Las claves del discurso más político del Papa en Chile
En un discurso en La Moneda ante las autoridades chilenas, Francisco dijo sentir “dolor y vergüenza” por el “daño irreparable causado a los niños por parte de ministros de la iglesia”, hizo una mención especial al Presidente electo Sebastián Piñera, valoró la «sabiduría» de los pueblos originarios y entregó un mensaje de aliento a los inmigrantes y desempleados.
Ayer fue el primer día completo del Papa Francisco en Chile y su mensaje entregado en el Palacio de La Moneda tuvo una repercusión no solo nacional sino mundial, ya que pidió perdón por los abusos cometidos por sacerdotes católicos a menores de edad.
En su mensaje más político hasta ahora en nuestro país, Francisco pidió “escuchar a los niños, que se asoman al mundo con sus ojos llenos de asombro e inocencia y esperan de nosotros respuestas reales para un futuro de dignidad. Y aquí no puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia. Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir”.
La declaración tuvo alcance internacional de inmediato, y fue replicada en los diarios más importantes de Europa, Estados Unidos y América Latina, que destacaron que los casos de abuso sexual es “uno de los asuntos centrales de un viaje pensado para tratar de revitalizar, con la figura del Papa argentino, que genera pasiones en todo el mundo, una iglesia con problemas graves”.
El gesto del Papa hacia Piñera
El Papa también tuvo un gesto hacia el Presidente electo Sebastián Piñera al mencionarlo en su discurso de manera especial: “Saludo al señor Sebastián Piñera Echenique, que ha recibido recientemente el mandato del pueblo chileno de gobernar los destinos del país los próximos cuatro años”.
En el saludo persona le regaló una medalla papal y un rosario bendito para su esposa Cecilia Morel.
Con ello hizo un gesto en un tema que había sido polémico antes de su visita, y es que no considera ningún encuentro con Piñera, quien asumirá el gobierno en marzo próximo.
El Pontífice destacó que Chile se ha destacado en las últimas décadas por el “desarrollo de una democracia que le ha permitido un sostenido progreso. Las recientes elecciones políticas fueron una manifestación de la solidez y madurez cívica que han alcanzado, lo cual adquiere un relieve particular este año en el que se conmemoran los 200 años de la declaración de la independencia”.
Por ello, planteó que Chile tiene el “reto grande y apasionante” de “seguir trabajando para que la democracia y el sueño de sus mayores, más allá de sus aspectos formales, sea de verdad lugar de encuentro para todos. Que sea un lugar en el que todos, sin excepción, se sientan convocados a construir casa, familia y nación. Un lugar, una casa, una familia, llamada Chile: generoso, acogedor, que ama su historia, que trabaja por su presente de convivencia y mira con esperanza al futuro”.
Los pueblos originarios y los inmigrantes fueron otros de sus focos
En su corto discurso de no más de 10 minutos, Francisco también tocó otros temas sensibles en nuestro país, como la inmigración y los pueblos originarios “frecuentemente olvidados y cuyos derechos necesitan ser atendidos y su cultura cuidada, para que no se pierda parte de la identidad y riqueza de esta nación”.
Además, dijo que la “sabiduría de los pueblos originarios puede ser un gran aporte. De ellos podemos aprender que no hay verdadero desarrollo en un pueblo que dé la espalda a la tierra y a todo y a todos los que la rodean. Chile tiene en sus raíces una sabiduría capaz de ayudar a trascender la concepción meramente consumista de la existencia para adquirir una actitud sapiencial frente al futuro”.
“Escuchar a los migrantes, que llaman a las puertas de este país en busca de mejora y, a su vez, con la fuerza y la esperanza de querer construir un futuro mejor para todos”, pidió el Pontífice.
Entre otros temas, habló en favor de la ecología, las personas desempleadas “que no pueden sustentar el presente y menos el futuro de sus familias”, los jóvenes y ancianos.