La UE estudia cuándo ‘meter en vereda’ a España e Italia: el debate sobre la austeridad ya está sobre la mesa
Los nórdicos presionan para reactivar el Pacto de Estabilidad, pero Bruselas lo ve prematuro tras el empeoramiento de las previsiones económicas.
¿Cuándo debería España empezar a aplicar ajustes presupuestarios para garantizar la sostenibilidad de sus cuentas públicas? La economía de nuestro país sufrirá este año debido al Covid-19 un desplome sin precedentes del 10,9%, el segundo más grave de toda la UE, según las últimas previsiones de Bruselas. Al mismo tiempo, el déficit se disparará hasta el 10,1% y la deuda pública escalará hasta el 115% del PIB.
«Este es el momento de reaccionar frente a la crisis con el fin de evitar consecuencias todavía más graves sobre la economía», ha respondido este martes el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni. «Eso significa que la discusión sobre el nivel de deuda no debe desaparecer, porque a medio y largo plazo sigue siendo un problema para todos los Estados miembros, pero no es la prioridad número uno en estas semanas y meses«, alega el ex primer ministro italiano.
Nada más estallar la crisis del coronavirus, la Comisión Europea decretó la suspensión temporal del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que fija un umbral del 3% para el déficit público y obliga a mantener la deuda por debajo del 60%. Por primera vez en la historia, la presidenta Ursula von der Leyen activaba la «cláusula de escape general» prevista en el Pacto en los casos de «crisis grave». Una medida que ni siguiera se había utilizado durante la Gran Recesión de 2008-2012.
El objetivo era dar barra libre a los gobiernos para que puedan disparar el gasto público con el fin de amortiguar el impacto económico y social de la pandemia. Una decisión que ha agravado las divergencias entre los Estados miembros. Mientras que Alemania y los nórdicos disponen de un margen de un margen presupuestario casi ilimitado para auxiliar a su sector privado, Italia y España cuentan con muchos menos recursos para defender a sus empresas y ciudadanos por sus importantes cifras de déficit y deuda pública (mucho más elevadas en el caso del país transalpino).
Ahora que lo peor del hundimiento económico parece haber quedado atrás, los países nórdicos empiezan a presionar para desactivar la cláusula de escape general y volver cuanto antes a la aplicación normal del Pacto de Estabilidad. Los ministros de Economía de la eurozona tienen previsto lanzar la discusión sobre la vuelta a los ajustes presupuestarios en la reunión virtual del Eurogrupo que se celebra este jueves.
No habrá retirada de estímulos en 2021
«Nadie considera que 2021 sea el buen momento para endurecer la política fiscal o retirar el apoyo presupuestario. Las discusiones se concentran en el año 2022, pero en este momento no podemos anticipar la posición fiscal en 2022. Dependerá sobre todo de la evolución del Covid-19, si hay rebrotes o si se consigue la vacuna. Si la situación sanitaria todavía no se ha resuelto para 2022, eso tendrá un efecto en la posición presupuestaria», explica un alto funcionario del Eurogrupo.
Gentiloni prevé una discusión «larga» y «difícil» que además se solapará con la reforma del propio Pacto de Estabilidad, lanzada semanas antes del estallido del Covid-19. Precisamente, el presidente saliente del Eurogrupo, Mário Centeno, defiende en una entrevista con el Financial Times revisar en particular el límite del 60% de deuda pública, que debido al alza del endeudamiento en todos los Estados miembros ya no es realista.
Sostiene el comisario de Asuntos Económicos que el criterio principal a la hora de desactivar la cláusula de escape no debe ser únicamente un retorno del crecimiento -algo que se da por seguro en todos los Estados miembros en 2021 debido al efecto rebote-, sino una vuelta al nivel de PIB anterior a la pandemia en 2019. Y la evaluación debe incluir a todos los países. «No es suficiente con que dos o tres vayan muy bien y otros tantos tengan todavía gravísimos problemas«, asegura Gentiloni.
Este argumento es particularmente importante para España porque las previsiones económicas de Bruselas apuntan a un «aumento de las divergencias dentro de la eurozona«. Mientras que nuestro país, Italia (-11,2%) y Francia (-10,6%) sufrirán una contracción dramática, en Alemania (-6,3%), Holanda (-6,8%) o Austria (-7,1%) la recesión será mucho más leve.
«No tenemos ningún precedente ni reglas escritas. Sólo sabemos que tenemos que evitar una segunda recesión. Al mismo tiempo, debemos devolver a nuestras economías a una senda de coordinación y reglas comunes», explica Gentiloni.
La prioridad, evitar una recaída
Aunque la iniciativa de volver al Pacto de Estabilidad debe partir del Ejecutivo comunitario, los ministros de Finanzas también pueden plantearle una solicitud formal para que lo haga. De hecho, este es un asunto que preocupa a los tres candidatos a la presidencia del Eurogrupo –que se decidirá también el jueves– y al que aluden en sus respectivas cartas de motivación.
Mientras que Nadia Calviño se muestra partidaria de la máxima flexibilidad, el luxemburgués Pierre Gramegna es el que más insiste en la necesidad de volver a la disciplina fiscal, mientras que el irlandés Paschal Donohoe no se moja. «Hay un amplio consenso sobre la necesidad de evitar una retirada de las políticas de apoyo demasiado pronto. Al mismo tiempo, debemos diseñar una senda que garantice finanzas públicas sostenibles y estabilidad financiera a medio plazo», escribe la vicepresidenta económica.
«Todos somos consciente de la necesidad de asegurar unas finanzas públicas sostenibles a medio plazo y procuraré ayudar a conseguir el equilibrio correcto entre políticas presupuestarias responsables y la continua necesidad de estabilización macroeconómica», asegura Gramegna. «Será importante acordar una senda de regreso a las reglas del Pacto de Estabilidad a medio plazo», dice Donohoe.
El empeoramiento de las previsiones económicas de Bruselas da munición a los partidarios de retrasar el momento de los ajustes presupuestarios. Se trata de evitar los errores de la Gran Recesión, cuando el regreso prematuro a la austeridad acabó provocando una recaída en la eurozona. Los riesgos son ahora mayores porque la pandemia no ha tocado a su fin, avisa el Ejecutivo comunitario.
El desplome económico en la UE podría ser todavía más grave si hay una segunda ola de Covid-19 en otoño. El impacto en el mercado laboral puede empeorar si la demanda no se recupera rápidamente y las empresas recurren a los despidos generalizados cuando concluyan los ERTE. Bruselas alerta además del riesgo de una cadena de quiebras empresariales, así como de episodios de turbulencias en los mercados financieros. Finalmente, persiste la posibilidad de un brexit económico sin acuerdo a finales de año, que agravaría la crisis.