LATINOBARÓMETRO 2013: La democracia y las demandas ciudadanas
La encuesta Latinobarómetro es de periodicidad anual, y es realizada por una oenegé chilena, sin fines de lucro, en 18 países del continente, con más de 20.000 entrevistas, para medir la opinión ciudadana sobre los temas más importantes y pertinentes de la coyuntura política, social, económica en cada país y en la región. Latinobarómetro es la única responsable de la producción y publicación de los datos.
¿Qué investiga esta encuesta? El desarrollo de la democracia, la economía y la sociedad en su conjunto, usando indicadores de opinión pública que miden actitudes, valores y comportamientos.
En la última encuesta publicada, a fines del 2013, se anuncian estos resultados globales: en América Latina disminuye la pobreza, hay un crecimiento en educación y economía, con el mayor grado de satisfacción de vida desde 1995. América Latina nunca ha sido tan rica como ahora. Los puntos débiles siguen siendo la pobreza (aunque ha disminuido de 44% a 28%), la desigualdad, la discriminación, la debilidad institucional, la inseguridad ciudadana. Hoy, en nuestra región 68% se ubica en la clase baja, 30% en la media (y creciendo; en este siglo se han incorporado a ella cerca de 50 millones de latinoamericanos), y 2% en la alta.
Los temas considerados centrales en este último estudio son la evolución del apoyo a la democracia, la satisfacción de vida y las crecientes exigencias ciudadanas.
¿Qué demanda políticamente la ciudadanía? Más y mejor democracia; entendiéndose en buena medida con ello un fortalecimiento de un sistema institucional tradicionalmente débil, y atacado por los caudillismos y mesianismos. Hoy, un 79% de los latinoamericanos quiere vivir en democracia. Pero, eso sí, sólo un 8% dice que hay democracia plena en sus países. Un 9% dice que no hay democracia, y un 46% señala que hay, pero con grandes problemas.
Nos dice el informe: “la satisfacción con la democracia ha fluctuado entre un mínimo de 25% en 2001, y un 44% en los años 2009 y 2010. Hoy en día se sitúa en un 39%. Un 57% de la población no está satisfecha con el régimen.”
En comparación, al examinarse el Eurobarómetro, se encuentra que el apoyo a la democracia en Europa es casi idéntico al de nuestra región: un 38% de europeos le dan su apoyo.
Entre 1995 y 2013 los dos países que más han incrementado el apoyo a la democracia son Venezuela (16 puntos) y Ecuador (13 puntos); en tercer lugar viene Chile. La paradoja venezolana no deja de llamar la atención. Los investigadores señalan que también en otras regiones del mundo donde la democracia está amenazada –África, por ejemplo- sucede algo similar: discrepancias entre la evaluación que hacen los ciudadanos de la democracia y la situación real. El asunto puede estar en el hecho de cuál es el significado que se le da a la palabra democracia. Textualmente se nos dice: “los venezolanos no están hablando de su calidad institucional y normativa, sino más bien de la manera como la población se siente incluida en la ciudadanía política y social, que son bienes intangibles de gran poder en la región (…). Chávez le dio al pueblo venezolano bienes políticos de los que carecía.“
Pero otro hecho también está claro en el Latinobarómetro: el apoyo a los autoritarismos se ha reducido en el país: de 21% de apoyo en 1995, ha caído a 8% en 2013.
En siete países ha disminuido el apoyo a la democracia entre 1995-2013: Costa Rica (baja 16 puntos), México (12), Uruguay (7), Panamá (6), Honduras y Nicaragua (3 en ambos) y El Salvador (1). Obviamente, Centroamérica tiene un grado de apoyo inferior al de Sudamérica y México.
¿Cuál es el perfil de los demócratas? Este es uno de los datos más constantes año tras año: a mayor nivel educativo mayor apoyo a la democracia.
¿El país más ideologizado de la región? Lo adivinó seguramente, amigo lector: Venezuela. Sólo un 6% de los entrevistados no se ubicó en la escala derecha-izquierda.
En la región, un 36% se considera de centro, y un 19% no se ubica en ninguna parte; es decir, un 55% no se considera ni de derecha ni de izquierda.
