran Adrià les saca jugo a las restricciones. En él, Adrià explora los platillos que creó especialmente para los empleados junto a Eugeni de Diego, chef principal del restaurante. El libro presenta comidas accesibles que emplean listas cortas de ingredientes, un tema que no se asocia por lo regular con restaurantes que han recibido estrellas Michelin, pero que siempre es popular entre los cocineros domésticos y en esta época se practica con renovado fervor.

El encanto de la tortilla de Adrià radica en su simplicidad: con solo huevos, papitas fritas y aceite de oliva, evoca los sabores de una elaborada tortilla española, pero se arma y cocina en unos cuantos minutos.

Adrià recomienda utilizar papas fritas de bolsa (él las llama ‘patatas chips’ en el libro) y huevos de la mejor calidad posible, aunque la receta funciona con cualquier tipo de papas que tengas en casa, incluso si tienen algún sabor. La realización de la tortilla quizá requiera un poco de práctica, pero las instrucciones son sencillas: bate los huevos hasta que se sientan ligeros y hayas introducido aire, incorpora las papas hasta que se suavicen un poco y después cocina con un poco de aceite de oliva en una sartén antiadherente.

Lo único complicado es voltearlo. Hay que voltear la tortilla en cuanto empiece a cocerse la parte de abajo. Quizá te inquiete que la mezcla luzca floja, brillante y nada cocida en la parte superior. Así que ármate de fe, cubre la tortilla con un plato y gira tus muñecas sin dudar por un segundo; luego, solo desliza la tortilla de vuelta en la sartén para que termine de cocinarse (todo va a salir bien, y el suspenso de voltearlo forma parte del deleite del platillo).

Puedes añadir un poco de cebollín finamente rebanado, una pizca de pimentón de Espelette o paprika, un puño de queso manchego rallado o cualquier otro queso que tengas a la mano, o sirve la tortilla con una guarnición de ensalada o fiambres. En cualquier caso, los añadidos son superfluos. Gracias a su textura y sabor salado e intenso, esta tortilla de papitas fritas que supera cualquier expectativa no necesita nada más.

Creado por necesidad e inspirado en una gran inventiva, es el tipo de alimento que resulta perfecto para estos tiempos; una pequeña victoria sin importar cómo lo saborees.

 

  • Rinde de 4 a 6 porciones

  • Tiempo de preparación: 10 minutos

  • 12 huevos grandes

  • 170 gramos de papas fritas (unas 6 tazas)

  • 2 cucharadas de aceite de oliva

  • Sal kosher y pimienta negra, para servir (opcional)

1. Abre los huevos en un tazón mediano y bate vigorosamente durante unos 4 minutos, hasta que queden espumosos y se aclare su color (si tienes un batidor de globo, es el momento ideal para utilizarlo: introducirá mejor el aire que un batidor normal y requerirá la mitad del tiempo y el esfuerzo; en cualquier caso, te dolerá el brazo después de la preparación, pero tendrás como recompensa un omelet ligero y esponjado).

2. Vierte una cucharada de aceite en una sartén antiadherente de 25 cm de diámetro y calienta a flama media.

3. Agrega las papas fritas a los huevos. Emplea una espátula de plástico para incorporar con suavidad unas cuantas veces para que las papas estén bien cubiertas. Deja que se humedezcan un minuto.

4. Vacía la mezcla en la sartén y utiliza la espátula para esparcir las papas de manera que formen una capa homogénea, y después para desprender el omelet de los lados de la sartén.

5. En cuanto se cueza el fondo (apenas tomará un poco de color y la parte de arriba no debe estar cocida por completo), después de unos 3 a 4 minutos, cubre la tortilla con un plato volteado o una tapa grande y plana. Mientras sostienes el plato con una mano y el mango de la sartén con la otra, voltea con un movimiento suave para que quede en el plato.

6. Agrega la otra cucharada de aceite en el sartén y a continuación desliza con cuidado la tortilla del plato, con el lado que falta de cocer hacia abajo, para que se cocine en la sartén unos 2 minutos. Pasa la tortilla a un plato, rebana y sirve de inmediato.

 

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