Las mentiras de Guardiola y otras mentiras
A primera vista, parece insólito que un ministro polemice sobre política con un entrenador de fútbol. Sin embargo, Guardiola es uno de los principales propagandistas internacionales del procés. Aun no estando a sueldo de Diplocat, rara es la semana que no aprovecha una rueda de prensa —al borde de celebrar el título de la Premier bajo los focos— para volcar lo más granado del argumentario procesista. Y además en Reino Unido, uno de los polos mediáticos del mundo, y sin duda el más afín al relato del procés. Baste pensar en una estrella como Paul Mason, con más de medio millón de followers, que reaccionó a la detención de Puigdemont en Alemania diciendo que “España hace que el sheriff Joe Arpaio de Arizona parezca liberal”. Y esto sobre una euroorden salida del Tribunal Supremo. Si al supremacismo catalán se le suma el supremacismo británico, cabe esperar cosas así. Así que Guardiola sin duda está en el sitio adecuado en el momento adecuado para la misión de propagandista. Hay cientos de miles de referencias en Google para Guardiola+Catalonia, así que es fácil rastrear el imponente un reguero de mentiras. En su última actuación se defendió de la violencia en Cataluña: seis millones han hecho todo de forma pacífica, del presidente Puigdemont al último. Tres ideas, tres mentiras.
En la lógica ebria del independentismo, la negación de la realidad es básica. “En el mundo encantado del independentismo la verdad está en el revés de lo que afirman” apuntaba el profesor de Ética y Filosofía Política, Manuel Toscano, este fin de semana. Se trata de llamar presidente a Puigdemont a sabiendas de que no es presidente o negar la independencia de los jueces que sí actúan con independencia. Es el semillero de tantos otros mantras, tan habituales en Guardiola, como “Cataluña no es España”, “Estado autoritario”, o “Esto no va de independencia; esto va de democracia”. Incluso el entrenador del Manchester City podría entender que, al menos desde la ruptura de la legalidad en septiembre, esto no va democracia sino de independencia. Pero Pep Guardiola asume gustosamente el rol de Pep Goebbelsdiola como propagandista de los mantras del procés, falseando con aplomo la realidad. Y lo esencial, en su discurso, es confundir hechos y opiniones. O sea, creer que las ideas te avalan para mentir porque se hace para defender ideas. Es lo mismo que plantea la compañía Jacobs Douwe Egberts sobresu directivo catalán que ha difundido que “España es un Estado fascista”, aunque España figure en los rankings internacionales entre las mejores democracias del mundo. Naturalmente a ellos les parecería bien que se publique, a título personal, que Jacobs Douwe Egberts es una empresa fraudulenta. En definitiva es lo que patrocinan. Así, a gran escala, se ha desplegado el procés, bajo otra idea goebbelsiana: las masas sucumben más fácilmente a las grandes mentiras.
Se les da la independencia, Se les declara la guerra y se les vence. Se ocupa el territorio que ahora dependerá del poder central español y se les obliga a levantar una plaza de toros de por lo menos 7.000 asientos en cada uno de los municipios de la «Nueva Provincia de Cataluña». Se les permite la bandera de oro con los cuatro palos de gules, más ahora llevará, surmontado en el ángulo superior izquierdo, el toro de Osborne.