CorrupciónDemocracia y PolíticaElecciones

Los Republicanos no tienen que nominar a Trump en 2020

El partido puede escoger a alguien mejor

Los republicanos han tenido sus diferencias estos últimos años. La mayoría ha apoyado al Presidente Trump; solo unos pocos no lo han hecho. Algunos de los partidarios del presidente han sido entusiastas; muchos no lo han sido. Algunos de los partidarios renuentes de Trump han expresado reservas en ciertos momentos; muchos no lo han hecho.

Pero con las revelaciones de la semana pasada, y el lanzamiento de una investigación formal de destitución, la situación ha cambiado. Este es obviamente el caso de los republicanos en el Congreso, que tendrán que votar sobre el juicio político y tal vez sobre la condena. Ellos tienen un papel único que desempeñar en este drama; el resto de nosotros somos meros observadores o asesores. Todo lo que podemos pedirles a los miembros del Congreso es que mantengan una mente abierta y evalúen los hechos a medida que surgen.

Pero ya conocemos lo suficiente como para saber que el informante del gobierno («el whistle-blower«) tiene razón al decir «que el Presidente de los Estados Unidos está usando el poder de su cargo para pedir la interferencia de un país extranjero en las elecciones de 2020 en los Estados Unidos». Sabemos que este último caso es parte de una historia de usurpaciones y agravios repetidos. Puede que todavía no sepamos si está justificada la remoción del cargo para el que fue elegido el presidente Trump, pero seguramente sabemos lo suficiente como para considerar que no merece ser reelegido para ese cargo por cuatro años más.

El Partido Republicano se enfrenta a una decisión binaria: postular o no a Donald Trump en 2020. (Y si el presidente Trump es removido como consecuencia de un juicio político y una condena, o si renuncia, el G.O.P. nominará o no como su abanderado a un recién juramentado Mike Pence, quien habrá estado al lado de Trump durante todo su periodo en el gobierno y ha sido un ferviente defensor del presidente).

La nominación republicana de 2020 es una cuestión abierta. Es una decisión de gran importancia sobre la que todos los republicanos tienen voz y voto, y todos tienen una responsabilidad. Los líderes republicanos en particular – funcionarios y ex funcionarios electos republicanos, activistas y donantes republicanos, personas designadas en cargos de esta administración y de administraciones republicanas anteriores – tienen una gran obligación. Pueden apoyar a Donald Trump, y poner un sello de aprobación a su permanencia en el cargo. Pueden guardar silencio, lo que a su manera constituye asimismo un sello de aprobación. O pueden dar un paso al frente y actuar por el honor de su partido y el bien de su país.

Actualmente hay tres pre-candidatos republicanos anunciados, dispuestos a competir con Donald Trump. Los líderes republicanos podrían de varias maneras apoyar a uno o a los tres. También hay otros republicanos que bien podrían ser candidatos incluso más fuertes para la nominación, y que bien podrían estar más calificados para servir como presidente. Estos individuos podrían ser animados por colegas, activistas y donantes, privada o públicamente, a postularse – y se les podría ofrecer apoyo si dan ese paso.

Y permítanme decirles directamente a los republicanos posibles aspirantes: Tienes una oportunidad única de actuar por tu partido y tu país. Puedes desempeñar un papel fundamental en la superación de la vergüenza y el deshonor de los últimos tres años, y en la reforma de un partido que en el pasado fue grande. Ganes o pierdas, pasarás a los libros de historia como un hombre o una mujer de honor.

El Partido Republicano seguramente ha descubierto en los últimos años la sabiduría de Virgilio: «Las puertas del infierno están abiertas día y noche; suaviza el descenso, y el camino es fácil.»

Pero los líderes republicanos de conciencia y coraje ahora tienen un momento inusual «para regresar y ver los cielos alegres«, como también afirmara Virgilio. «En esto yacen la tarea y la enorme obra a realizar.»

Irving Kristol, editor de The Weekly Standard de 1995 a 2016, es director de Defending Democracy Together y editor general de The Bulwark. El Sr. Kristol ocupó altos cargos en las administraciones de Ronald Reagan y George H.W. Bush.

 

Traducción: Marcos Villasmil

+++++++++++++++++++++++

NOTA ORIGINAL:

Republicans Don’t Have to Nominate Trump in 2020

The party can do better.

Irving Kristol 

Republicans have had their differences these past few years. Most have supported President Trump; a few have not. Some of the president’s supporters have been enthusiastic; many have not. Some of the reluctant Trump supporters have expressed reservations at certain times; many have not.

But with the revelations of the last week, and the launch of a formal impeachment inquiry, we are at a new moment. This is obviously the case for Republicans in Congress, who will have to vote on impeachment and perhaps on conviction. They have a unique part to play in this drama; the rest of us are merely observers or advisers. All we can really now ask of members of Congress is to keep an open mind and to evaluate the facts as they emerge.

But we already have learned enough to know that the government whistle-blower is correct to say “that the President of the United States is using the power of his office to solicit interference from a foreign country in the 2020 U.S. election.” We know this latest instance is part of a history of repeated injuries and usurpations. We may not yet know whether removal from the office to which President Trump was elected is warranted. But surely we know enough to judge that Mr. Trump does not deserve renomination for that office for an additional four years.

The Republican Party faces a binary choice. It either will or will not renominate Donald Trump in 2020. (And if President Trump is removed as a consequence of impeachment and conviction, or if he resigns, the G.O.P. either will or will not nominate as its standard-bearer a newly sworn-in Mike Pence, who will have been at Mr. Trump’s side for his entire administration and has been a fervent defender of the president.)

The 2020 Republican nomination is an open question. It is a decision of great consequence on which all Republicans have a say, and all have a responsibility. Republican leaders in particular — Republican elected officials and former elected officials, Republican activists and donors, appointees of this administration and of former Republican administrations — bear a weighty responsibility. They can support Donald Trump, and put a stamp of approval on his tenure in office. They can keep quiet, a stamp of approval of its own sort. Or they can step up and act for the honor of their party and the good of their country.

There are currently three announced Republican challengers to Donald Trump. Republican leaders could in various ways support one or all three of them. There are also other Republicans who might well be stronger candidates for the nomination and who may well be more qualified to serve as president. Those individuals could be encouraged by colleagues, activists and donors, privately or publicly, to run — and they could be offered support if they do.

And may I say directly to those Republicans who could run: You have a unique chance to act for your party and your country. You can play a role in overcoming the shame and stain of the past three years, and in the reformation of a once great party. Win or lose, you will go down in the history books as a man or woman of honor.

The Republican Party has surely discovered over the past few years the wisdom of Virgil: “The gates of hell are open night and day; Smooth the descent, and easy is the way.”

But Republican leaders of conscience and courage now have an unusual moment “to return, and view the cheerful skies,” as Virgil put it. “In this the task and mighty labor lies.”

 

Irving Kristol, editor of The Weekly Standard from 1995 to 2016, is director of Defending Democracy Together and editor at large of The Bulwark. Mr. Kristol served in senior positions in the Ronald Reagan and George H.W. Bush administrations.

 

 

 

Botón volver arriba