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Los multimillonarios de Koch dan la espalda a Trump para 2024

«Hay que pasar página al pasado», dice uno de los grandes músculos financieros de los republicanos

Donald Trump no fue un candidato querido por muchas de las grandes fortunas del mundo conservador de EE.UU. Como casi todo el partido republicano, se pusieron a rebufo del volcánico multimillonario neoyorquino en 2016 por su gran tirón popular. Muchos, sin embargo, quieren evitar que en 2024 se repita la historia, sobre todo porque le ven como un candidato vulnerable para conseguir el retorno a la Casa Blanca.

Este fin de semana se ha vivido el ejemplo más llamativo: la red de donantes y grupos de influencia conservadores liderada por el multimillonario Charles Koch -14ª fortuna del mundo, según ‘Forbes’- ha dejado claro que se opondrá con todas sus fuerzas a que Trump sea el candidato del partido.

«Necesitamos pasar página al pasado», ha escrito en una circular Emily Seidel, consejera delegada del principal grupo de esta red, Americans for Prosperity (AFP). «Lo mejor para el país sería tener un presidente en 2025 que represente un nuevo capítulo. El pueblo estadounidense ha mostrado que está listo para seguir adelante y AFP les ayudará en ello».

Su manera de ayudar es dinero e influencia. En los últimos años, esta red ha inyectado 500 millones de dólares en apoyo de candidatos y políticas conservadores.

La AFP no ha tratado de mantener estos nuevos planes en secreto. La circular interna ha sido difundida de forma pública por ellos mismos después de una reunión de esta red de donantes millonarios este fin de semana en Palms Springs (California).

«Un nuevo liderazgo»

El texto no nombra de manera específica a Trump, pero se esfuerza en dejar claro que habla de él cuando dice que el partido republicano «necesita un nuevo liderazgo», que el país «debe dejar atrás la actual situación política» y que «tiene que pasar página respecto a los últimos años».

De forma privada, la AFP ha confirmado a varios medios estadounidenses que se opondrán a Trump y que buscarán poner todo su músculo electoral detrás de otro candidato de primarias. La decisión sobre quién se lleve ese apoyo se tomará este verano.

Todo esto supone un giro decisivo para los multimillonarios liderados por Koch -y en el pasado, por su hermano David, fallecido en 2019-, que hasta ahora no se habían metido en el proceso de primarias para unas presidenciales.

«La AFP está lista para apoyar a un candidato que pueda liderar y llevar hacia adelante a nuestro país y que pueda ganar», dice la circular, en una puya inequívoca a Trump. Desde su victoria histórica en las presidenciales de 2016, el dominio del multimillonario neoyorquino sobre el partido no ha proporcionado grandes alegrías en las urnas a los republicanos: en las legislativas de 2018, los demócratas recuperaron la Cámara de Representantes; en las presidenciales de 2020, perdieron la Casa Blanca a favor de Joe Biden -en medio de una campaña infundada de Trump contra los resultados que culminó con el asalto trágico y bochornoso al Capitolio-, además de entregar también el Senado; y el pasado noviembre, con un Biden impopular y acosado por la inflación, obtuvieron resultados peores de lo esperado, recuperaron la Cámara por la mínima y el Senado quedó en manos demócratas.

Muchos republicanos culparon del resultado a la presencia de candidatos muy extremistas que ganaron las primarias por el apoyo de Trump, pero que luego perdieron la elección general. Los multimillonarios republicanos liderados por Koch no quieren que eso se repita en 2024.

Relación agitada

La relación entre los Koch y Trump ha sido agitada. El expresidente, que siguió una política económica proteccionista, les acusó en 2018 de «globalistas» que están «en contra de una frontera fuerte y de un comercio poderoso». Pero los multimillonarios sí apoyaron otras políticas de la Administración Trump.

La nueva posición de Koch le convierte en enemigo directo de Trump, que, de momento, sigue en posición de ventaja para ganar las primarias. Se adelantó en meses a todos con un anuncio de candidatura el pasado noviembre con el que sentó el tono: el que quiera disputarle el puesto, tendrá que bajar al barro.

De momento no lo ha hecho ningún candidato. Está previsto que la exembajadora ante la ONU en su presidencia, Nikki Haley, anuncie su candidatura la semana que viene. El gran favorito a plantar cara a Trump, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, todavía no ha enseñado sus cartas. Tampoco lo han hecho el exvicepresidente Mike Pence o el exsecretario de Estado, Mike Pompeo.

Todos ellos se tendrán que disputar el dinero de los Koch. Y no solo el de ellos: otros grupos con poder, como el Club for Growth, o los multimillonarios Stephen Schwarzman o Kenneth Griffin han dado señales de no apoyar a Trump.

Todavía se tiene que demostrar, sin embargo, que el expresidente haya perdido la lealtad de su férrea base electoral, la mejor arma en las primarias, sobre todo si hay muchos candidatos. Y, como siempre ocurre en las campañas, buena parte del dinero acabará yendo con el que se perciba como caballo ganador.

 

 

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