Las nuevas leyes para el sector privado en Cuba ‘responden a una lógica política, no económica’
Interior del Café de los artistas. (IPS)
Varios expertos que participaron por estos días en la vigésimo octava conferencia anual de la Asociación estadounidense para el Estudio de la Economía Cubana en Miami emitieron opiniones sobre varios aspectos de la actualidad económica cubana en conversación con Martí Noticias al margen del evento.
Pavel Vidal, profesor asociado de la Universidad Javeriana de Cali, Colombia, considera que la nueva normativa para el sector privado que entrará en vigor en diciembre «responde a una lógica política» y que «económicamente no tiene mucho sentido».
Cuando supuestamente comienza pronto un proceso de unificación monetaria, «que lleva a un ajuste importante en el sector estatal, necesitaríamos un sector privado que se mantenga generando empleos, y estas son medidas que van en la dirección opuesta», lamenta.
«Van a lograr que las empresas privadas se queden pequeñas, que es lo opuesto a lo que quieren todas las economías, porque el crecimiento y la generación de riqueza y promoción de empleos tienen que ver también con el tamaño de las empresas», señala Vidal.
Omar Everleny Pérez, exmiembro del estatal Centro de Estudios de la Economía Cubana, ve «una parte positiva» en referencia al levantamiento de la veda a las nuevas licencias para las actividades de restauración y alquiler de habitaciones, las más codiciadas.
«Ya la posibilidad de reconocer que hay que dar licencias de nuevo creo que es un aspecto positivo. Creo que (las nuevas reglas) están destinadas más al control que a la estimulación de nuevas licencias, porque hacen mucho énfasis en la parte fiscal, en la parte impositiva, en la parte de que nada más se puede tener un negocio, que hay que limitar el número de sillas», añade.
Everleny critica que no hay luz para las nuevas actividades económicas.
«Los oficios que están diciendo que son nuevos ya estaban funcionando. Yo creo que la principal ausencia es que sigue no apareciendo el esfuerzo de la mayor calificación de la fuerza de trabajo. Se sigue concentrando en manualidades, pequeñas actividades, o en servicios, sin embargo, ahí no aparecen los ingenieros, los arquitectos, los abogados».
Como este grupo no se ve representado «lo que está pasando en la sociedad es que los mismos profesionales se están descalificando para poder trabajar en esas actividades, o si persisten en mantener su oficio, se marchan al exterior». Al respecto considera que «hay una emigración forzada».
Sobre la inversión extranjera, cuya necesidad se reconoce en la reforma constitucional, dijo que «es fundamental» y cree que la ley aprobada (Ley 118 de la Inversión Extranjera, abril 2014) «es una magnífica ley».
«Lo que si veo detrás de todo eso es la burocracia. Es decir: si está la ley, si hay interés, si ha habido más de 500 propuestas de inversión, ¿por qué la lentitud en aprobar las inversiones? Es donde yo creo que se crece muy poco», opina.
Cuba necesita para su desarrollo económico atraer anualmente unos 2.500 millones de dólares en inversión extranjera directa, principalmente en 15 sectores claves como el industrial, agroalimentario, turismo, minería, biotecnología, petróleo y energías renovables, según estimaciones oficiales.
Everleny ve positivo que se le haya dado una concesión a un grupo vietnamita en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM), para que este busque inversiones para esa área.
«Lo que habría que ver si realmente van a llegar los capitales a que se aspira», sostiene.
El requisito de que los empresarios extranjeros contraten al personal cubano a través de una agencia empleadora nacional, lo señala como «una limitación».
«Lo he dicho siempre, en los últimos 15 años, que la propia agencia empleadora ha sido un freno a la inversión extranjera. O dicho de otra manera: cuando uno se entrevista con cada uno de los empresarios que tienen presencia en Cuba, como principal elemento negativo te señalan la existencia de las empresas empleadoras», recalca.
Preguntado por Martí Noticias sobre un viraje del régimen cubano hacia el socialismo de mercado autoritario de China o Vietnam, Emilio Morales, presidente de The Havana Consulting Group, declara que «es un poco prematuro decir qué va a pasar en el futuro porque con el Gobierno de Cuba nunca se sabe».
«Pero, evidentemente, al parecer han asimilado la carga teórica, por lo menos se han dado cuenta: si Vietnam sacó a más de 30 millones de vietnamitas de la pobreza y China ha sacado 300 millones de chinos de la pobreza a golpe de economía de mercado y capitalismo, el ejemplo está claro. Y han mantenido un solo partido, lo mismo que Cuba. No les queda de otra que hacerlo«, añade.
Para el consultor, «no hay otra solución: el sistema lleva 60 años tratando de reinventarse y no dan con la fórmula; no sirve, no funciona. La única manera es esta. Y en la práctica estos dos ejemplos de China y Vietnam económicamente han funcionado».
«Yo creo que se han convencido, y el primer paso que han dado ha sido que lo han tratado de plasmar en la constitución, aunque de una forma muy tímida, porque han estudiado las constituciones de China y Vietnam, y se nota que van en esa dirección. El cómo lo van a hacer, eso sí es toda una incógnita«, concluye.