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Michael Rowan: «Venezuela será la Ruanda del siglo 21»

unnamed (1)Latin American Herald Tribune: «Michael Rowan: Sacando la cuenta en Venezuela»
 
«Venezuela será la Ruanda del siglo 21»

 
«En el momento en el mundo se dé cuenta de que las autoridades están dejando que la población muera, en el momento en que llegue la ayuda con tal fuerza y cantidad que pueda hacer una diferencia, Venezuela será la Ruanda del siglo 21″, advierte el experto en América Latina Michael Rowan.

Una persona de mucha experiencia, que parecía el Dalai Lama, interrumpió suavemente un día una acalorada discusión sobre Venezuela, en el aeropuerto Simón Bolívar, hace casi 20 años, con esta perla:
«Disculpe, pero puedo decir por mi larga experiencia … que nunca se va a poner mejor … y que ustedes nunca se acostumbrarán a ella.»

Él estaba en lo correcto. Los optimistas, incluido yo, estábamos equivocados. Del hecho de que una estrategia para el éxito, la prosperidad y la paz, esté ahí, para ser tomada, no se sigue automáticamente que los que están en el poder traten de tomarla. Pueden quedarse ahí, en el fracaso, la pobreza y la guerra.

Desde las elecciones de 1998, o tal vez el intento de golpe de 1992, o tal vez los disturbios de 1989, Venezuela ha estado en una trayectoria empinada de fracaso, pobreza y guerra. Y en los últimos dos años, la caída es similar a una bomba que cae de un avión.

Pero aquellos que están en el poder siguen negando que existe un problema y afirman que la democracia y la igualdad de Venezuela son mejores que en cualquier parte del mundo. Para ellos, el reciente artículo de portada de la revista Time «Venezuela está muriendo» es una sarta de mentiras.

Sabemos lo que sucedería si la revista Time fuere publicada en Venezuela: sería cerrada, confiscada o procesada [judicialmente]. Que los niños mueren, que los padres mueren, que todo el mundo está muriendo —son una sarta de mentiras. Nadie está muriendo. Todo el mundo está bien.
«Todo es anormalmente normal», como solía decir un portavoz del gobierno del más alto nivel.

La negación siempre tiene una explicación. Y en el caso de Venezuela, unas cuentas muy simples explican por qué todo está normal.

Esto es lo que es normal. Se desconoce qué pasó con aproximadamente $ 350 mil millones de dólares que pasaron por las manos del gobierno desde 1999. No se sabe a ciencia cierta dónde fueron a parar.

Para averiguar lo que sucede ahora, hagamos algunos cálculos imaginarios.

Parte I de los Cálculos

Digamos que 10.000 personas que tenían poco dinero en 1999, pero que estaban entre los que recibieron un poder total sobre el estado, secretamente se dieron uno a otro $ 1 millón. Eso asciende a $ 10 mil millones.

Añada a ello, que 1.000 individuos en posiciones muy poderosas recibieron cada uno $ 10 millones. Esos son $ 10 mil millones más.

Añada a ello, que 10 individuos, en posiciones super-poderosas, recibieron cada uno  $ mil millones. Eso hace $ 10 mil millones más.

Ahora usted tiene 11.010 individuos poderosos que manejan cada institución poderosa en el país y que tienen un total de $ 30 mil millones escondidos. Esos $ 30 mil millones de dólares son menos del 10% de los $ 350 mil millones, de los que no se sabe dónde fueron a parar. Serían fácil de ocultar, siempre y cuando ninguna autoridad decidiera buscarlos.

Parte II de los Cálculos

A partir de 2013, los cálculos se ponen difíciles. La producción de petróleo se ha reducido, la agricultura y la fabricación están casi en cero, y la hiperinflación está destruyendo el intercambio, el comercio y las finanzas.

Para el año 2016, la producción de petróleo se ha reducido a dos millones de barriles diarios, de los cuales un máximo de 1,5 millones de barriles por día pueden ser exportados a un promedio máximo de $ 30 / barril, con un rendimiento máximo de $ 45 millones / día al gobierno.

Como ha sido bien documentado por Latin American Herald Tribune durante años, esto no es suficiente para pagar el servicio de la deuda o de las importaciones; y menos, todas las otras necesidades que requieren dólares.

Para empeorar las cosas —y justificar que las autoridades no hagan nada – incluso si los $ 30 mil millones fueren devueltos a este punto no harían una diferencia suficiente como para detener la ola de desastres que se ha puesto en marcha.

Así, las bajas empiezan a aumentar —por hambre, enfermedad, muerte, y abandono— tal como sucede después de un terremoto o una matanza genocida; pero con esta diferencia: no debe permitirse que el mundo sepa lo que está pasando en Venezuela. La verdad no debe ser revelada. Todo debe ser anormalmente normal.

Por lo tanto, la represión política se intensifica y la crisis humanitaria se profundiza.

Parte III de los Cálculos

Estos cálculos comienzan en el verano de 2016, conforme la población se da cuenta de tres cosas:

Uno, que la cosa no se va a poner nada mejor; que va a empeorar.

Dos, que todo el mundo tiene que salir de aquí, y si no puede …

Tres, los venezolanos tienen que pensar en lo impensable —la temprana muerte de un gran porcentaje de la población, especialmente los niños inocentes que no pueden alimentarse por sí mismos.

Estos son los cálculos de Siria, los cálculos de los refugiados, los cálculos de la plaga, los cálculos del genocidio, los cálculos de la desesperanza.

Pero para el momento en que el mundo se dé cuenta de que las autoridades están dejando morir a la población, en el momento en que llegue la ayuda, con tal fuerza y en tal cantidad que pueda hacer una diferencia, Venezuela será la Ruanda del siglo 21.