¿Y qué pasa con las instituciones políticas? Un 65% de los ciudadanos que dicen que se necesitan los partidos apoyan a la democracia, mientras que de los que afirman que no se necesitan sólo un 48% la apoya. Lo mismo pasa con el parlamento, 65% y 47%, respectivamente. Esto significa que una parte importante de la población sigue afirmando que se puede vivir en democracia sin partidos y sin congreso. Esto es preocupante.
¿Cómo marcha el apoyo a los gobiernos? La noción hiper-presidencialista de que los gobiernos pueden resolverlo todo se ha quedado en el recuerdo. Durante siete años, desde el 2002 al 2009 el apoyo a los gobiernos crecía (el apoyo a los 18 presidentes pasó de 36% a 60%); desde 2010 ha comenzado a bajar. En 2013 baja por cuarto año consecutivo, alcanzando un 49%.
En América Latina, para el momento de la encuesta, había diez gobiernos con menos del 50% de aprobación. Los dos gobiernos con mejor aprobación eran República Dominicana y Ecuador, y los que tenían menos Costa Rica y Chile (en ambos, hubo ya elecciones que cambiaron la administración.)
Una afirmación contundente: las nuevas formas de protesta no convencionales que se han instalado en la región muestran la extensión de la crisis de representación, de los partidos políticos que se mantienen como las instituciones con el menor grado de confianza ciudadana.
El interés en la política es desigual; 49% en Venezuela, 17% en Chile, en los dos extremos. Sólo 1 de cada 4 ciudadanos habla o se interesa en la política con frecuencia.
En el segundo objetivo fundamental de la muestra, la satisfacción de vida alcanza su máximo histórico. En todos los países más de la mitad de los ciudadanos dice estar satisfecho con su vida. Los menos satisfechos son Bolivia y Perú; los más, Panamá, Costa Rica y República Dominicana.
Un 25% de personas considera que en su país hay una buena situación económica. Entre los que afirman que la situación es mala, destacan Honduras (71%), Guatemala (51%), México (46%), República Dominicana (38%) y Venezuela (37%), eso sí, en este caso la encuesta, debe recordarse, fue hecha en 2013.
Vale la pena destacar un indicador llamado “sentimiento económico”, compuesto por las expectativas económicas pasadas, presentes y futuras del país y de las personas. En todos los países, sin excepción, las personas se consideran en mejor situación económica que sus propios países. ¿Una especie de “wishful thinking”?
¿Y la otra cara de la moneda económica? Uno de cada cuatro ciudadanos (1 de 2 en República Dominicana) señala que al menos una vez no han tenido suficiente comida para alimentarse. La vieja pobreza latinoamericana todavía no ha podido ser desmantelada.
¿Cuál es el problema principal? No son los temas económicos, dispersados en cuatro aspectos (inflación, desempleo, finanzas, pobreza), sino la delincuencia (un 24%). Y es que la disminución de los problemas económicos ha hecho mucho más visible la gravedad de la delincuencia. En Venezuela, la delincuencia es de lejos el problema fundamental, seguido por el desabastecimiento y la falta de alimentos.
La economía de mercado goza de aceptación mayoritaria en 14 de los 18 países. Sólo en Panamá, Chile, Argentina y El Salvador menos de la mitad de la población la apoya. El caso de Chile llama la atención. ¿Será acaso que se culpa al mercado de la mala distribución de la riqueza, problema secular en ese país?
Por último, un tema fundamental: la conectividad. En América Latina el uso de Internet va más rápido que el crecimiento económico, y el 85% de los sudamericanos, y el 84% de los centroamericanos, posee teléfono celular. Disminuye a 55% el porcentaje de personas que nunca han usado Internet o enviado un correo electrónico. De 2010 a 2013 se ha duplicado el uso de Facebook (Chile lidera su uso, con 51%).
Se preguntará el amigo lector: ¿Y qué pasa con Cuba? Una vez más, esa tiranía queda excluida de la encuesta, al no permitir el gobierno de los Castro que se encueste a su población. No importa, ya el mundo sabe con certeza lo que ha ocurrido en esa isla por más de medio siglo.