Cultura y Artes

Los Oscars 2015: ¡Viva México!

Oscars_2014_41874Hace un año, con motivo de las premiaciones del Oscar, escribía estas líneas que comparto de nuevo: ¿Qué ha sido el Oscar? Hay un notable ensayo, “La noche de los Oscar”, de Raymond Chandler (uno de los grandes de la novela policial, padre del detective Philip Marlowe, y co-guionista, entre otros, del notable film noir Double Indemnity”) que recomiendo. Originalmente publicado en The Atlantic Monthly, en marzo de 1948, ha sido recientemente publicado en español (Debolsillo, España, sept. 2013), dentro de una buena selección de cartas y ensayos titulada “A mis mejores amigos no los he visto nunca.” Chandler afirma tajantemente que criticar al cine porque es una “industria de masas” es una tontería; a fin de cuentas, el teatro griego, y el isabelino, con sus limitaciones y características, eran entretenimiento de masas para los ciudadanos de Atenas y de Inglaterra en su momento. Todo arte debe masificarse en algún momento, so pena de morir y ser olvidado.

Crítico como pocos del éxito entendido fundamentalmente como una buena taquilla, Chandler entiende sin embargo que no se puede ser genuinamente estadounidense en un equipo perdedor.Y es que Hollywood, a pesar de todo su anhelo de universalismo, y su deseo de representar lo mejor del arte cinematográfico, en realidad tiene criterios disímiles con casi todos sus pares en el mundo acerca de lo que constituye un buen film. Y, como en todas partes, produce unas pocas obras buenas, muchas mediocres, y un océano de malas. Su afán fundamental es entretener, y si junto al entretenimiento se puede satisfacer criterios estéticos más o menos reconocidos, mejor todavía; pero siempre que nunca afecten el criterio fundamental. Eso sí, el cine, como todo arte, debe ser juzgado siempre por sus mejores ejemplos.

A la hora de votar, los electores del Oscar (algo más de 6000) frecuentemente recorren los engañosos caminos de ladrillos amarillos que anduviera una joven llamada Judy Garland. Y esas vías y rúas siempre han sido pavimentadas por las tendencias sociales que influyen a toda la industria hollywoodense en cada época particular. Es decir, por influencias ajenas muchas veces a la sobria evaluación de los méritos de una determinada producción. (Ok, acepto que “sobrio” no es un adjetivo que haya estado alguna vez de moda en tales predios.)

Se podría hacer una lista muy grande de las injusticias perpetradas a lo largo de los años -sabemos desde siempre que la cosa pocas veces va por los verdes senderos de los criterios fílmico-estéticos de lo bueno, regular o malo-. ¿Cómo explicar que Citizen Kane, o Taxi Driver, pasaron desapercibidas, derrotadas en su momento por producciones inferiores? ¿que Stanley Kubrick nunca ganó un Oscar como director o guionista, o la absoluta estupidez de que Alfred Hitchcock o Ernst Lubitsch tampoco, y al final de su carrera, para compensarlos, les dieron uno honorario? (los premios honorarios, como dice una nota en NEXOS, le sirven al Oscar para expiar sus metidas de pata previas). Quizá tiene razón Martin Scorsese cuando afirma que “uno no hace películas para los Oscar.” Bueno, él tiene autoridad para decirlo, allí no le ha ido demasiado bien. Y cada vez que premian a algún actor de forma inexplicable, recuerdo esta frase de Humphrey Bogart: la única manera de escoger al mejor actor es poner a todos a hacer de Hamlet y que gane el mejor. ¿Y para las damas, qué? Por muy tentado que esté de recordar grandes papeles femeninos dramáticos creados por Shakespeare –Lady Macbeth, por ejemplo- como defensor acérrimo de la comedia me quedo con uno de los más celebrados roles femeninos del bardo, en “As You Like It” (Cómo Gustéis): la hermosa, chispeante e inteligente Rosalinda. Su papel es el más largo, completo y alegre de todos los papeles femeninos escritos por el inglés. (Hay una versión reciente, dirigida por Kenneth Branagh, con Bryce Dallas Howard sacándola del estadio.)

