Los médicos enviados por Cuba a Venezuela huyen en masa a EE.UU.
Cada semana una media de quince médicos cubanos intentan fugarse de Venezuela y huir al «mundo capitalista», habitualmente Estados Unidos. La salida de médicos se acelera de mes en mes, y en el último año han salido del país 700 facultativos. «A veces tenemos semanas en las que recibimos más de cien solicitudes de ayuda para escapar», aseguró Julio César Alfonso, presidente de Solidaridad Sin Fronteras, una ONG con sede en Miami que ofrece asistencia a los cooperantes de la isla que desean abandonar las misiones médicas cubanas en el exterior.
Esta misma ONG señala que, en total, han desertado de Venezuela y otros países unos 3.000 profesionales encuadrados en los programas sociales auspiciados por La Habana en el exterior. El deterioro de la situación económica en Venezuela, la inseguridad, los bajos sueldos y la incertidumbre política contribuyen a acelerar la fuga de facultativos y profesionales. La devaluación del bolívar, un sueldo medio de 100 dólares mensuales al cambio oficial y las escasas perspectivas de desarrollo profesional, son otros tantos motivos para la huida.
«Entre septiembre de 2013 y el mismo mes de 2014 ha habido 1.100 deserciones de profesionales cubanos que trabajan en misiones en todo el mundo, la mayoría desde Venezuela», aseguró Julio César Alfonso. La mayor parte de los médicos y sanitarios fugados parten a Estados Unidos, aunque también han huido a Colombia y Brasil. El repunte más significativo de salidas de profesionales desde Venezuela se produjo a partir de 2013, tras el fallecimiento del presidente Hugo Chávez, anota Alfonso.
Los programas de asistencia auspiciados por La Habana comenzaron en 2003, cuando llegaron 44.800 cubanos para prestar sus servicios en las siete misiones sociales creadas por Fidel Castro y Hugo Chávez. Solidaridad Sin Fronteras señala que hoy son unos 30.000 cubanos, de los que 22.000 son médicos, enfermeros, optometristas, técnicos y odontólogos.
Petróleos de Venezuela es la empresa encargada de los pagos directos a Cuba por sus profesionales en el país. «Los pagos rondan entre 1.500 y 4.000 dólares por profesional. Pero estos apenas reciben unos 100 dólares al mes, el resto se lo queda el Gobierno de Cuba», asegura Julio César Alfonso.
«Asistimos a la mayor red de tráfico de seres humanos impulsado por un Estado con sus ciudadanos. No pueden negarse a trabajar, cobran poco y nadie se queja de nada», se lamenta el responsable de la ONG, en referencia al chantaje que practican con sus familiares en la isla si se atreven a fugarse.
Adoctrinamiento político
Las misiones médicas y sociales cubanas contribuyen asimismo a las tareas de adoctrinamiento chavista de la población, especialmente entre los sectores más pobres y necesitados del país. Lo cuenta Angel Hernández, uno de los médicos fugados, al semanario «Quinto Día»: «Subíamos a los cerros, donde lo que había era una cuerda de malandros [delincuentes], a quienes se les daba la buena noticia de que ellos iban a contar con su propio médico, que iban a tener su propio entrenador de baloncesto, y que ese médico iba a vivir allí con ellos». Es más, cuando se celebraban elecciones, los médicos cubanos debían «aconsejar» a los pacientes que votaran por los chavistas para que pudieran seguir disfrutando de asistencia social, según Hernández, quien señala que les asustaban con que si triunfaba la oposición, se quedarían sin médico. Para colmo, el gremio de los médicos venezolanos siempre ha cuestionado la calidad del servicio prestado por sus colegas cubanos.