Será una desgracia tal, que todas las naciones de las Américas, todas las familias de Venezuela, estarán llenas de culpa, odio y depresión por haber hecho tan poco cuando la moral, la decencia y la humanidad exigían tanto. Pero será demasiado tarde para hacer nada más que los cálculos.

Será el momento de sacar la cuenta. Finalmente, alguien va a sacar la cuenta.

Michael Rowan es un autor y consultor político que ha asesorado a candidatos presidenciales en toda América Latina, incluyendo el gobernador Manuel Rosales, en Venezuela, el presidente Jaime Paz Zamora, de Bolivia y el Presidente Oscar Arias, de Costa Rica. En los EE.UU., ha asesorado a  candidatos ganadores en 26 estados. Ha sido un galardonado columnista de El Universal, The Daily Journal – predecesor de LAHT – y el Latin American Herald Tribune desde los años 1990. Es autor, junto con Douglas Schoen, de  «
The Threat Closer to Home – Hugo Chavez and the War Against America» (La amenaza más cerca de casa – Hugo Chávez y la guerra contra Estados Unidos.)

Traducción: Jorge Pardo Febres-C. 


TEXTO ORIGINAL:

Michael Rowan: Doing the Math in Venezuela

“Venezuela will be the 21st century’s Rwanda”
«By the time the world realizes that the authorities are letting the population die, by the time that help arrives in such force and number that it can make a difference, Venezuela will be the 21st century’s Rwanda,» warns Latin America expert Michael Rowan.

An old hand who looked like the Dalai Lama gently interrupted a heated discussion about Venezuela at Simon Bolivar airport one day almost 20 years ago with this show stopper:

“Excuse me, but may I say from long experience… It will never get any better… and you will never get used to it.”

He was right. The optimists, including me, were wrong. Just because a strategy for success, prosperity and peace is there for the taking, it does not automatically follow that those in power will reach out for it. They may hang in there with failure, poverty and war.

Since the 1998 election, or maybe the 1992 coup attempt, or perhaps the 1989 riots, Venezuela has been on a steepening trajectory of failure, poverty and war. And in the last two years, the fall is similar to a bomb falling from a plane.

But those in power continue to deny that there is a problem and claim that Venezuela’s democracy and equality are better than anywhere in the world. To them, the recent Time Magazine cover story “Venezuela is Dying” is a pack of lies.

We know what would happen to Time Magazine if it was published in Venezuela: it would be shut down, confiscated or prosecuted. The children dying, the parents dying, everyone dying – are a pack of lies. No one is dying. Everyone is fine.

“Everything is abnormally normal” as a highest level government spokesman used to say.

Denial always has an explanation. And in Venezuela’s case, very simple math explains why everything’s normal.

Here’s what’s normal. Approximately $350 billion that passed through the hands of the government since 1999 is unaccounted for. No one knows for sure where it went.

To figure out what happens now, let’s do some imaginary math.

Part I Math

Let’s say 10,000 individuals who had little money in 1999 but who were among those who got total power over the state secretly gave each other $1 million. That totals $10 billion.

Add to that 1,000 individuals in very powerful positions who got $10 million each. That’s $10 billion more.

Add to that 10 individuals in super powerful positions who got $1 billion each. That’s $10 billion more.

Now you’ve got 11,010 powerful individuals who run every powerful institution in the country and who have a total $30 billion hidden away. That $30 billion is less than 10% of the unaccountable $350 billion. It would be easy to hide as long as no one in authority decided to look for it.

Part II Math

From 2013 on, the math gets tough. Oil production is down, agricultural and manufacturing is almost at zero, and hyperinflation is destroying trade, commerce and finance.

By 2016, oil production is down to two million barrels a day, of which a maximum 1.5 million barrels per day can be exported at a maximum average of $30/barrel, yielding $45 million/day maximum government income.

As has been well documented by Latin American Herald Tribune for years, this is not enough to pay for debt service or imports, no less all the other necessities requiring dollars.

To make matters worse – and justifying the authorities doing nothing – even if the $30 billion was given back at this point it would not make enough of a difference to stem the tide of disaster that has been set in motion.

So the casualties begin to mount — from starvation, disease, killing, and neglect – just as they do after an earthquake or a genocidal massacre but with this difference: the world must not be allowed to know what is happening in Venezuela. The truth must not be revealed. Everything must be abnormally normal.

Therefore, political repression increases and the humanitarian crisis deepens.

Part III Math

This math starts in the summer of 2016 as the population realizes three things:

One, it is not going to get any better; it is going to get worse.

Two, everyone has to get out of here, and if they can’t…

Three, Venezuelans have to think about the unthinkable – the early death of a huge percentage of the population especially the innocent children who can’t forage for themselves.

This is the math of Syria, the math of refugees, the math of the plague, the math of genocide, the math of hopelessness.

But by the time the world realizes that the authorities are letting the population die, by the time that help arrives in such force and number that it can make a difference, Venezuela will be the 21st century’s Rwanda.

It will be such a disgrace that every nation in the Americas, every family of Venezuela, will be filled with guilt, loathing and depression for doing so little when morality, decency and humanity demanded so much. But it will be too late to do anything but the math.

It will be time to add it up. Finally, someone will add it up.

Michael Rowan is an author and political consultant who has advised presidential candidates throughout Latin America, including Governor Manuel Rosales in Venezuela, President Jaime Paz Zamora of Bolivia and President Oscar Arias of Costa Rica. In the U.S., he has advised winning candidates in 26 states. He has been an award winning columnist for El Universal, The Daily Journal — predecessor to LAHT — and the Latin American Herald Tribune since the 1990s. He is the author, with Douglas Schoen, of The Threat Closer to Home – Hugo Chavez and the War Against America.

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