Ya considerando los resultados de los candidatos en el 2015, la entrega número 87 del premio,  los resultados en materia actoral han sido absolutamente predecibles: el cuarteto formado por JULIANNE MOORE, EDDIE REDMAYNE, PATRICIA ARQUETTE y J.K. SIMMONS había acaparado casi todas las premiaciones previas. Entre todos, la más segura era ARQUETTE (quien, según un irónico crítico de VANITY FAIR, sólo podía perder el Oscar si JENNIFER ANISTON -para algunos, injustamente no nominada- se subía al escenario y lo robaba.) Estemos claros, MOORE ganó no sólo por su papel en “STILL ALICE”, sino además por toda su ilustre carrera. Con cuatro nominaciones previas y ninguna victoria, ya era hora de que obtuviera un merecido reconocimiento.

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En general, en los Premios Mayores –Película, Dirección, Actuación- sólo ha habido un par de sorpresas en lo que va de siglo: ANG LEE como Mejor Director en 2013 (por “LIFE OF PI”), y “CRASH”, como Mejor Película en 2006 (a pesar de que las apuestas sólo le daban un 20% de oportunidad.)

Otro hecho a señalar es que desde 1998 no sucedía que ningún actor de color fuera nominado: los Oscars, en materia de actores, en 2015 fueron tan blancos como la nieve. Ni siquiera los dos británicos que hicieron el papel de Martin Luther King y su esposa en “SELMA” (DAVID OYELOWO y CARMEN EJOGO), fueron candidatos finales.

 No hubo, tampoco, mujeres nominadas para los premios en dirección, guión o cinematografía. En el caso del Guión Adaptado, GILLIAN FLYNN, escritora y guionista de “GONE GIRL”, luego de un fuerte “buzz” inicial, fue olvidada (y es que en el Oscar, como en toda competencia importante, el “timing” también juega un rol). Pero no es sorprendente si se nota que los 5 films nominados en esa categoría son películas con temas masculinos y protagonistas en su mayoría masculinos. Valga decir entonces que no fue extraño que de las cinco damas nominadas al premio a Mejor Actriz, SÓLO UNA (FELICITY JONES, por “THE THEORY OF EVERYTHING”) formase parte de una de los 8 largometrajes candidatos a Mejor Película.

El premio a «Mejor Canción» estaba más que asegurado para «GLORY», de  “SELMA”. El show, por momentos, pareció una segunda parte de los GRAMMY. Hubo incluso un homenaje a los 50 años de «THE SOUND OF MUSIC» (o como se llamó por aquí, «La Novicia Rebelde»), con Lady Gaga cantando sus canciones, y una sorpresiva aparición de JULIE ANDREWS, que generó, con todo mérito, una de las grandes ovaciones de la noche.

Por cierto, JULIE ANDREWS fue el único representante actoral británico de las generaciones mayores en esta entrega de los Oscars. La Armada Británica se hizo presente como siempre con peso y oficio, pero exclusivamente con miembros de las nuevas generaciones: no estuvieron nominados HELEN MIRREN, JUDI DENCH, VANESSA REDGRAVE, ALBERT FINNEY, ANTHONY HOPKINS o MAGGIE SMITH, no señor. Esta vez el futuro se ha hecho presente con bien ganada autoridad, y la siguiente lista de nominados: EDDIE REDMAYNE (ganador del premio a Mejor Actor), FELICITY JONES, ROSAMUND PIKE, KEIRA KNIGHTLEY y BENEDICT CUMBERBATCHY dos films británicos ganaron Oscars: THE THEORY OF EVERYTHING (como ya se dijo, Mejor Actor), y THE IMITATION GAME (Mejor Guión Adaptado, para algunos toda una sorpresa, ya que dejó en el camino a AMERICAN SNIPER y a WHIPLASH).

Podría decirse por otra parte que este año hubo películas demócratas – BOYHOOD, es un buen ejemplo- y películas republicanas –AMERICAN SNIPER es la número uno, y no solamente porque su director sea el muy republicano CLINT EASTWOOD-.

Si la decisión a Mejor Película fuera por votación popular –lo cual, afortunadamente, no ocurre, y esperemos que no ocurra jamás; el modelo de decisión es mejorable, pero no hay que caer en variantes demagógicas- este año habría ganado, con claridad, y no solamente por ser la que obtuvo una mejor recaudación, “AMERICAN SNIPER”. La película sobre el más grande francotirador en la historia del ejército norteamericano hizo más dinero que todas las otras siete nominadas juntas.

Una película que merece un recuerdo especial es la nueva joya de WES ANDERSON, «THE GRAND BUDAPEST HOTEL». Muy merecidos sus 4 Oscars. ¿La gran derrotada de la noche, con sólo un premio, luego de aspirar a casi todo? «BOYHOOD».

“SELMA” sufrió debido a la crítica de múltiples sectores, algunos incluso liberales, por su inconsistencia histórica -la cual sigue siendo muy debatible y debatida- con sectores académicos a favor y en contra, sobre todo acerca del papel que se le da al presidente Lyndon Johnson, y al hecho no menor de mostrar a Martin Luther King como si su agenda estuviera enfrentada a la del gobierno federal. ¿Que “AMERICAN SNIPER” mostró asimismo inconsistencias históricas? La diferencia es que el público norteamericano, que se volcó a las salas para verla, le perdonó sus errores, porque es una película a la vez patriótica y humana. Su protagonista es presentado menos como una figura histórica que como un guerrero arquetípico, al cual le cuesta mucho ajustarse a una vida normal, pacífica, luego de retornar a su hogar. (Recordemos, con tema similar, una película muy superior: «COMING HOME» (1978), con Jane Fonda, Bruce Dern, y Jon Voight.) “SELMA”, que ha debido ser la “película demócrata” del año 2015, sufrió porque puso a discutir a sus seguidores naturales, enfrentando a dos de las más importantes figuras históricas liberales: Martin Luther King y Lyndon Johnson.

Además, la tan mencionada exigencia de exactitud –casi utópica en una obra fílmica-, depende, por una parte, de la naturaleza de la historia presentada, y de la cercanía emocional del público con los hechos. Es evidente que hoy la guerra contra Al Qaeda genera más tensión e interés que la guerra a favor de los derechos civiles, hace medio siglo.

El espectáculo sigue mostrando problemas, como que en los primeros 28 minutos sólo se entregó un premio, el Oscar a Mejor Actor de Reparto (no encuentran el equilibrio entre entretenimiento y premiación). Y Neil Patrick Harris no estuvo a la altura como presentador. Algunos de sus chistes produjeron un embarazoso silencio, con la cámara mostrándonos su rostro a la espera de una risa que no llegaba. Eso sí, sin duda fue una mejora en comparación  con ELLEN DE GENERES, pero eso no era tan difícil. El gran problema es que, luego de los chistes iniciales, ensayados y presentes en el guión, cuando al presentador le toca improvisar, comienza a botar aceite. En ese aspecto, ya lo he señalado con anterioridad, los BAFTA son superiores, con su presentador, el comediante STEPHEN FRY, todo un maestro de la improvisación.

El premio a Mejor Película fue al final para «BIRDMAN«, del mexicano ALEJANDRO GONZÁLEZ IÑARRITU. Un hecho histórico: Por segundo año consecutivo, un mexicano gana el Oscar a Mejor Director (en 2014, fue ALFONSO CUARÓN, por «GRAVITY»). ¡Viva México!

alejandro gEn conclusión, el Oscar quizá necesite más suspense, un mejor show, y que sus votantes no sean, en una cantidad apreciable, hombres, blancos, y mayores de 50 años.

Al final, Un total de 60 películas fueron nominadas, de las cuales 16 ganaron premios (incluyendo, en gesto participativo, a todas las nominadas a Mejor Película).

En mi opinión, de la cosecha 2015, sin duda alguna destacan dos: Una muy buena película, BIRDMAN, y una Obra Maestra: IDA. (Es por cierto, otra vergüenza para el Oscar que Polonia haya ganado su Primer Oscar a Film en Lengua Extranjera recién con IDA, luego de diez nominaciones.)

 

Aquí tienes la lista completa de resultados de esta última entrega:

Mejor Actor de reparto

J. K. Simmons, por Whiplash

Mejor vestuario

El gran hotel Budapest

Mejor maquillaje y estilismo

El gran hotel Budapest

Mejor película extranjera

Ida (Polonia)

Documental corto

Crisis Hotline

Mejor cortometraje

The phone call

Mezcla de sonido

Whiplash

Edición de sonido

American Sniper

Actriz de reparto

Patricia Arquette, por Boyhood

Efectos visuales

Interstellar

Corto Animado

Feast (Buenas migas)

Mejor película animada

Big Hero 6 (Grandes Héroes)

Diseño de producción

El gran hotel Budapest

Dirección de fotografía

Birdman

Mejor edición fílmica

Whiplash

Mejor documental

CitizenFour

Mejor canción

John Legend, Common (Selma)

Mejor banda original

El gran hotel Budapest

Mejor guión original

Birdman

Guión adaptado

The imitation game

Mejor director

Alejandro González Iñarritu, por Birdman

Mejor actor

Eddie Redmayne, por La teoría del todo

Mejor actriz

Julianne Moore, por Still Alice (Todavía Alice)

Mejor película

Birdman

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